Las ventas se dispararon con la llegada del frío

Los calefactores aumentaron un 10% y además faltan gasistas

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Para todos los bolsillos. Las estufas de cuarzo arrancan en los $100; en cambio para comprar un calefactor a gas hay que invertir $1.000. Foto: GUILLERMO DI SALVATORE.

Las estufas eléctricas son tan elegidas como las a gas. Los precios varían de acuerdo con el tipo de aparato, la marca y la potencia. Los gasistas reconocen que están con muchísima demanda y que puede haber demoras.

 

De la Redacción de El Litoral

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“Los santafesinos somos así: hasta que no sentimos que hace frío no salimos a comprar una estufa. Pasa lo mismo en el verano: las ventas de acondicionadores de aire empiezan cuando ya no soportamos más el calor”, resumió un vendedor de Frávega.

En una recorrida de El Litoral por las principales casas de electrodomésticos del centro, todos los consultados aseguraron que las ventas de calefactores arrancaron el mes pasado, cuando la temperatura empezó a descender, y continuaron de manera sostenida. “De diez personas que entran al local, cinco preguntan por algún modelo de calefactor”, señaló Bruno, vendedor de Frávega. Los comerciantes reconocen que en algunos modelos los precios se incrementaron un 10%, en comparación con 2010, pero aseguran que los precios de los calefactores a gas se mantienen estables.

En tanto, desde la Asociación de Gasistas Matriculados reconocieron que están con “muchísima demanda”. “Cuando se viene el frío de golpe, nos cambia la vida y suele suceder que quien necesita un gasista tiene que esperar algunos días”, comentó Rafael Bugna.

“Además del trabajo cotidiano, de las instalaciones y reposiciones de servicio, está el trabajo de colocar y reparar estufas”, agregó, al tiempo que señaló que “normalmente la gente elige reparar los calefactores porque conviene desde el punto de vista económico”. En este sentido, mientras que un calefactor a gas ronda los $1.000, una reparación promedio cuesta $150. “El que coloca una estufa nueva es porque habilita una nueva boca, sino prefieren reparar la que ya tienen”, contó Bugna.

¿Qué es lo que más se vende? Los comerciantes dicen que la elección está determinada por el poder adquisitivo. “Las personas con menos recursos eligen las estufas halógenas o de cuarzo, que arrancan en $100. Quienes pueden gastar más, prefieren comprar a gas, que se puede conseguir a partir de los $400”, respondió David Albertiz de Garbarino.

En la compra también es determinante el hecho de tener o no gas natural. Además de las estufas eléctricas -que consumen bastante energía-, quienes no cuentan con gas natural tienen como opción las salamandras. “En el último mes vendimos unas 20 salamandras a leña, sobre todo para las zonas de quintas, como Rincón y Sauce Viejo”, contó Leopoldo Ferreira de El Entrerriano.

Variedad

Los precios dependen del tipo de calefactor, la marca y potencia. Dentro de las estufas eléctricas se pueden conseguir a cuarzo (la clásica de velas), que es una de las que más energía consume; las halógenas (que irradian luz); los caloventores; los climatizadores de ambiente y los radiadores de cerámico. Los tradicionales radiadores de aceite no se fabrican más.

¿Cuál de estas opciones es la más conveniente? Algunos comerciantes señalan que el radiador de cerámico es una de las mejores opciones por su rendimiento. Un equipo para calefaccionar un baño ronda los $500 y para una habitación, sale a partir de $600. Si bien los caloventores tienen precios mucho más bajos (arrancan en $100), el consumo energético es mucho mayor (1.700-2.000 watts), con lo cual se termina pagando más durante su uso. Los climatizadores (parecidos a los split) se consiguen desde $270 y el consumo energético es mucho menor (500 watts). En tanto, las estufas halógenas arrancan en los $200 aproximadamente, pero sólo se recomiendan para ambientes pequeños, como un baño o escritorio.

Quienes cuentan con gas natural pueden optar por calefactores con tiro balanceado (es necesario romper la pared para instalarlos) y los sin salida. Los primeros arrancan en $600 y oscilan entre $800 y $1.350 (los de 3.000 calorías) y entre $1.100 y 1.800 (de 5.000 calorías). En tanto, los calefactores sin salida se consiguen desde $400 (los de 2.500 calorías, para una habitación de 3 metros por 3) y ascienden entre $450 y $1.300 (los de 3.000 calorías) y entre $1.000 y $1.600 (los de 5.000 calorías).

Recomendaciones

Rafael Bugna, de la Asociación de Gasistas Matriculados, recomendó que “en el dormitorio y el baño sí o sí se debe colocar una estufa de tiro balanceado”. Otro consejo apunta a no tapar las rejillas de ventilación, que deben estar en todos los ambientes con artefactos de gas de llama abierta. “Las rejillas garantizan una renovación permanente del aire para que se mantenga saludable. Son exigidas por el reglamento y no tienen que ser obstruidas porque en eso puede estar la diferencia entre la vida y la muerte”, sostuvo.

Asimismo sugirió prestar atención al color del fuego. “La llama óptima es la celeste. Todas las llamas consumen oxígeno, pero la llama roja indica que se está produciendo monóxido de carbono, que es mortal”.

Finalmente, instó a contratar gasistas matriculados, ya que “tienen la obligación de conocer las normas y de aplicarlas, en pos de la seguridad del usuario”.