Ganados y carnes

Las lecciones del mercado

A diferencia de lo que ocurre con los novillos de hasta 430 kilos, los animales livianos de feedlot ya no obtienen los valores sobresalientes de hace unas semanas.

Ignacio Iriarte

Analista ganadero

Sensible mejora en el precio de los novillos, a partir de la equivocada política de compras en directo de una importante cadena de súper, que se ha visto obligada a volver a Liniers. Lo hizo presionando sobre el novillo de hasta 430 kilos y forzando por efecto de la competencia a las restantes cadenas a mejorar los precios que pagaban por esta categoría.

Se ha ido tan lejos con los rendimientos, los rechazos y penalizaciones en la compra, que muchos consignatarios y productores grandes decidieron no vender más a esta cadena en directo. Y no es lo mismo que un super pague un precio muy alto en directo, donde no se entera nadie, a que lo pague en Liniers, donde la información se propaga a todos los operadores y tiene un efecto mucho mayor sobre todo el mercado.

Mientras tanto, los animales livianos de feedlot ya no obtienen los valores sobresalientes de hace unas semanas, y no son pocos los que piensan que si esta escalada del novillo se sostiene, y en las próximas semanas empieza a aparecer más ganado de los corrales, los precios del novillo y del “ternero” tenderán a parecerse mucho, como ya paso el año pasado.

La vaca está cada vez más firme, porque estacionalmente ha comenzado la declinación de la oferta y también por la fuerte retención de vientres que se observa. De acuerdo con la tendencia observada en los primeros meses del año, en 2011 se matarían más novillos (4,8 por ciento), pero menos novillitos (8,5 por ciento), lo cual es coherente con el hecho que desde hace ya un año y medio se les agrega más kilos a los machos.

El número de terneros machos a faenar será un 10 por ciento mayor, como consecuencia de la preferencia que muestran los engordadores a corral por esta categoría en relación a la ternera hembra, porque les permite cargarle más peso y hacer ciclos de engorde más largos, licuando así parcialmente la diferencia negativa de compra-venta.

Se prevé una fuerte caída en la matanza de vacas (35 por ciento), pero debe destacarse que la comparación se realiza contra un primer cuatrimestre del año pasado que todavía era de liquidación.

La faena sumada de terneras hembras y de vaquillonas sería un 13 por ciento más baja que el año anterior, como consecuencia de la fuerte retención que experimenta la ganadería argentina.

En los años 2007 y 2008 se faenaron en promedio 7,1 millones de hembras, registro que tuvo un pico máximo de 7,9 millones en el 2009, para caer a 5,2 millones el año pasado y a 4,1 millones este año. Hemos pasado en menos de quince meses de una liquidación sin antecedentes (reforzada por la mortandad) a la intensa retención actual.

La tasa de extracción (faena/stock) de hembras es actualmente la más baja del 2001 a la fecha, aunque debe advertirse que el nivel tan auspicioso de este indicador coincide con dos destetes sucesivamente muy bajos (2010-2011). Se debe “ahorrar” más, porque ingresan menos terneras al rodeo de cría nacional. En los primeros años de la década pasada la faena total se ubicaba en el orden de los 11,5 millones de cabezas (2001-2002); luego creció ininterrumpidamente hasta tocar en plena liquidación los 16,05 millones en el 2009, para luego caer a 11,8 millones el año pasado y a 10,5 millones proyectados para este año.

Toda la cadena de la carne, desde la tranquera hasta el mostrador, debe adaptarse a un faltante de entre cuatro y seis millones de animales para comercializar, faenar, distribuir y vender, tanto para consumo como para exportación.