Frío, falta de inversiones: ¿Crisis?

Un cóctel molotov de leche

Campolitoral

En verano, el problema es la escasez de flujo eléctrico que virtualmente paraliza la producción. En invierno, la dificultad se traslada al gas, insumo también escaso cuyo uso se prioriza para el uso domiciliario. Si el año es electoral, la cosa se empeora.

Para aquellas usinas que dependen exclusivamente del suministro de gas para producir, el tema es grave. Aquellas con un poco más de espalda, ya pusieron en marcha sus mecanismos alternativos, alimentados a fuel oil o gasoil.

Tranqueras adentro, se observa un crecimiento en la producción de leche notable. “Este año tendremos un crecimiento en términos anuales de un 10 % y en términos semestrales del 20 %, comparado con la misma época del año pasado”, le contó a Campolitoral el referente de una importante industria nacional. Para algunos miembros del CIL, ese volumen de producción no encontrará un nicho comercializador y forzará el planchado de los precios tranqueras adentro, aumentando la incertidumbre para los meses de máxima producción (octubre-noviembre).

Para Miguel Paulón, presidente del centro que nuclea a las grandes y medianas industrias, está claro que existe un mayor volumen de producción. “En el primer semestre hemos acumulado un 18 por ciento de mayor producción y para el segundo esperamos de un 6 a un 7 por ciento por encima de 2010, pero estamos haciendo el esfuerzo para hacer la colocación más óptima de esos productos”, dijo.

Es más, Paulón avizora un escenario muy positivo para la lechería. “Estamos viendo un ciclo positivo, por eso los tamberos se lanzaron a producir más, y vemos un escenario promisorio para la cadena en general”. Y le restó importancia a la falta de suministro de gas. “Estas cosas agregan un poco de complejidad, pero no implican una merma en la idea de seguir yendo para adelante”, arriesgó.

Alternativas

Argentina es un país que produce más leche de la que consume. El mercado interno tiene una capacidad de consumo que ya está colmada, y la exportación puede significar una salida interesante, pero no todas las empresas están preparadas para exportar, la mayoría no tiene armado los procedimientos, la capacidad logística ni financiera para hacerlo.

Además, se sabe que el 50 por ciento de la leche producida en el país se destina a la fabricación de quesos, donde todavía persiste mucha informalidad. “Hay mucha producción no registrada que se vuelca al mercado y no entra en las estadísticas”, critican las grandes usinas, a quienes no se les permite estar “flojita de papeles”.

Incluso van más allá y apuestan a la leche de referencia como una salida superadora. “Los productores se quejan, pero el precio tocó su máximo histórico de 39 centavos de dólar. La lechería tiene una alta volatilidad, con picos de máxima y mínima, pero debería haber una corrección por la falta de orden en el sector”, dicen.

La leche todavía no se paga por su calidad. “Una leche de buena calidad tiene un alto impacto en el rendimiento industrial, y eso las industrias no lo reconocen en general. La leche de referencia es una tarea del gobierno. Si los productores se ponen a trabajar por la calidad lo pueden lograr, ese es un desafío. Hoy las condiciones las pone el mundo, no tanto nuestras empresas”, sentenció este referente.

¡Dale gas!

Más allá de las diferencias de opinión, los últimos llamados desde las altas esferas del Gobierno a las industrias para que “bajen la pata” del acelerador fueron lapidarias y generaron una oleada de temor ante la amenaza de sanciones.

Miguel Paulón confirmó que la estrategia del CIL para defenderse pasa por dos frentes. El primero a través del Copal (cuyo presidente y el de la UIA se entrevistaron con el secretario de Energía y con el de Planificación de la Nación para plantear este tema) y la otra de manera directa a través de la presentación de una nota, para que contemplen las cuestiones propias de la láctea, que es una industria que no puede detener el ingreso de la materia prima en su flujo constante. “Este fue un planteo directo al secretario de Energía en forma escrita, igual que el año pasado. En aquel entonces hubo algunas consideraciones al sector, ya que algunas empresas que no pudieron interrumpir el flujo no recibieron las multas correspondientes”, rememora.

Con respecto al daño infringido por la sustitución del insumo, Paulón hizo referencia a que todas las empresas del CIL están preparadas para la sustitución, “pero puede pasar que cuando se da la orden de interrumpir el flujo la misma está elaborando algún proceso que no se puede detener y para eso pedimos ese tipo de contemplaciones”, afirmó.

Lo cierto es que mientras el gobierno destina millones para subsidiar el consumo en lugares como los barrios más caros de la ciudad de Buenos Aires, no hay suministro para producir. Esta semana los diarios comentaban la posible compra de gas envasado a Qatar a precios siderales, un verdadero despropósito.

Mientras la producción se ataja ante una caída del precio, los industriales temen sanciones oficiales por el uso del gas. Prioridades políticas, llamadas telefónicas y - para variar- más incertidumbre.

Cifras y costos

Para la industria, el metro de gas natural cuesta $ 0,75. Si deben usar fuel oil, la cifra asciende a $ 1,90 el kilo. Para el gasoil (en caso de conseguirlo) el número llega a $ 3,87 el litro.

/// el dato

CAMPO_P3ABRE.JPG

Sin gas. Las usinas deben agudizar el ingenio para seguir produciendo en un escenario que no prevé inversiones en el corto plazo para mejorar el suministro.

Foto: Archivo / juan manuel fernandez

Soluciones coyunturales

Las posibles soluciones coyunturales, pasarían por reintegros efectivos a la exportación de quesos. “Podría haber una buena salida de volumen ya que el queso demanda 10 litros de leche por kilo, dependiendo del tipo de queso. Además no le implica al Gobierno ninguna merma recaudatoria, y una efectiva descompresión de la cadena”, dice el primer industrial citado.

El otro tema pasa por el secado de leche. Claro que no todas las plantas están preparadas para exportar; el producto debe estar en un ambiente inerte para una mayor conservación, pero la evolución del precio a nivel internacional de la leche en polvo ha sido buena. Esta salida requeriría financiar mayores volúmenes.

“El mayor porcentaje de secado obedece a un mayor volumen de producción y una cuestión de mercado que identifica a Argentina como un proveedor de leche entera en polvo por lo que los fabricantes de polvo están a pleno. Nosotros no vemos una caída del consumo de lácteos”, afirmó Paulón.