De “El deshoje”
“Árbol”. Costa Central, Chancay, Perú (Período Intermedio Tardío).
De “El deshoje”
“Árbol”. Costa Central, Chancay, Perú (Período Intermedio Tardío).
Por Alejo González Prandi
Preguntas y respuestas de la casa
quién dejará la casa
quién irá a visitar mi muerte
qué harán de la casa cuando no pueda estar
qué palabras serán dichas como atmósferas
qué se cruzará en el camino como un sol
volveré entonces a la casa para saber quién anda por ahí
volveré con ánimo de palabras no dichas
volveré temprano y sabré qué hacen de mi muerte
cuando no estoy
volveré si es verdad que aman a la casa
por qué no se llevan la casa lejos de mí
de los otros que están en mí
por qué no la dejan tranquila con sus funciones
de lágrimas sombras y fantasmas
por qué no hacen de la casa un lugar para los amigos en el corazón
por qué no construyen una casa que tenga sólo lugares para amar
por qué no una casa con otra adentro y otra adentro
así hasta el final de todas las casas
volveré para robar los momentos no vividos
volveré con nuevas máscaras de mujer
volveré para encontrar las distancias que se van de la casa
volveré a cavar los gritos los golpes las deformaciones
que hacen a la historia de la casa
volveré para encontrar la casa en lo profundo de mí
El muerto
ya no puedo volver
fue sencillo abandonar el mundo
silenciar las palabras
vivir a través de las voces de las cosas
fue tan grave y romántico
descubrir que en la soledad
un muerto
puede fundar una poesía
La vida oscura
qué es perder
amigos
en nuestra vida oscura
el dolor
por nosotros mismos
es tan inútil y necesario
qué es perder
en nuestra vida
y después darse cuenta
que los muertos nos han cambiado
También la convierto en mariposa
cuando era niño creía que todo podía ser
convertido
las madres y los padres nunca morían
mi cabeza siempre iba a pasar
por las rejas de la casa
y en la oscuridad
ocurrían cosas que nadie sabía
el misterio detrás del cuadro del padrino
desaparecido
iba a llegar a la vida que nunca se pudo
la que siempre se quiso
por eso la mujer pintada de verde
los títeres con cuerpos de botellas verdes recobrando
a los muertos que fueron todos los amigos
la coca y el vino quemando la frente
los libros conjeturados de los poetas que cantan al ciprés
de la mujer que esconde a los que vienen de lejos
y son matados lejos de lo que vivieron
yo he creído
que todo podía ser convertido en mariposa
en las uñas enterradas en el rostro de la madre
en la soledad que nunca es soledad
en los objetos que cuelgan de las paredes
de aquello que ya no está en la tierra por la muerte
siempre creí de chico en esa luz perdida
al fondo de todo
iluminando mi paso
el que daré y el que no daré