Negó los cargos en su contra

Prófugo del asalto al Bapro

habló desde la clandestinidad

Télam

Un ex empleado bancario que está prófugo por ser el supuesto “entregador” en el robo boquetero al banco Provincia de Belgrano, ocurrido en Año Nuevo, habló hoy desde la clandestinidad y dijo que “es una mentira total” toda la acusación en su contra.

“Yo no tengo nada que ver, me involucran por el conocimiento que tengo con Marín”, dijo Aldo Vignoli, en referencia a Héctor Esteban Marín, quien está detenido por presuntamente ser el organizador del golpe en el que fueron saqueadas 136 cajas de seguridad del banco situado en Cabildo y Echeverría.

De ese robo, hace 10 días, se recuperaron casi medio millón de dólares y más de un kilo de joyas que estaban en dos cofres de una ex directiva de la entidad y hermana de Vignoli.

Según relató Vignoli al programa Inocentes y Culpables de radio Mitre, permanece prófugo y no se entrega ante la Justicia, ya que considera que no tiene “ningún tipo de garantía constitucional”.

“No dejan presentar a mi abogado en la causa, ni siquiera me toman una declaración”, agregó, mientras que al ser consultado acerca de por qué cree que fue vinculado por la justicia al asalto, dijo que es porque existen cruces telefónicos con algunos de los imputados.

Según él, con Marín iba ‘a armar una cooperativa, pero fueron falsas promesas‘, aludiendo a un presunto engaño del que fue víctima.

“Nos destruyeron”

En referencia a la acusación que pesa sobre su hermana, en cuya caja de seguridad la Policía halló parte del botín robado, Vignoli dijo que “esa es otra mentira, ella no tiene nada que ver con esto. Nos destruyeron la familia y el apellido”.

“No entiendo qué está pasando, esto es una gran confusión, es una caza de brujas. Me hace acordar a los años de plomo de la dictadura”, concluyó.

El robo al Bapro de Belgrano se cometió el fin de semana de Año Nuevo en la sucursal de Cabildo y Echeverría, donde tres delincuentes con pasamontañas ingresaron a la entidad a través de un boquete y robaron el contenido de 136 cajas de seguridad.

Los investigadores determinaron que para realizar el boquete los ladrones alquilaron por 13.000 pesos mensuales en julio último una oficina a 30 metros del banco, donde comenzaron a cavar el túnel.

Lo llamativo para los pesquisas es por qué los ladrones esperaron hasta la madrugada del lunes 3 de enero para llevarse el dinero y las joyas que robaron, si a las 5 del viernes 31 ya estaban dentro del tesoro y quedaron grabados por las cámaras de seguridad.

Las alarmas antisísmicas sonaron en varias oportunidades durante ese fin de semana largo, pero la policía sólo fue a constatar las instalaciones del banco por afuera y nunca ingresó.

Por el caso, hay seis procesados con prisión preventiva, pero los investigadores creen que la banda era más grande.