La causa contra Lucila Frend

Las dudas que todavía encierra el

juicio por la muerte de Solange

El “crimen de las amigas” que se ventila desde hace varios días, todavía tiene varios elementos que no han podido se develados y que necesariamente tienen que ser resueltos para lograr un veredicto.

Télam

A dos semanas de su inicio, el juicio oral por el crimen de Solange Grabenheimer, ocurrido en 2007 en un PH de Vicente López, arroja más dudas que certezas sobre varios puntos clave que los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro necesitarán tener en claro a la hora de dar un veredicto.

El primer punto a resolver es el momento exacto de la muerte. El médico de la Policía Científica Eugenio Aranda -único en ir a la escena del crimen-, declaró categóricamente que para él el asesinato fue entre la 1 y las 7, lo que complica a la imputada Lucila Frend, que recién salió del PH a las 7.30.

Pero el médico legista de la División Homicidios bonaerense, Julio César Julián, dijo que para él, el crimen se cometió entre las 10.10 y las 13.10 del 11 de enero de 2007, lo que deja afuera de la escena del crimen a Lucila.

Otros médicos afirmaron que no se puede estimar con precisión la franja horaria, y como en toda causa judicial, la duda beneficia al imputado.

¿Cómo la asesinaron?

Algunos peritos, como Luis Kvitko de la querella, aseguran que Solange fue apuñalada cuando estaba durmiendo boca arriba en la cama.

Otros, como el criminalista Raúl Torre, que el asesino la atacó cuando ella estaba de espaldas, y otros como el jefe de Policía Científica Marcelino Cottier, que la víctima estaba recostada sobre su lateral derecho.

Aparte de las cuatro puñaladas que claramente Solange recibió en el cuello, los expertos no se ponen de acuerdo en definir de qué se tratan las heridas que la víctima tiene dibujadas como cuatro o cinco líneas transversales en el cuello.

Algunos, como Torre, creen que fueron provocadas por el lomo del cuchillo, otros como Kvitko, que fueron dibujados con la punta del arma blanca y otros como la médica autopsiante Mónica Pellegrini o el médico de Homicidios Julián, que se trata de surcos de ahorcadura.

Otro elemento de disputa es si el asesino es zurdo o diestro ya que dos expertos, Torre y Cottier, se inclinaron por la posibilidad de que por el ángulo de incidencia de las puñaladas, el asesino era zurdo -como lo es Lucila-, pero otros como Julián dijeron que pudo ser zurdo o diestro y que es imposible determinarlo, ya que habría que conocer fehacientemente la posición en la que estaban víctima-victimario.

El ingreso al PH

Lucila declaró en el juicio que la puerta-ventana del balcón de la habitación de Solange siempre quedaba abierta porque estaba rota y no se le podía echar llave, dando a entender que el asesino pudo haber ingresado por allí.

Algunos policías declararon que esa puerta no se podía abrir porque la ubicación de la cama impedía su apertura, pero el médico Julián demostró con una foto que esa puerta abría hacia afuera.

Además, uno de los puntos centrales de la acusación del fiscal Alejandro Guevara contra Lucila Frend es que no se hallaron dentro del PH huellas o rastros de ningún extraño, pese a que ese día hubo lluvias.

Pero la actuación de la Científica quedó cuestionada cuando uno de sus integrantes comentó que cuando fueron a hacer una nueva inspección a una semana del hecho, la escena había sido alterada porque había estado la madre de Solange con una abogada retirando documentación.

Uno de los jueces también cuestionó el hecho de que no se secuestraran para enviar a laboratorio todos los cuchillos que había en la casa.

¿Hubo llamados a Sol?

Lucila declaró que aquel 10 de enero de 2007 estaba preocupada porque no había podido contactarse con Solange. En la causa, quedó corroborado que al menos envió dos mensajes de texto desde la página de Nextel al aparato de Sol. Sin embargo, una empleada del local Autotint de polarizado de autos donde Solange trabajaba niega que Lucila haya llamado ese día, pero en los registros telefónicos existe una llamada de 12 segundos desde el trabajo de la acusada al negocio.

En tanto la defensa de “Luli” mostró en el juicio una serie de cinco intentos de comunicación que hubo aquel 11 de enero desde el celular de Solange a la casilla de correo de voz.

En el juicio fue interrogada una experta, pero no quedó claro si el asesino o alguien intentó llamar a la casilla o si esos intentos de comunicación eran provocados automáticamente por el teléfono porque aún no se habían levantado los mensajes.

Las dudas que todavía encierra el  juicio por la muerte de Solange

Lucila Frend rodeada por sus abogados.

Foto: Archivo El Litoral

Tres elementos misteriosos

El primero. Hay una fotografía de la autopsia en la que se observa que en el muslo derecho de Solange quedó grabada claramente la impronta de un encendedor tipo “BIC” que estuvo un tiempo debajo del cadáver y nunca fue encontrado en la escena del crimen.

Algunos creen que el asesino regresó a la escena para retirarlo y evitar que ese encendedor lo incrimine y que por eso el cadáver fue tirado de la cama al piso.

Otros peritos creen que en el momento del levantamiento del cadáver, nadie le dio importancia y otros hasta sugirieron que sin intención de ocultar nada, algún funcionario o testigo se lo pudo llevar porque le gustaba.

El segundo. Cuando el 10 de enero de 2007 Lucila y Santiago, el novio de Solange, ingresan al PH y encuentran a la joven asesinada; estaba sonando el reloj despertador a pila que la víctima había puesto para levantarse a las 10 de la mañana.

Como se trata de esos relojes que si no se desactiva el botón volverá a sonar 12 horas más tarde, en este caso a las 10 de la noche, el fiscal cree que la asesinaron antes de las 10 de la mañana.

El tercero. Cuando ingresaron al PH, Lucila y Santiago también encontraron la base del teléfono inalámbrico -que también funcionaba como contestador- completamente desenchufada.

Se cree que el asesino lo desconectó porque permaneció un tiempo en el lugar y le molestaba que alguien llamara a la casa mientras él estaba presente.

La posición del cadáver

Finalmente hay un elemento importante y es la posición en la que estaba el cadáver de “Sol”. El fiscal cree que “Luli” pudo describir en la comisaría la posición exacta de cómo estaba el cadáver de su amiga -boca abajo en el piso- porque ella fue la asesina. Para sostenerlo, señala que él recién la hizo subir a la habitación cuando los médicos la habían movido y el cadáver estaba boca arriba. El novio de “Sol” dijo que, cuando encontró el cuerpo, él subió solo y Lucila se quedó abajo, pero luego debió admitir que ella podría haberlo hecho después de que él salió de la casa.

/// EL DATO