POR SEGUNDO AÑO CONSECUTIVO

Un grupo de voluntarios asiste a personas que duermen en la calle

Bajo el nombre Actitud Solidaria, recorren la ciudad para brindar abrigo, comida y bebidas calientes a los indigentes. Salen entre los domingos y los viernes y asisten a más de 30 personas.

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

La ola polar de los últimos días llevó los termómetros hasta más abajo de 0º y en este contexto, la situación de las personas que se ven obligadas a dormir en la calle -a la intemperie- recrudece. Pero desde el 30 de mayo, manos amigas se acercan a ellos para entregarles una bebida caliente, un plato de comida y un abrigo que les permita sobrellevar mejor la crudeza de la noche. Es que desde esa fecha -y al margen de las acciones que realizan las autoridades- Actitud Solidaria comenzó por segundo año a llevar adelante su tarea voluntaria.

Martín Mónaco, enfermero de 29 años, coordina este grupo que recorre las calles de domingos a viernes. “Salimos con comida caliente que se elabora en mi casa o la de los otros integrantes del grupo”, contó. Entre otras cosas ofrecen sopa, bebidas calientes y golosinas, a lo que se suma ropa de abrigo, frazadas y hasta almohadas. “Incluso nos donaron naranjas, que dan una buena ayuda porque aportan vitamina C”.

En este momento, el grupo sale de domingos a viernes (desde las 21.30 ó 22) y realiza un periplo que les lleva unas tres horas. “Los sábados no salimos, porque el centro está lleno de gente y las personas que están en la calle aprovechan para pedir o cuidar autos y es más difícil encontrarlos”, explicó Mónaco. En total, son 11 personas las que comenzaron a recorrer las calles desde los primeros días de frío, más otras 7 que se fueron sumando después.

A pesar de que el trabajo fuerte arrancó este mes, ya en abril el grupo comenzó a salir una o dos veces por semana para realizar un relevamiento, ubicar a las personas y obtener datos como talles de ropa y calzados. Hay que señalar que el funcionamiento está garantizado por las donaciones de mucha gente. “Algunos siguen con nosotros desde el año pasado, otros nos han ido escuchado en los medios de comunicación”, explicó Mónaco.

Situaciones

La realidad de los que deben dormir en la vereda es muy variada, afirmó el referente del grupo. Hay quienes sufren por alcoholismo, desempleados y otros que fueron a parar allí tras peleas familiares. “Hay un montón de cosas que han sido el detonante para que estén en la calle”, explicó Mónaco. Pero el denominador común es la desesperante realidad: “Anoche cuando salimos, había gente que estaba tapada nada más que con nylon”.

El recorrido está centralizado en lugares cercanos a las avenidas, donde se concentra la mayor cantidad de personas en situación de calle. “Son lugares de mucho tránsito donde pueden tener un sustento, pedir plata o colaboración en algún negocio”, explicó Mónaco. Pero reconoció que hay lugares en los que no acceden por la inseguridad.

Cada noche, dan contención a unas 35 personas, pero sin dejar de brindar ayuda a la gente que está en los semáforos, a los que están cartoneando o a los que revuelven los basureros en medio del rigor del frío nocturno. Si bien admitió que este año vieron menos jóvenes y adolescentes, “apareció gente nueva”, manifestó Martín. Y explicó que “si bien hay un señor de 79 años, la edad promedio es de 45 años”.

Origen

Actitud solidaria es un grupo heterogéneo conformado por gente que tiene desde 16 hasta 56 años. Entre ellos hay estudiantes, empleados administrativos, de comercio, enfermeros, instrumentadores quirúrgicos, médicos y hasta un instructor de manejo.

El origen del proyecto fue el año pasado y no tuvo demasiados preámbulos. “Lo empezamos de un día para el otro”, evocó su impulsor. Al principio fue “todo a pulmón”: eran sólo seis personas que contaban con la colaboración de familiares y amigos, que aportaron lo que tenían a mano en sus roperos.

“Salimos tres semanas con plata de nuestro bolsillo, no nos conocía nadie. Después se vio complicado seguir poniendo plata y acudimos a los medios de comunicación”. A partir de allí, la repercusión fue inmediata. “Hubo un momento en que el teléfono no se llegaba a atender, directamente eran todas llamadas perdidas, no te daban tiempo”.

Un año después, el trabajo de Actitud Solidaria sigue adelante con perseverancia y con objetivos claros.“Todos trabajamos y estudiamos, entonces queda un blanco chiquito como para hacer algo y ese algo, justamente, es el proyecto”.

Solidarios. Una comida y un abrigo para llevar algo de calor a quienes deben afrontar la crudeza de la noche, es la finalidad de este grupo. Foto: Mauricio Garín

Lo que más necesitan

Frazadas, mantas y abrigos

Vasos térmicos y cubiertos descartables

Golosinas de todo tipo

Queso rallado y sopas instantáneas