Exposición en el Malba

La relación de Pettoruti con el arte abstracto

El período comprendido en la muestra abarca 35 años de producción desde sus primeros años en Italia, su regreso a la Argentina y sus posteriores viajes por Europa antes de instalarse definitivamente en París.

Mercedes Ezquiaga

TÉLAM

“Pettoruti y el arte abstracto. 1914-1949”, exposición que se inauguró en el Malba de la Capital Federal, reúne 37 obras de Emilio Pettoruti de la primera mitad del siglo XX, entre collages, óleos y acuarelas, que apuntan a repensar la relación de este artista argentino con el arte abstracto.

El período comprendido en la muestra, curada por Patricia Artundo, abarca 35 años de producción desde sus primeros años en Italia, su regreso a la Argentina y sus posteriores viajes por Europa antes de instalarse definitivamente en París, en un recorrido cronológico que propone un clima intimista, gracias a la iluminación de la sala.

“Se van a cumplir 40 años del fallecimiento de Pettoruti y noté que se estaba trabajando mucho en Argentina el arte concreto pero Pettoruti quedaba fuera de las discusiones y relecturas. Mi idea en esta muestra fue mostrar qué era lo que él decía, a partir de su práctica artística, acerca de la problemática de la abstracción”, cuenta a Télam la curadora Patricia Artundo.

“No es un conjunto grande de obras -agrega-, es una exposición de 37 piezas que trata de volver a mirar y reflexionar a partir de las obras, lo cual no implica dejar fuera el contexto histórico cultural en el que el artista estaba trabajando”.

En el primer núcleo de la muestra, se pueden mencionar trabajos como “Armonía, movimiento, espacio”, “Fuerza centrípeta” o “Dinámica del viento”, formas en blanco y negro, que se desplazan en el lienzo, o las más coloridas “Cosas de pueblo”, “Ciudad país”, “Naturaleza muerta” y “Las sombras”.

Construcciones compositivas

“Pettoruti llega a la abstracción por distintos caminos -reflexiona la curadora-: a diferencia de sus contemporáneos, es un artista que se inserta artificialmente en la vanguardia, porque viene de La Plata y de allí salta a Florencia (Italia). Él no participa de la problemática de la tradición artística occidental o el rechazo al museo, contexto del que surge el futurismo.

“El punto de partida es otro y no la problemática de los futuristas -recalca-. El plantea nuevas construcciones compositivas, estudia el tema de las variaciones tonales a partir de las pinturas de los venecianos, entonces su camino hacia la abstracción o figuración es mucho más complejo”.

Complejidad, variedad y densidad son adjetivos que bien pueden definir la producción de Pettoruti, obras abstractas a las que se suma un acercamiento a la problemática del cubismo y el collage: “Eso es lo más alucinante de Pettoruti -se entusiasma la curadora-: no va en una línea recta hacia un lugar sino que traza un camino muy enrevesado”. En las siguientes producciones, el artista aborda problemáticas como el paisaje, la luz, los planos de color, cómo la luz modifica esos planos de color y a ello va sumando su conocimiento sobre otras técnicas, como el mosaico y el vitraux, como por ejemplo en “Estudio para mosaico” de 1918 y “Mosaico” de 1917.

Una mano que no se ve

“Hay ciertos elementos que van a ser centrales y constantes en la obra de Pettoruti: su método de trabajo, donde la mano del artista no se ve ya que no trabaja con pinceladas sueltas, una construcción geométrica subyacente y el trabajo a partir de la problemática del color. Por eso, su producción no es muy grande, por su método que es mucho más lento”, especifica Artundo.

“La muestra propone volver a mirar las obras dejando de lado las categorías que han servido durante los últimos 60 años para identificarlo a Pettoruti y simplemente mostrarlas en un nuevo contexto general donde la problemática es la abstracción”, resume.

Las obras que integran la exposición -hasta el 27 de junio en Figueroa Alcorta 3415- provienen de colecciones particulares y públicas, como el Museo Nacional de Bellas Artes; el Museo Eduardo Sívori; el Museo Castagnino + MACRO de Rosario; el Museo Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú de Mendoza, el Museo Emilio Pettoruti de La Plata y la Cancillería.

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“Orgía II”, óleo sobre tela de 1934 que integra la exposición. Foto: Télam

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“El lápiz del maestro”, óleo sobre tela de 1936. La muestra se podrá ver hasta el 27 de junio. Foto: Télam