Señales de crecimiento

La producción porcina cambia de escala

CAMPO_P8.JPG

En un Seminario Internacional debatieron en Santa Fe sobre los problemas sanitarios que provoca la producción a gran escala. Nuevas tecnologías brindan mejores herramientas para aumentar la eficiencia en un mercado signado por la creciente importación de Brasil.

 

Campolitoral

[email protected]

La demanda de alimentos nos obliga a plantear nuestra posición en el mundo. Hacia donde ir, qué errores no volver a cometer y cómo asociarnos para potenciar nuestras fortalezas. Bajo este lema, distintas entidades suscribieron un convenio de cooperación tendiente a fomentar la capacitación. En el mismo, la cadena porcina asoma como uno de los desafíos más urgentes. En Santa Fe, el 1º Seminario de producción porcina (con la presencia de destacados investigadores de relevancia internacional), surgió dentro del marco del Proyecto sobre Sanidad Porcina que la FCV está llevando adelante en conjunto con la FCV de Casilda, la FCV de Río IV y la Estación Experimental de Marcos Juárez del INTA.

El mismo, ha sido aprobado dentro de los proyectos a 3 años incluidos en el Convenio INTA, AUDEAS (Decanos de Agronomía), CONADEV (Decanos de Veterinaria). Es importante señalar que desde la FCV se está trabajando estrechamente con el INTA, incrementándose los trabajos científicos entre diferentes investigadores de ambas instituciones.

Más técnicos

La creciente demanda productiva del cerdo requiere de más mano de obra capacitada y de más técnicos para llevarla adelante. En esto coincide José Luis Peralta, decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias (UNL). “Apostamos a la formación de futuros profesionales en sanidad y producción porcina, ya que es una proteína actual y del futuro”, analiza, aunque critica un contexto que no permite planificar.

“Sabemos que hacen falta más veterinarios dedicados a este tema”, coincide. “Si bien en Esperanza no tenemos muchos egresados que se dediquen a porcinos, vemos que los nuestros están insertos en establecimientos de primer nivel”, finalizó.

Hablando de egresados de Esperanza, el Méd. Vet. Mauricio Campá, consultor y experto en el tema, coincidió en que la porcina es una producción que crece, pero también crecen los problemas sanitarios asociados a la gran escala. A raíz de la visita de los disertantes de España, destacó que en aquel país han desarrollado el control de enfermedades víricas, un “temario que a nosotros nos ha empezado a inquietar”.

Para Campá, en Argentina si bien todavía tenemos mucho por crecer, gozamos de una sanidad muy buena. “Existen un par de enfermedades a nivel mundial que nosotros no las tenemos, gracias a un buen trabajo dentro de SENASA y al cierre de importaciones porcinas las que recién se abrieron hace unos pocos años, de manera gradual. Eso ha dado sus resultados” (ver nota relacionada).

Otra escala, otros problemas

Las mayores concentraciones animales generan mayores problemas. “Dos décadas atrás teníamos de 2 a 3.000 animales en un mismo predio, y hoy vemos de 10 a 20.000 animales en una sola granja”, cuantifica Campá.

A nivel mundial las mayores preocupaciones sanitarias pasan por el mal de Pierce (un síntoma respiratorio y reproductivo, un virus que no se ha diagnosticado aún en Argentina), y la peste porcina (clásica y africana), una enfermedad con brotes en Europa del Este que hemos podido erradicar, la que diezmaba nuestros hatos unas décadas atrás.

“Debemos crecer en cantidad de madres para intentar autoabastecernos, hoy están dadas las condiciones, sólo está faltando un poco más de decisión de los actores e inversores del sector”, dice. Y alerta sobre un dato clave a futuro: la soberanía alimentaria. “Argentina puede ser un país productor de cerdos, pero hay que ver si esos cerdos van a ser de los argentinos en base al origen de esas inversiones”.

Algunos números

Si bien todo marcha viento en popa, el nivel de inversión que se requiere para jugar en primera es altísimo. Por cada kilo de carne que incrementamos per cápita, exige una instalación de 20.000 madres más en producción. Hoy, en Argentina tenemos un mercado de unas 200.000 madres tecnificadas, en base a estadísticas de la producción, ya que no hay números oficiales.

Desde que una hembra joven (apta para dar servicio) ingresa al establecimiento hasta que sus hijos están listos para la venta pasa aproximadamente un año. Una hembra tiene una potencialidad de producir hasta 3.200 kilos de capones por año, y hoy estamos en 2.000, por lo que tenemos una brecha de producción muy grande. “Pese a esto, ya hay granjas que lo están logrando gracias a la aplicación de mucha tecnología”, dice Campá. Y agrega: “hoy, la capacitación del personal que trabaja en las granjas y los técnicos que trabajamos en los sistemas es una de las patas más flacas de la cadena”.

