Urología: métodos mini invasivos animan a la consulta de hombres

Los pacientes que tienen alguna patología en su próstata se están animando a consultar al urólogo porque existen técnicas mínimamente invasivas para tratarlas. Ofrecen múltiples beneficios: menores molestias y dolores, rápida recuperación y reinserción laboral.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FOTO. EL LITORAL.

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La novedad en cirugías prostáticas es la vaporización prostática del plasma.

Una vez por año

“Esperar hasta último momento para diagnosticar una patología no es bueno para una medicina preventiva. Se deben poder detectar precozmente enfermedades de mal pronóstico, en cualquier rama de la Medicina y también en Urología”, remarcó el Dr. Fernando Soldano.

Por eso, recordó que “el paciente no debe esperar y consultar por síntomas como levantarse con mayor frecuencia a la noche para orinar, disminución del chorro miccional o por trastornos miccionales. Sugerimos que el varón se controle a partir de los 40 años y, más aún, si existen antecedentes familiares consanguíneos (abuelos, padres, tíos)” de enfermedades relacionadas con la próstata. Y agregó: “El control urológico es muy simple. De estar todo normal, se sugiere realizarlo una vez por año. Consiste en una ecografía y un análisis de sangre, donde se evalúa al paciente de manera integral, al que se suma el análisis del antígeno prostático, que es el marcador que descarta el cáncer de próstata. Si existe alguna duda, también se debe realizar el examen digital de la próstata, que es lo que molesta al varón pero es lo único que garantiza para confirmar una enfermedad, potencialmente curable”.

La consulta anual con el urólogo no es algo de lo que hablan los hombres en sus peñas, a diferencia de lo que ocurre con las mujeres respecto de sus controles ginecológicos. Lamentablemente, no es un tema sobre el que ellos se expresen abiertamente porque -en muchos casos- no concurren a visitar a este profesional por pudor, miedos y preconceptos.

Sin embargo, las modernas tecnologías y nuevas técnicas de abordaje de estos pacientes para ciertas patologías están permitiendo que se animen a visitar al especialista.

“Tradicionalmente, el varón no quería consultarnos -además de por causa del examen digital- por las grandes dolencias que conllevaban los tratamientos urológicos, fundamentalmente la cirugía prostática. Pero actualmente estamos viendo que está consultando mucho más, que le pierde el miedo al sufrimiento, más allá de que sabe que se le puede detectar un problema benigno o maligno”, aseguró el Dr. Fernando Soldano, urólogo especializado en cirugías mínimamente invasivas de la ciudad de Rosario.

Y acotó: “Siempre comparo esta situación con el sillón del odontólogo: nadie quería hacerse ver la boca porque era un sufrimiento terrible y hoy se mejoró todo para lograr el menor sufrimiento del paciente y la mejor resolución de los problemas. Además, controlarse no está de más y eso genera una mejor y más prolongada calidad de vida”.

En este sentido, planteó que “en el mundo, la Medicina y sobre todo el área quirúrgica, viaja a un camino ya sin retorno a la miniinvasividad, aplicable a cualquier área de la Medicina, como la Urología. Esto significa que los procedimientos deben tratar de ser lo menos invasivos o agresivos posible para el paciente, lo que va de la mano de menores molestias y dolores, rápida recuperación y reinserción laboral. Además, tratamos de que la gente tenga la menor estadía intrahospitalaria y que se recuperen prácticamente sin cicatrices”.

SIN CICATRICES

“La cirugía sin cicatrices es nuestro objetivo”, aclaró el Dr. Soldano, y se explayó: “Nació con la cirugía laparoscópica. En vez de hacer largas incisiones, que provocaban grandes molestias y dolores y una recuperación prolongada en la mayoría de los pacientes, la laparoscópica vino a mostrar una alternativa sin incisión, que consiste en introducir trócares -dispositivos que permiten la entrada y salida de los instrumentos quirúrgicos- para poder lograr la misma cirugía”.

Pero los avances en técnicas quirúrgicas permitieron dar otro gran paso. “Hoy se puede hacer -en vez de tres, cuatro o cinco punciones- una única punción transumbilical u operar a través de orificios naturales, como ocurre en la vaporización prostática de plasma. Permite operar la próstata de cualquier volumen a través de la uretra”, precisó el profesional.

Y agregó: “La antigua cirugía transuretral se llevaba a cabo con una tecnología que ya quedó obsoleta, que trabajaba con agua destilada, lo que era bastante perjudicial para la salud del paciente, y a la vez se podían operar próstatas de muy pequeño volumen (no mayor a 60 gramos), mientras que la indicación de cirugía -en general cuando es quirúrgica- surge a partir de 80, 100, 150 ó 200 gramos. La mayoría quedaba fuera del alcance de una cirugía de resección endoscópica”.

OTROS BENEFICIOS

La vaporización prostática del plasma permite que el paciente tenga una estadía de menos de 12 horas de internación y será dado de alta sin sondas. Además, evita el sangrado y disminuye los riesgos de infección porque no se usan los catéteres sonda. Otra ventaja consiste en que disminuyen los costos de la cirugía a medida que se van masivisando estas técnicas.

Esta técnica -acotó el Dr. Fernando Soldano- se indica puntualmente en la hipertrofia prostática benigna, que consiste en el agrandamiento de la próstata, que genera obstrucción y síntomas urinarios. Es la patología más frecuente de origen prostático, a la que le sigue el cáncer de próstata. Para esta última, si bien se puede utilizar la vaporización para la desobstrucción del cáncer pero no para curarlo, también se puede ofrecer la cirugía videolaparoscópica, la resección de toda la glándula con los ganglios linfáticos que están vinculados a la próstata. En este caso, hay que hacer un abordaje transabdominal para poder cumplir con este objetivo oncológico.

Por último, agregó que “la tercera indicación de la vaporización prostática del plasma es el tumor de vejiga. Pueden ser abordados con este técnica y a través de la uretra, logrando mejores resultados”.