En India se mantiene viva la presencia de Tagore

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Rabindranath Tagore, quien mantuvo contactos fluidos con la Argentina a través de su amistad con Victoria Ocampo.

Foto: Archivo El Litoral

Igor G. Barbero

(EFE)

La India conmemoró con actos en distintos puntos del país el 150º aniversario del nacimiento del poeta bengalí Rabindranath Tagore, el autor indio más universal y único Premio Nobel de Literatura del gigante asiático.

Exposiciones de arte, seminarios sobre su obra o actuaciones teatrales son algunos de los homenajes que se llevaron a cabo para recordar la figura de Tagore, especialmente en Nueva Delhi y en la oriental Calcuta, su ciudad natal, que se suman al reguero de celebraciones que comenzó hace ya un año.Según el calendario occidental, Tagore nació el 7 de mayo de 1861, en el seno de una familia aristocrática en una mansión del barrio de Jorasanko, en el norte de Calcuta, por aquel entonces capital de la India colonial del Imperio Británico.

La fecha encuentra, no obstante, la objeción del calendario bengalí, según el cual el día exacto del aniversario no es hoy sino entre el 8 y el 9 de mayo occidental.

En todo caso, la efeméride lleva siendo festejada desde hace tiempo y seguirá el mismo camino durante todo este año, dijo hoy el primer ministro indio, Manmohan Singh, que aprovechó una ceremonia conmemorativa en Nueva Delhi para anunciar la creación de un certamen internacional en honor al escritor.Singh calificó a Tagore de “genio polifacético” y de “fuerza moral detrás de la lucha por la libertad”, que “dio una voz viva y expresiva a la deprimida alma de la India”. “Rabi”, diminutivo de Rabindranath que significa “sol” en bengalí, se convirtió en la referencia intelectual de la India moderna con su inmensa producción, una idea apoyada además por sus conversaciones con destacadas personalidades como Albert Einstein y otros pensadores.

Su legado no se limita a la poesía o la narrativa, sino que abarca también el teatro, la filosofía, la pintura, la música, la estética, la educación, la política e incluso la filología bengalí.

Los poemas de Tagore más conocidos, incluidos en obras como ‘Ofrenda lírica’ (‘Gitanjali’), ‘El jardinero’ o ‘La luna nueva’, pertenecen a un periodo religioso de su obra que se dio a conocer en Occidente gracias a poetas como el irlandés William Butler Yeats.

Para muchos, el autor bengalí, que escribió en esta lengua la mayor parte de su obra, fue uno de los puentes más importantes entre Oriente y Occidente.

Esta fascinación mundial, aunque sobre todo europea, desembocó en la concesión a Tagore del Nobel de Literatura en 1913, el primero otorgado a un autor asiático y el único, de momento, concedido a un escritor de la India.

“Fue un hombre moderno. Intentó mostrar el camino de cómo nuestra cultura debía aproximarse a otras manteniéndose intacta. Su mayor visión fue amalgamar Europa y Asia”, opinó Aveek Majumdar, experto en Tagore y profesor asociado de Literatura Comparada en la Universidad india de Jadavpur.

En el ámbito académico, Tagore fundó la escuela de Santiniketan (‘Morada de la Paz’), una prestigiosa universidad cercana a Calcuta que está inspirada en los principios de la libre enseñanza. En la búsqueda de su plenitud, el autor bengalí se atrevió a dibujar y pintar -dejó cientos de obras artísticas- y compuso 2.000 canciones, entre ellas, los himnos de la India y Bangladesh, país este último que también se ha volcado en la conmemoración del aniversario de su nacimiento.

“El gran poeta se ha convertido en parte de la conciencia universal que no se ha pasado de moda incluso 150 años después de su nacimiento”, declaró la primera ministra bangladeshí, Sheikh Hasina, que mantuvo que la “presencia” de Tagore sigue sintiéndose “en tiempos de amor, dolor, paz y lucha”.