Palo y a la bolsa

En el marco de la Agroactiva, el presidente de la Bolsa de Rosario remarcó la urgencia por normalizar el mercado del trigo en la Argentina.

Federico Aguer

[email protected]

Muchas novedades en el primer día de la Agroactiva. Bajo una densa capa de niebla, Hermes Binner lanzó su discurso más duro al Gobierno nacional, proclamándose sin pelos en la lengua como el candidato del campo.

Curiosamente, el stand que agrupa al Ministerio de Agricultura, el INTA y el SENASA refleja la fuerte apuesta oficial a esta expo en particular, y a través de estas entidades, al sector en general. Por otro lado, se manifestaron quienes sufren el cerrojo de las políticas oficiales a los mercados de granos. Cristián Amuchástegui, presidente de la Bolsa de Cereales de Rosario, remarcó la necesidad de torcer el rumbo en este sentido. “Para el productor, la intervención implica una pérdida de entre U$S 30 y hasta 50 por tonelada, y entre un 20 y un 25 por ciento del precio bruto que el productor factura, con lo cual el margen se achica considerablemente por que los costos no varían”, explicó en una concurrida rueda de prensa.

Para el titular de la Bolsa, el otro problema es que al no haber mercado demandante, el productor no puede vender el trigo hoy. Se calcula que hay entre 6 y 8 millones de toneladas en manos de los productores, “que no es que lo retengan para obtener un mejor precio, sino que necesitan venderlo para financiarse y no consiguen compradores”, agregó.

Puntualmente, reiteró el ofrecimiento de un trabajo técnico presentado a las autoridades nacionales, el cual no tuvo respuesta. “Para solucionar el problema del trigo la Bolsa le acercó al Gobierno nacional hace una par de años propuestas técnicas que demuestran que dejando abierta la exportación nunca faltó trigo en la Argentina, porque le precio del cereal incide entre un 10 y un 15 por ciento en el precio del pan. Y si se liberara el precio del trigo, y su valor subiera un 50 % incidiría en el precio del pan en unos 50 centavos”, graficó.

De esa manera, lo que erogaría el Estado sería menor que los subsidios que está pagando ahora. “El sistema de subsidiar a toda harina del consumo interno produce que ese dinero vaya a todo tipo de consumo de harina en vez de ir directamente a quien lo necesita que es el asalariado que sufre cada aumento”, finalizó.

Al volver de la muestra, nos cruzamos con productores que supieron burlar el cerrojo redoblando la apuesta. “El trigo se puede vender, pasa que algunos especulan hasta el final”, criticaron con ironía.

La agenda invita a pasar por Agroactiva. El debate está abierto y hay muchas cosas para mirar y seguir aprendiendo.