En el ring como en la vida

“El hombre de los guantes” es la construcción de un retrato ético y estético en torno de la figura de Amílcar Brusa, un guerrero incansable que a los 88 años ya es una leyenda del box mundial.

En el ring  como en la vida
 

Rosa Gronda

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Con una puesta en escena muy cuidada y estética, “El hombre de los guantes” se acerca más a la prolijidad y el cálculo previo que permiten los géneros de ficción, antes que al caos inherente a los documentales que habitualmente se mueven en el caos de la pura realidad.

El protagonista está visto de cerca y desde adentro, registrando cómo vive, cómo trabaja, sufre o disfruta. En tanto documental, es admirable el trabajo de archivo fotográfico y televisivo, tanto como la manera de mejorarlo y presentarlo, incorporado a un montaje ágil y creativo, donde las entrevistas no aparecen como tales, sino disfrazadas, ocultas en una edición que las incorpora sin afectar el natural fluir de la narración.

El visionado total deja la sensación de haber repasado un pedazo de historia del país donde desfilan las figuras políticas de ese momento, desde Lanusse hasta Perón.

Claroscuros

No se trata de un retrato parcializado y por lo tanto mentiroso, sino muy equilibrado entre las luces y sombras de sus protagonistas, también presentes en el tratamiento del color. “El hombre de los guantes” observa tanto los grandes momentos de gloria como los no gratos, no sólo de Amílcar Brusa sino de Monzón, el más famoso de sus discípulos. Lo hace en la constante alternancia de dos ritmos, dos tonos perfectamente acompañados por la memorable banda sonora. Así luego de momentos de gloria, se suceden la melancolía, la soledad o la tristeza como contracara. Los ascensos y descensos de ambos protagonistas centrales dibujan un

contrapunto que siempre deja un saldo positivo.

La potente fotografía aprovecha cada ángulo y resalta la cuota de emoción épica que ofrecen los permanentes combates. Algo asombroso es la naturalidad del registro, como si la cámara no estuviese presente, aun cuando se habla de temas delicados y en forma muy directa.

El relato es siempre ágil, con mucha estética y aura de cine negro, que descansa a su vez en un montaje admirable que va y viene en el tiempo. Porque tampoco el filme queda anclado a la nostalgia del pasado sino que indaga en el presente de la formación de nuevos jóvenes boxeadores, con el acento puesto en la función social del boxeo para superar la miseria.

Otro punto fuerte de los aspectos formales de la película es su banda sonora original, la música compuesta por Gustavo Cortés, que no es sencilla sino sinfónica, un mérito que no pudo apreciarse plenamente en el estreno, porque la complejidad del sonido demandaba un equipo menos estandar para transmitirlo.

Más que un homenaje

Contar cinematográficamente una leyenda como la de Amílcar Brusa supone ante todo el desafío de no caer en el simple anecdotario o la adulación incondicional, un lugar común de la mayoría de los homenajes. En este sentido, la película trasunta una sincera admiración y respeto por su protagonista, dibujando una trayectoria signada por la coherencia. Aun así, contado en sus luces y sombras, surge el perfil de un luchador íntegro, Amílcar Brusa, el gran entrenador de boxeadores, el que opuso una ética a la avidez de lucro. Un guerrero inclaudicable ante las presiones del medio y que nunca bajó los brazos en un mundo donde suelen pelear palomas contra gavilanes.

Por esto el realizador Patricio Agusti insiste en que no es un homenaje sino una visión personal, sobre alguien que llegó a la cima de una carrera, que es considerado uno de los mejores entrenadores de la historia del boxeo, con 14 campeones mundiales en su historia profesional. Rescata sobre todo el mérito de una conducta coherente a lo largo de toda su carrera y que hoy mantiene, a los 88 años.

Si el Premio Estímulo a la Producción Audiovisual surgió para incentivar a los jóvenes realizadores para que cuenten historias que a pesar de ser muy cercanas suelen pasar desapercibidas para los habitantes de la región, “El hombre de los guantes” es un documental que logra plenamente ese objetivo.

 

“EL HOMBRE DE LOS GUANTES”

Dirección y Guión: Patricio Agusti. País: Argentina (Santa Fe). Año: 2011. Dirección de Fotografía: Gonzalo Gatto. Montaje: Patricio Agusti. Musica original: Gustavo Cortés. Dirección de Sonido: Leandro Ronchi. Producción Ejecutiva: Mauricio F. Gómez y Betania Cappato. Se exhibe en el cine América hasta el lunes inclusive.