Ganados y carnes

La recuperación del stock viene lenta

Los datos de la campaña de vacunación de este año indican un crecimiento muy modesto: apenas uno por ciento.

La recuperación del stock viene lenta

Prosperidad pasajera. Los actuales precios dependerán directamente de que tan rápido se recuperen los nacimientos, lo cual repercutirá indefectiblemente en la faena y en la oferta de carne para consumo. Foto:Archivo

Ignacio Iriarte

Durante los años 2010 y 2011 hemos tenido en el país un destete muy pobre: 11,5 millones de terneros. La cifra garantiza una marcada escasez de carne y precios bien superiores a la media histórica, por lo menos por tres o cuatro años más. Esta prosperidad y estos precios dependerán directamente de que tan rápido se recuperen los nacimientos, lo cual repercutirá indefectiblemente en la faena y en la oferta de carne para consumo. Los datos dispersos que conocemos de la Campaña de Vacunación de este año indican todavía un crecimiento muy modesto del stock (alrededor del 1 por ciento), pero en principio debe decirse que los datos de la vacunación de este primer semestre no pueden diferir significativamente de la correspondiente a la 2ª Campaña del año pasado.

Destete y faena

La faena creemos que ya tocó un piso (10,6-10,8 millones de cabezas anuales) y de acá en más el crecimiento del stock estará dado por los mayores nacimientos y destetes, que ya descontamos se darán este año y los años próximos. Si para el otoño próximo, el destete se ubica en los 12,4 millones de terneros (ocho por ciento con respecto al 2011), el balance sería el siguiente: entrada, 12,4 millones, salida, 10,5 millones de faena y 0,8 millones de cabezas de mortandad; saldo al final del ejercicio, positivo en 1,100 millón de cabezas. El problema es que creciendo a razón de 1,1 millón de cabezas al año (2,2 por ciento), tardaremos más de 11 años en recuperar el stock que teníamos en 2007, antes de la seca y de la “defensa de la mesa de los argentinos”. Por otro parte, la retención es hoy muy marcada, pero no se está dando en todos los productores ni en todas las zonas, y podría verse afectada por la “profundización del modelo” que puede venir después de las elecciones. La retención, además, está expuesta a cambios en la situación económica general, que hoy todavía es buena, o a nuevos episodios de “clima extremo”, como tuvimos en el 2007-2009. No hay que dar por sentado que de acá en más el rodeo de cría va a crecer ininterrumpidamente. Hoy el rodeo de cría nacional, ubicado en unos 20 millones de vientres, muestra una tasa de destete que, aunque recuperada con respecto a los bajos niveles que tuvo durante la seca, es igualmente muy baja: 60 por ciento. Debe recordarse que las pérdidas preñez-destete se ubican a nivel nacional en el 10-12 por ciento y que como consecuencia del desorden que ya tenían muchos rodeos antes de la seca grande, y que acentuó la seca, todavía se mata un porcentaje alto de vientres preñados, especialmente vacas. En los frigoríficos nos dicen que se sigue matando un buen número de vacas con preñez chica. Por todo lo apuntado, la variable más importante a seguir en los próximos años será el número de terneros logrados, que conocemos en forma anticipada todos los años en la vacunación de primavera y que confirmamos al año siguiente con la vacunación de otoño.


Una oferta muy baja

Mientras el destete se ubique en el orden de los 11,5-12,0 millones de terneros, y la retención que quita un millón o más de hembras jóvenes todos los años a la faena persista, la oferta de carne en la Argentina seguirá siendo muy baja (2,5-2,7 millones de toneladas), el consumo muy pobre (55-56 kilos), las exportaciones muy bajas (250-300 mil toneladas) y los precios muy altos.