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Cristina quiere más soja

Sociedad Rural de Rosario

Desde que se implementó el cierre de exportaciones en trigo y maíz en el 2006, el Gobierno trata de dar un mensaje al campo mientras que al mismo tiempo busca disimularlo ante la opinión pública. El modelo k dice: “señor productor, si ud. siembra trigo y maíz sepa que nosotros vamos a cerrar la exportaciones y la vamos a regular con cupos y ROES (invento kirchnerista para trabar aún más los embarques)”.

La consecuencia directa es que a las retenciones del 23 y 20% que tienen estos productos, respectivamente, debemos sumarle que los precios cayeron otro 30% promedio con respecto a lo que se podría pagar porque se alteró la competencia.

El principal problema es que el productor no puede disponer libremente cuando vender. En trigo hay un importante volumen que pasa más de un año sin poder venderse, pese a que es un derecho elemental poder vender lo que uno produce. Por lo tanto, es mentira que se protege la mesa de los argentinos; el pan está en los barrios de las ciudades a $ 8 el kg, lejos de los $ 2,50 que pretendía el Gobierno. La único que se logró fue destruir los mercados vinculados a estos granos.

Vale subrayar que abrir exportaciones ayudaría a una agricultura más sustentable, con rotación de cultivos y mayor uso de fertilizantes, tendríamos mayor inversión por ha. y por lo tanto se generarían más fuentes de trabajo, más fletes y más actividades colaterales gracias a contar con mayores volúmenes productivos. También sabe que lo recaudado por retenciones de trigo y maíz no es tan significativo como para que afecten al presupuesto y tendría, por otro lado, un efecto multiplicador que hasta la beneficiaría en lo económico y en lo político.

Pero entonces ¿Cuál es la razón por la cual no se le quita a estos dos cultivos estas pesadas cargas?

Tiene una respuesta: Es el temor a que se siembre menos soja. Ese calificativo despectivo de ”yuyo”, tal como la presidente la denominó en su momento, es hoy la más importante fuente genuina de ingresos de divisas. Con el 35 % de impuesto a la exportación más el total de las sumas impositivas, equivale casi un 70% de los dólares que ingresan a las arcas del Gobierno sólo por el cultivo de soja.

Dese la SRR seguiremos insistiendo por un cambio de esta política agropecuaria, esa es nuestra función mientras se siga afectando gravemente a la producción rural. No queremos medidas distorsivas de los precios que disminuyen nuestra producción. El campo no quiere privilegios, quiere demostrar su potencial. Falta alimentos en el mundo, Argentina puede llegar a producir un 50% más en poco tiempo con solo suprimir las medidas mencionadas. ¿Será un crimen no hacerlo?