Un fabricante de emociones
Un fabricante de emociones

Adrián Abonizio
Fue parte de la llamada Trova Rosarina, de la que es muy crítico. Tras años de componer poesía y música, comenzó a incursionar en otras facetas del arte como la literatura y el cine.
TEXTOS. REVISTA NOSOTROS (*). FOTO. archivo el litoral.
TROVA ROSARINA. “Fue un accidente de la historia, de una épica amplificada por los boludos y minimizada por los envidiosos, nunca puesta en el lugar que corresponde. Porque te prueba quién sos, el poder del dinero, la falta de solidaridad entre los músicos. Si me pedís una definición política, yo soy anarquista en mis ideas, no en mi práctica política. Yo creo que dejamos pasar la oportunidad de fortalecernos. De hacer un bloque abierto, pero compacto. Y a mí me sirvió para saber que la condición humana, así como las películas policiales, están dominadas por el dinero y está determinado por quién sonríe mejor en la foto. Rescato la inconciencia y la heroicidad de la inconciencia.Toda esa épica fue interesante porque nosotros mismos la alimentamos y la creímos. Pero como en las crónicas policiales, cuando aparecen los intereses y el divide y reinarás, uno se pone paranoico y dice: ‘bueno muchachos, nos han dividido’ ”.
COMPONER. “Se empieza normalmente con unas frases ya sean literarias o musicales. O un texto completo -poesía- que tenga el formato para ser musicalizado. O bien tratando de ponerle letra a una melodía que se nos ocurre. Es importante anotar todo para no olvidarse pues las ideas son muy frágiles y se vuelan rápido. Las “buenas letras” no necesariamente tienen que rimar. Ahora, el que sabe rimar corre con ventaja. Hay que leer de todo y mucho, casi como un vicio, pues las ideas que uno genera vendrán de allí y del mundo exterior, de los estímulos externos. El mejor sigue siendo la lectura, no obstante. Y si se puede acceder a anécdotas de cómo fueron hechas las canciones y entonces uno puede comprender que hasta el autor más refinado y superior tuvo las mismas dificultades que uno mismo, eso alienta pues nos iguala y nos hace sentir cómplices o colegas de quienes admiramos”.
NOVELA POLICIAL. “La novela es una canción larga. Sólo que algunos escriben buenas novelas y yo buenas canciones. Yo sé hacer canciones, pero no sé si sé hacer novelas. Y en la ecuación, me di cuenta de que quería escribir una novela. Me tuve que hamacar mucho, mezclé estilos, acudí a la psicodélica, a las drogas medicadas, llegue a donde llegué, que fue a terminar una novela. El policial es un género que, bien tratado, bien escrito, es como un juego de ajedrez. Yo quise hacer algo que refleje el mundo conflictivo en el que vivimos, donde por lo general los delitos no son los económicos, son los crímenes, los asesinatos, torturas, quemas de mujeres. Son delitos por falta de afecto, por búsqueda de afecto. Parece muy simplista, pero dentro de cada criminal hay un tipo que no tuvo lo que este mundo parece que te ofrece. Entonces la trama policial es una excusa para contar esa búsqueda del amor que te convierte en criminal. Yo me quise meter en un terreno donde está metida la alta mafia, todas las cosas cursis, algunas profundas, algunas que no me salieron”.
LECTURA. “La lectura es la madre fundamental de la inspiración. Quien no lee difícilmente podrá transmitir fielmente sus sensaciones. En mi escritura han influido desde los escritores que se daban en el colegio y eran obligatorios -Horacio Quiroga, Conrado Nalé Roxlo, Alfonsina Storni, José Hernández con el Martín Fierro- hasta las historietas, el diario. Luego, al crecer, uno va mechando autores extranjeros con nacionales o regionales de América Latina para ir afirmándose como identidad. Es bueno leer a autores ingleses, pero el estilo al componer algo propio no debe estar dictado por la gramática de otras tierras; debe ser propio de donde uno ha nacido. No hay que descartar lo ajeno, todo lo contrario, pero uno habla, hace sus pausas, cuenta sus dichos nacidos desde dentro de la tierra donde uno ha germinado. El que no lee o ignora o, peor aun, detesta lo propio, es esclavo de los demás. Informarse con buenas fuentes, crearlas, investigarlas es el principio de la liberación cultural. Pensar con ideas propias o parecidas a tu hermano de lugar te hace más fuerte, pues hacia ellos irá dirigido lo que hagas”.
ARTE Y POLÍTICA “Todo lo que está iluminado por el haz de la política no redunda en buen arte. Redunda en movimiento, en participación, en que se hagan libros de historia, canciones para una murga, etc. Pero el artista es un ser solitario, así trabaje con miles de personas. Tiene que ser un tipo ferozmente crítico con él mismo y con lo que ve. Yo espero que haya más participación. Que más gente se dé cuenta de que es más fácil escribir de lo que le hicieron creer, que es más fácil actuar, hacer música, que se puede. Lo que pasa es que, durante mucho tiempo, nos hicieron creer que no se puede. Creo mucho en los movimientos de vanguardia, pero la vanguardia es muy cagona en este país. Creo que la década del ‘90 le limpió la cabeza a la gente. Los afectó para siempre. Uno recién ahora ve en la generación de los que tienen 35, 40 años, alguna novela; en el medio hay una desaparición forzada de gramática, oratoria y de inventiva”.
(*) Fuentes. Revista Veintitres y Letralia.
PROYECTOS
“Estoy por sacar tres discos. Uno es de tango, que lo hice con músicos de Buenos Aires. Yo laburo mucho, estoy por terminar el tercer disco. Después grabé otro que se llama ‘La madre de todas las batallas’ y un tercero que se llama ‘Embarcaciones’. No soporto hacer temas de otros. Ha proliferado tanto el tanguerismo que cualquiera canta versionando, que me parece bárbaro. Pero es una trama indigna, el conocido no hace temas nuevos porque canta para un público, y al que es nuevo y canta temas nuevos no lo escucha nadie. Pero bueno, son apuestas. La misma que hice cuando tenía 18 años con la Trova, que no te conocía nadie y salió bien”.
CINE
“Fui convocado por Daniel Burman para filmar una película en Rosario, en el City Center, en la ruta y en Buenos Aires. Hago de mí. Está buenísimo. Burman es uno de los pocos tipos que filma en la Argentina, y sin esa tonada impostada porteña. Yo viví 14 años en Buenos Aires y los porteños no hablan como en las películas. Es una película sobre la Trova, casualmente. Y la Trova canta y se encuentra después. Trabajan Jorge Drexler y Valeria Bertuccelli. Además con Javier Martínez Lo Ré, estamos armando una ópera sobre el Che Guevara”.
así soy yo