Dr. Juan Carlos Beltramino

Nació en Ceres en 1949.

Estudió Medicina en Córdoba. Trabaja en el Hospital de Niños de Santa Fe desde 1972. Actualmente, preside la filial Santa Fe de la Sociedad Argentina de Pediatría.

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La veo mejor. Me parece muy importante que en los últimos años se haya extendido la red de agua potable a distintos barrios como Monseñor Zazpe, Santa Rita, Las Américas y Los Ángeles, entre otros. Desde hace meses, las calles del barrio Santa Rosa de Lima se encuentran intransitables, pero esta vez el motivo es alentador, las incomodidades son causadas por el avance de la obra de cloacas. Asegurar la provisión de agua potable y la eliminación de las excretas, con obras de cloacas, es promover una vida más sana y digna. Por supuesto, también me pone contento cuando los visitantes elogian las plazas, las costaneras y los edificios históricos recuperados. Si se concreta la puesta en marcha del tren urbano, permitirá mejorar el transporte público, disminuir la cantidad de autos circulando en el centro y reducir la contaminación ambiental en la ciudad.

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La facilidad para acceder a los abundantes recursos de agua dulce (en ocasiones, en demasía) y la cercanía a tierras muy fértiles es una ventaja estratégica. Ser sede del gobierno provincial y de muchos organismos provinciales también, lo mismo que contar con tres universidades importantes y centros de investigación que son muy activos. Y además de Colón y Unión, se suman numerosos clubes pequeños que en cada uno de los barrios realizan una silenciosa tarea de integración social. Es de resaltar además la rica historia de la ciudad con su importante aporte en la Constitución Nacional. Entusiasma, también, comprobar el empuje de los jóvenes santafesinos que se destacan en las ciencias, el arte y el deporte. Resumiendo, la ciudad de Santa Fe tiene una rica historia y un promisorio futuro.

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Si bien se realizan esfuerzos para mejorar los indicadores, la inseguridad vial provocada por el incumplimiento de las normas continúa preocupando. Persiste la desigualdad de oportunidades para que niños y jóvenes tengan mejor educación a través de instituciones educativas integradoras. Por ser sede del gobierno, es lógico que alcanzar un empleo público sea más fácil para quien viva en esta ciudad. Pero no es razonable que la obtención de ese empleo, pagado por los contribuyentes, dependa de la gracia de políticos de turno o sindicalistas vitalicios. Alrededor de un cuarto del presupuesto de las grandes ciudades (Rosario, Córdoba o Buenos Aires) es para mantener hospitales y la red de atención primaria. Correspondería que nuestra ciudad se involucre más en la solución de los problemas de atención de la salud.

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Ésta es una posibilidad un tanto utópica, pero ya que estamos: escuelas y colegios de doble escolaridad en los barrios. Que todos los Colegios, incluyendo los del Centro, estén abiertos para niños y niñas y que los maestros se capaciten y comprometan para adaptar los programas a las capacidades de cada chico. Sobre la inseguridad vial, que los inspectores y la policía estén equipados para que realicen controles eficientes, y que también sean auditados. Que la Municipalidad participe en la construcción de Centros de Atención Primaria de la Salud capaces de prevenir y solucionar problemas. Que se continúe ampliando la red de agua. Que puestos públicos y ascensos sean a través de concursos con reglas claras y tribunales probos. Y que las noches de enero sean frescas, los mosquitos no zumben y los alacranes piquen sólo cucarachas.