Henit endit ing eu faci tisci blam, volenissisi

Amor y odio

José María Chartier.

DNI. 6.191.112, ciudad.

Amor y odio, dos palabras tan cortas y simples; pero de significados tan dispares. El amor es representado por la solidaridad, junto a la comunicación y responsabilidad para llevar las manos hacia quien las necesite, sosteniendo el derecho a la supervivencia y un mejor aliciente hacia una merecida forma de vida. Con el amor damos intimidad a nuestros seres queridos y personas afectas a nuestros sentimientos y creencias, en pro de una bienaventurada fraternidad. También podemos conseguir el más bendito de los milagros, comprometiendo a nuestros congéneres en la mejor de las alianzas, ayudando a cuantos necesitan de una mano salvadora. ¡Qué lástima que hoy en día la palabra amor no exista para algunos, que ni siquiera conocen lo que es una sonrisa y viven esclavizados y manejados por su omnipotencia!

El odio representa a la basura y al desparpajo. Lleva su imagen reflejada en la soberbia. La soberbia representa al inútil. Al inútil lo maneja el incapaz. Al incapaz le falta la aptitud del talento y de la inteligencia.

El que odia, sin darse cuenta, va sembrando solamente espinas y mezquindades, porque padece y no conoce la felicidad. Con el odio no se puede construir la amistad, porque no la siente. Sólo puede construir avaricia, poder, maldad, sinsabores, porque su mente es lo único que puede fabricar.

Dios quiera que el amor nunca desfallezca, de otra manera el odio nos avasallará y será el fin de nuestra existencia.

Quiero ser gobernado por el amor; no por el odio.