Sin decretos ni resoluciones
La Nación maneja a discreción los
subsidios para transporte público
Primero la opinión pública recibió una mala noticia, presagio de aumentos: no más gasoil a precio diferencial. Después llegó el alivio: en lugar de combustible, una promesa para mandar la plata. Entre medio sólo declaraciones y dudas.
Schiavi y su superior, Julio De Vido, en las obras de prolongación de la línea E de subtes porteños. La Nación paga más a las empresas de colectivos de Buenos Aires, además subsidia los trenes capitalinos y del conurbano, e invierte en infraestructura para la zona metropolitana más rica del país.
Foto: DyN
Luis Rodrigo
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La resolución 23, del año 2003, de la Secretaría de Transporte no ha sido modificada. Esa es la normativa que aplica al Estado Nacional para solventar buena parte del gasoil que consume el transporte público de pasajeros en el país. Según lo anunciado por el gobierno nacional, ahora en lugar de proveerse a las empresas del sector del combustible, el Estado Nacional les entregará -directamente- el equivalente en efectivo para su compra. Sin embargo, ese cambio en la modalidad del procedimiento no fue -al menos hasta ahora- dejado por escrito, ni firmado.
La resolución 23 -tantas veces citada en artículos periodísticos sobre el precio del boleto en las diferentes provincias- nació hace 8 años para que no se tocara el precio del colectivo y el subterráneo en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, y luego -en mucho menor proporción- se trasladó a, como dicen los porteños, las provincias.
Ayer, el secretario de Servicios Públicos de la provincia, Alejandro Boggiano, fue consultado por El Litoral para conocer más detalles de cómo será la nueva modalidad.
Entre otras explicaciones dijo que “todavía no hay una resolución” por la que se rija el nuevo procedimiento, lo que en buen romance quiere decir que la provincia tendrá graves dificultades para controlar al menos si se cumple o no con lo comprometido.
Es más, Santa Fe (como sus hermanas) no podrá saber si lo entregado es o no lo comprometido más que en términos históricos, es decir, cuanto menos a mes vencido.
Controles
Boggiano dijo que la entrega del gasoil subsidiado aún está “un poquito demorada” respecto de las cuotas correspondientes al bimestre abril-mayo. Y que con junio y julio, con el nuevo procedimiento, el envío de los fondos, aún no hay fechas.
El Litoral preguntó al funcionario si las provincias pueden controlar si los fondos enviados -como antes el combustible remitido- llega en tiempo y forma. El funcionario del Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente respondió que la autoridad de aplicación definida para el régimen de subsidios es el jefe de Gabinete, de la Nación y el Secretario de Energía.
Ante otra consulta, negó que pueda el Estado Provincial encargarse de licitar compras de gasoil a la espera de los fondos nacionales, como han sugerido voceros del sector empresario.
Para Boggiano el cambio de modalidad del gobierno nacional obedece a que se ha acumulado una deuda con las petroleras, y recordó que sólo dos compañías producen gasoil en la Argentina: Petrobrás e YPF. Cabe consignar que ambas han sufrido cambios en sus composiciones accionarias.
Cambios que no son mejoras al usuario
“Determínanse los operadores de transporte público por automotor de jurisdicción nacional beneficiarios del precio diferencial del gasoil”. Así empezaba el texto de la Resolución 23 de 2003, que firmara el ex secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, cuando dispuso garantizar, mediante una prórroga, el acuerdo con las petroleras para suministrar el gasoil subsidiado.
Hoy Jaime está investigado por recibir dádivas, entre otros, de los empresarios de que se beneficiaron con esa medida unilateral. Mientras la Justicia lo investiga, su sucesor alude a un nuevo acta acuerdo, pero esta vez no con las petroleras sino con los colectiveros reunidos en Fatap.
La nueva medida no tiene un decreto o resolución conocido que la avale. Pero en todo caso deja afuera el compromiso de las petroleras y abandona a su suerte a las empresas de transporte, que ahora deben salir a buscar el gasoil que no siempre está disponible en el mercado.
Además tampoco tienen la garantía de que recibirán la plata en la primera semana de cada mes. No desconocen los empresarios que si la Nación acumuló deudas con las petroleras, ellos podrían correr la misma suerte en la lógica de “caja” de un gobierno en plena campaña electoral. Después de las urnas podrían precipitarse los problemas.
Por lo demás, Schiavi tampoco ha dado señales de equilibrar los privilegios del transporte público a la zona más rica del país -capital y conurbano- donde prestan servicio las empresas del “capitalismo de amigos” ahora investigadas por pagar alquileres y viajes de Jaime.
En el área metropolitana que rodea a la Casa Rosada, un boleto mínimo de colectivos cuesta $ 1,20, lo que significa que en Santa Fe el usuario paga 92 % más caro por un servicio equivalente, en una ciudad que además tampoco tiene trenes y subtes subsidiados por la Nación.
La Casa Rosada pone unos $ 12 mil millones al año en subsidios al transporte, de los cuales $ 7.500 millones son para colectivos de todo el país. Cifras que se estiman en el periodismo allegado al gobierno. Aún no hay instrumento legal que reemplace aquella determinación de Jaime; Schiavi tampoco aclaró cómo se garantizará el gasoil, cómo serán los criterios de distribución de los fondos y -sobre todo- quién hará el control del destino del dinero público.
Informatización
La tarjeta “Sube” demoró más de dos años entre la promesa de la presidenta y su entrada en vigencia. El gobierno nacional sabe que hay 11 millones de pasajes diarios en el área metropolitana, y está pensando en “personalizar” los subsidios para mejorar el costo del transporte a beneficiarios de planes sociales, estudiantes, jubilados o desocupados. La informatización permitirá además analizar flujos, horarios, modalidades y cantidades en el sistema de transporte multimodal.
Schiavi dice que hay acuerdo con Fatap
El secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, negó que se hayan cortado los subsidios al gasoil para el autotransporte del interior del país y aseguró que los inconvenientes en el abastecimiento se debieron a un cambio de metodología del proveedor.
Schiavi salió al cruce del secretario de Servicios Públicos de Santa Fe. “Lo que dice Boggiano es mentira. Nunca se cortó el subsidio al gasoil en las provincias, lo que se hizo fue implementar un sistema de compensación complementaria provincial que subsane los costos que se corresponden con la diferencia entre el costo del gasoil a precio diferencial y el de mercado”, precisó el funcionario de Planificación.
Schiavi agregó que “la diferencia será girada a las empresas durante la primera semana de cada mes”. Transporte explicó en un comunicado que “la nueva metodología surge a través de la firma de un acta acuerdo entre la Secretaría de Transporte de la Nación y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (Cnrt) y la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap)”.
Sin embargo el acuerdo sólo fue dado a conocer ahora por el funcionario nacional, en un comunicado oficial que no detalla condiciones ni fecha. Además el sistema fue apurado por la autoridad de aplicación desde el mes pasado, cuando las petroleras dejaron de mandar el gasoil subsidiado por la deuda impaga que acumuló la Nación y cuyo monto no se conoce.