Amigo del viudo instaló su taller de pintura

Un atelier en la casa del country

Télam

Los jueces y las partes del juicio por el encubrimiento del crimen de María Marta García Belsunce se trasladaron al country Carmel de Pilar para una inspección ocular del baño y las canillas de la bañera, donde hace ocho años y medio fue asesinada la víctima.

Los miembros del Tribunal Oral en los Criminal 1 de San Isidro, los tres fiscales, cuatro de los seis imputados y todos los defensores, integraron una comitiva de unas 20 personas que ayer recorrió sitios clave para la causa. Los jueces María Elena Márquez, Alberto Ortolani y Ariel Introzzi Truglia conocieron y tomaron contacto con los sitios que a partir de ahora les mencionarán los imputados y testigos.

La idea de ir al Carmel surgió en la audiencia del martes mientras declaraba Juan Carlos ‘John’ Hurtig (46), y éste les preguntó a los jueces si conocían el baño donde se cometió el asesinato y él había tirado por el inodoro la famosa ‘bala-pituto’.

La comitiva caminó hacia el chalé de dos plantas donde vivían Carlos Carrascosa y María Marta y que ahora está habitado por un amigo del viudo que, por lo que se pudo observar, se dedica a la pintura.

Lo primero que hicieron los jueces fue inspeccionar los exteriores y el pozo séptico donde John Hurtig mostró cómo fue que el 19 de diciembre de 2002, él en persona, encontró el pituto entre los excrementos y lo entregó al primer fiscal de la causa, Diego Molina Pico.

La comitiva recorrió todos los ambientes, en especial la planta alta, donde se pudo advertir que la habitación matrimonial está convertida en un atelier de pintura del amigo del viudo que habita la casa de manera esporádica, ya que suele viajar mucho a Europa.

La antesala de esa habitación, donde se encontraron rastros de sangre de dos hombres y una mujer aún no identificados a los que se presume María Marta lastimó antes de ser baleada, también fueron un punto de interés para los jueces.

Pero el baño donde la víctima fue ejecutada a balazos y apareció semisumergida en la bañera y las canillas con las que la familia y algunos médicos pensaron que María Marta se había golpeado la cabeza, fueron el centro de interés de la inspección.

Allí, John Hurtig trató de continuar su declaración indagatoria del martes e incluso el también imputado Juan Ramón Gauvry Gordon (42) -primer médico en ver el cadáver de María Marta-, intentó dar sus explicaciones, pero los magistrados decidieron que las declaraciones se hagan en la sala de audiencias de tribunales.

La comitiva judicial se trasladó luego a la vivienda del imputado y cuñado de la víctima, Guillermo Bártoli (46), quien los recibió junto a su esposa Irene Hurtig y los invitó a pasar para que vean el living donde la familia se reunió para ver el clásico Boca-River.

Allí también revisaron la habitación donde Irene dice que se tiró a descansar antes de que Carrascosa llamara a la casa para decir que María Marta había tenido un accidente.

Por último, los jueces y fiscales midieron las distancias y el tiempo que lleva ir desde la entrada del country hasta la casa de Carrascosa por los dos caminos alternativos que existen y pudo haber tomado el día del hecho la masajista imputada, Beatriz Michelini (53). Bártoli hizo de chofer y en su auto Peugeot 206 celeste subió al juez Ortolani como acompañante y, en el asiento trasero, a la fiscal Laura Zyseskind y los otros dos magistrados, Márquez e Introzzi Truglia.

Éste es un punto clave para determinar si la mujer que grita frases de fondo a la llamada que Carrascosa hace a las 19.07 del día del hecho para pedir una ambulancia era Michelini, como afirma la familia, o Irene Hurtig, la medio hermana de la víctima cuya detención fue pedida -aunque fue rechazada-, por los fiscales Leonardo Loiterstein y Daniel Márquez, presentes ayer en Carmel.