El adiós a Leonora Carrington

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“Autorretrato”, de Leonora Carrington.

EFE - El Litoral

Escritora y pintora surrealista excepcional, Leonora Carrington, falleció en la capital mexicana a los 94 años, confirmaron fuentes del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). Portavoces del organismo dijeron que la artista falleció el miércoles pasado a las 22 hora local, de una neumonía cuando estaba ingresada en el Hospital Inglés de la capital mexicana.

Leonora Carrington, había nacido en 1917 en Chorley (Reino Unido) y se consideraba la única sobreviviente del movimiento surrealista. Días atrás había cumplido 94 años en México, el país que eligió como residencia después de su aventurera y tumultuosa vida, que la llevó a compartir amistad y amores con Max Ernst, André Bretón, Picasso, Peggy Guggenheim y tantas otras celebridades. Sus libros de cuentos y sus memorias sobre sus internaciones en psiquiátricos resultan textos que con los años se han perfilado como los mejores que haya producido el movimiento surrealista.

En 1937 conoció a quien sería su “padrino” y gran amor, el pintor alemán Max Ernst. Cuando en 1939 arrestan a Max Ernst comienzan sus malestares y depresiones nerviosas que la llevan a distintos hospitales para enfermos mentales de Francia y España, hasta que en 1941 escapa de un manicomio y se refugia en la embajada de México, donde finalmente se establece en 1942.

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Leonora Carrington en su juventud, cuando participaba de la gran época de oro del surrealismo, en Francia, y antes de su peregrinaje por distintos psiquiátricos europeos.

En estos días se inauguró en el Centro Cultural Estación Indianilla de Ciudad de México una muestra con 10 esculturas recientes de Leonora Carrington, que conviven junto a 21 piezas de Gerzso, que fuera su gran compañero en sus últimos años.

La exposición es un homenaje para una de las “mujeres y artistas más maravillosas que México ha tenido el honor de cobijar”, dijo Isaac Masri, director del centro cultural y también amigo y médico de cabecera de Carrington y Gerzso.

También supone “una gran oportunidad” para mostrar parte del trabajo que Gerzso elaboró en 1998, pero que debido a su fallecimiento no pudo ser entonces expuesto. Las 10 esculturas de Carrington fueron hechas en bronce entre 2008 y 2010 y forman parte de un conjunto de 45 que la también escritora creó en estos últimos 20 años gracias a una iniciativa impulsada por Isaac Masri. Son de mediano formato y están inspiradas en sus seres fantásticos y en su amor por los animales y la naturaleza. “Rostro águila”, “Dama y Zorro”, “Barca con chango”, “Dama con tocado”, “Nigromante” y “Silla” son algunos ejemplos.

En el caso de Gerzso, se exponen 21 esculturas, de las cuales seis son de mediano formato y fueron anteriormente exhibidas en la muestra colectiva “Libertad en Bronce”, que en 1995 reunió la obra de ocho artistas mexicanos, incluyendo a Carrington, en la avenida de Paseo de la Reforma.

Las otras 15 las hizo en 1998 como parte del proyecto “Homenaje a la línea recta” y son piezas abstractas que el poeta mexicano David Huerta bautizó con nombres como “Fisuras sexuales”, “Penetraciones mesopotámicas” y “Los instrumentos del deseo”.

Gerzso perteneció al movimiento artístico de la “La Ruptura”, que incorporó al arte valores más abstractos y apolíticos, contrarios a los ideales nacionalistas y revolucionarios impulsados por la Escuela Mexicana de la pintura encabezada por Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.