Editorial

La historia recuperada

¿Qué valor puede tener para un niño o un joven de este siglo un edificio construido y habitado más de cien años atrás? O, podría plantearse la pregunta desde otro punto de vista: ¿qué se pierden de conocer ese joven o ese niño si el edificio se deteriora, muta a un uso opuesto del original o desaparece? A lo largo de los años, las administraciones de diferentes países y organismos encargados de difundir y preservar los bienes patrimoniales encontraron y pusieron en práctica buenas razones para resguardar aquel acervo que constituye el testimonio de una época, que tiene proyección en la actualidad y en las generaciones futuras.

Buena parte de la rica historia santafesina está contenida en construcciones diseminadas por todo el territorio provincial. A ese objetivo está dirigido el programa de recuperación patrimonial que anunció oportunamente el gobierno santafesino y que incluye, en una primera etapa, 34 obras en 18 localidades, distribución que garantiza un reconocimiento al inmenso valor cultural que acogen, en casas, edificios, templos y sitios históricos, ciudades y pueblos del interior.

Algunas de las obras ya comenzaron, como es el caso del edificio donde funciona el Archivo Histórico pero que fue antes la casa del Brigadier General Estanislao López. Hacia allí se volcaron $ 340.885 para realizar trabajos que permitan frenar el deterioro de la construcción que se erige en General López y 9 de Julio, en pleno casco histórico de la ciudad, que data del siglo XVIII y fue declarado en 1942 Monumento Histórico Nacional.

La Legislatura Provincial también quedó comprendida dentro de ese programa y para ello se invirtieron más de 3 millones de pesos, con lo que el edificio -que data de 1914- presenta un aspecto totalmente renovado.

En otro marco, merece destacarse la tarea iniciada por la Municipalidad santafesina, que puso en marcha el plan de recuperación de la casa de Sor Josefa Díaz y Clucellas, una obra largamente esperada en función del evidente desgaste al que está expuesta la edificación de San Luis y La Rioja, donde -una vez concluidas las refacciones- funcionarán un museo y un bar.

Volviendo al programa provincial, vale la pena considerar que suma un paso más al inventario de obras patrimoniales elaborado en su momento, porque a la reseña y descripción añade un concreto plan de obras, asigna montos de inversión e incluye -como ya se mencionó- a localidades del interior.

Las urgencias de las demandas coyunturales, cuya atención resulta indudable, no son argumento suficiente para descuidar o desmerecer los esfuerzos orientados a sostener los testimonios de la concepción misma de una comunidad y de los procesos que la llevaron a convertirse en lo que es.

Las sociedades que son capaces de poner en claro la respuesta a los interrogantes que encabezan estas líneas, y actuar en consecuencia, seguramente estarán en condiciones de afrontar con mayores certezas y fortaleza los desafíos que les imponga el futuro.