Más calcio en embarazadas,menos caries en los niños

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La buena ingesta de calcio durante el embarazo significa también menor presión arterial en los hijos.

El suplemento de calcio durante el embarazo podría reducir en forma significativa el desarrollo de caries en los niños. Esa conclusión se desprende de un estudio argentino según el cual el 63,3% de los hijos de madres suplementadas con calcio presentaron caries frente al 86,6% de los niños cuyas madres no lo recibieron.

TEXTOS. BRUNO GELLER, AGENCIA DE NOTICIAS CIENTÍFICAS Y TECNOLÓGICAS ARGENTINA (Agencia CyTA-Instituto Leloir)/REVISTA NOSOTROS. FOTO. EL LITORAL.

El suplemento de calcio durante el embarazo disminuiría el desarrollo de caries en los hijos, indica un estudio publicado recientemente en la revista científica Acta Obstetricia et Gynecologica Scandinavica.

Para identificar esa asociación, se realizó un estudio donde se efectuaron exámenes dentales a 195 niños de 12 años de un hospital de la ciudad de Rosario. En una investigación anterior, las madres de esos mismos niños fueron divididas en dos grupos durante su embarazo. Algunas de ellas recibieron un suplemento diario de calcio de dos gramos durante la gestación y otras no.

“El análisis mostró que aquellos niños cuyas madres habían tenido un suplemento de calcio durante su embarazo tuvieron una menor frecuencia de caries dentales. El 63,3% de los hijos de madres suplementadas con calcio mostró al menos una caries, mientras que entre los niños cuyas madres no habían recibido ese suplemento, el porcentaje se elevó al 86,6”, señaló a la Agencia CyTA una de las autoras del artículo, la licenciada Luz Gibbons, experta en bioestadística del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), organización dedicada a la investigación, la educación y la cooperación técnica.

Y agregó: “Lo que se sugiere en nuestro estudio es que la buena ingesta de calcio de la madre produce una mejor mineralización de los dientes fetales y también cambios en el metabolismo del calcio, hechos que se prolongan en la vida extrauterina.”

También participaron en distintas fases de esta investigación Graciela Rasines, odontóloga de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y directora de la Comisión de Odontología Basada en la Evidencia de la Asociación Odontológica Argentina, y Eduardo Bergel, bioquímico y miembro del Departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La realización de este estudio requirió que las madres brindaran su consentimiento para que sus hijos se realizaran una evaluación de salud dental ante una especialista. La encargada de dicha tarea fue la odontóloga rosarina Alejandra Luetich de Bergallo, quien analizó a los niños sin conocer a qué grupo de ingesta de calcio durante el embarazo pertenecían sus madres.

Dicha profesional falleció unos años antes de haberse completado los análisis de este estudio. “Ella llevó adelante una excelente labor y el equipo de trabajo hizo un sentido reconocimiento al mismo en la publicación”, destacó Gibbons.

TAMBIÉN LA PRESIÓN

El estudio sobre la relación entre ingesta de calcio y desarrollo de caries en hijos se desprendió de un seguimiento a un grupo mujeres que habían participado de una investigación clínica realizada en Rosario entre 1987 y 1989 y cuyos resultados derivaron en un estudio publicado en el New England Journal of Medicine.

“Dicho estudio consistió en la aleatorización de embarazadas voluntarias a recibir un suplemento de 2 gramos de calcio o un placebo. Allí se demostró que aquellas mujeres que recibieron el calcio tuvieron una incidencia de problemas hipertensivos en el embarazo menor a las que recibieron un placebo”, indicó Gibbons.

Y agregó que dicho estudio “fue originado en observaciones que mostraban mejores cifras de presión arterial en individuos con mejor consumo de calcio. El calcio actuaría disminuyendo la tensión en los músculos que rodean las arterias y de esa manera disminuye la presión arterial”.

Parte de estas mujeres fueron contactadas 12 años después para realizarles a sus hijos estudios sobre hipertensión. Así se demostró que la buena ingesta de calcio durante el embarazo significa también una menor presencia de hipertensión en los hijos.

“Esta observación muestra que durante la vida fetal puede haber influencias que repercutan en el futuro del hijo/a. A este fenómeno se lo llama ‘programación’ fetal y existen otros hallazgos similares en la literatura científica”, puntualizó Bergel.

Los resultados de este trabajo científico sobre hipertensión fueron publicados en la revista científica British Medical Journal. “A partir de este estudio surgió la hipótesis de que una adecuada ingesta de calcio durante el embarazo podía tener algún efecto en el desarrollo dental durante la vida fetal y que dicho efecto pudiera extenderse hasta la vida extrauterina. Basado en estos estudios y en otros metabólicos, se sugiere que las mujeres embarazadas deben consumir al menos 1 gramo de calcio diario. Durante el embarazo la ingesta debe suplir no solamente los requerimientos de la madre sino también los del feto”, concluyó la odontóloga Rasines.

Lo básico, la leche

La Sociedad Argentina de Nutrición (www.sanutricion.org.ar) también advierte a las embarazadas que el consumo de menos de una taza de leche por día puede producir deficiencia de vitamina D y disminuir el peso del bebé.

En la edición del 25 de abril de la revista de la Asociación Canadiense de Medicina, tres investigadoras publicaron un trabajo que destaca la importancia de una alimentación variada y completa durante el embarazo. Las autoras señalan -advierte la entidad- que existe un número creciente de futuras mamás que restringen el consumo de leche de vaca fortificada con vitaminas durante el embarazo porque creen que puede hacerlas engordar mucho, para tratar una supuesta “intolerancia a la lactosa” auto-diagnosticada, o para prevenir futuras alergias en sus niños. Pero esto no es así. Las embarazadas deben saber que la restricción de nutrientes esenciales durante la gestación puede tener efectos negativos sobre el desarrollo fetal.

Aunque la mayoría de los nutrientes presentes en la leche pueden ser reemplazados por otros alimentos o con suplementos, la vitamina D se encuentra en muy pocos alimentos de los que habitualmente se consumen, excepto en las leches fortificadas con la vitamina

Por otro lado, la vitamina D que se consume se encuentra inactiva. Para activarse, necesita de la luz del sol en contacto con la piel. En condiciones óptimas, 15 minutos diarios de exposición de las manos y la cara al sol son suficientes para producir una adecuada cantidad de vitamina D activa.