De allá ya hacia acá

Joaquim Segales, especialista del CReSA (Universidad Autónoma de Barcelona), fue el encargado de disertar en Santa Fe sobre las enfermedades e infecciones emergentes en el cerdo y sobre el pasado, presente y futuro de las infecciones por circovirus porcino tipo 2. En diálogo con Campolitoral, remarcó que en Europa se están descubriendo nuevos virus, “y no tenemos muy claro cuál es su papel en la sanidad porcina”. Para canalizar mejor ese “redescubrimiento”, están realizando estudios metódicos, gracias a los cuales han delimitado al circovirus porcino, una enfermedad que ya está bien estudiada y que tiene vacunas que “trabajan” bastante bien para prevenirla. “Por lo tanto somos capaces de controlarla.

“Al día de hoy la cuota de vacunación a nivel mundial es muy importante pero para la cual hay soluciones”, dice Segales. “Acabamos de erradicar la seudorrabia y esto es a nivel global uno de los logros más importantes que ha logrado España, pero los productores deben llevar adelante la lucha sanitaria contra Pierce, enfermedades bacterianas, etc.”, graficó.

Con respecto a los últimos brotes registrados en Europa, destacó que “dos años atrás tuvimos la influenza pandémica que afectó a la salud pública y también a la producción de cerdos. No se puede hacer futurología, pero sabemos que hay patologías emergentes sobre las cuales hay que tener información y conocer datos acerca de su comportamiento epidemiológico”, alertó el catalán.

Vale la pena aclarar que España es el segundo productor de carne porcina de la UE, pero a nivel de vientres es el número uno, ya que cuenta con 2.5 millones de madres, siendo que Alemania está en 2.4 pero es mejor productivamente hablando. El país consume 65kg./ habitante/año contra los 10 kg. de la Argentina.


El evento, con la presencia de investigadores de relevancia internacional, surgió dentro del marco del Proyecto sobre Sanidad Porcina DE la FCV.

Seminario caliente

La producción y la salud porcinas fueron tema de debate en la UNL. Especialistas nacionales y de España participaron del 1º Seminario Internacional de Producción y Salud Porcina. El evento fue organizado por el INTA, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA España) y la UNL, a través de la FCV, en el marco del 50º aniversario de creación de la FAVE. “Los cambios en la producción hacen que aumente la cantidad de cabezas de ganado porcino y el confinamiento; por lo que empiezan los problemas sanitarios y derivados de la producción. En aspectos sanitarios, encontramos las enfermedades virales y bacterianas. En tanto que la intensificación de la producción trae como consecuencia una generación muy importante de efluentes, que hoy día son un grave problema a nivel mundial”, explicó Humberto Occhi, secretario de Ciencia y Técnica de la FCV. Gracias al esfuerzo económico del INTA, el seminario contó con la presencia de cuatro referentes de España en las áreas de salud porcina y de manejo de efluentes de la Universidad Autónoma de Barcelona y del Instituto GIRO. También participaron investigadores de enfermedades infecciosas de las universidades nacionales y del INTA.

Para empezar

Toda producción consta de tres patas: instalaciones, reproductores y capital de trabajo (alimento, sanidad, mano de obra especializada, etc.). Se estima que se requiere de U$S 5 a 6 mil por cada hembra de inversión inicial.

CAMPO_P9A.JPG

Una herramienta útil

El CIAP (Centro de Información de Actividades Porcinas) es un sistema de información que nació para fomentar el desarrollo de la industria porcina a nivel provincial. La organización está conformada por instituciones académicas, científicas y para el desarrollo, y es administrada por el INTA, las universidades de Río IV, Rosario, Córdoba, La Pampa, y Católica de Córdoba. Tiene como propósito apoyar a las nuevas tecnologías en información y comunicación aplicadas a la generación y difusión de conocimientos y la creación de redes de cooperación. Se logró en base a un aporte importante del Consejo Federal de Inversiones y del Ministerio de la Producción de Santa Fe, y vienen logrando una creciente participación de productores. En el mismo, se realiza un análisis de situación técnico y económico para que el productor haga más eficiente su emprendimiento. (www.ciap.org.ar).

Importaciones y maniobras

En los últimos meses los productores porcinos han sufrido una baja en el precio de la hacienda en pie ante la falta de demanda por parte de las industrias frigoríficas. Según denuncian, es porque las plantas están abasteciéndose con carne de cerdo importada, sobre todo de Brasil. Mauricio Campá precisó que, efectivamente, las industrias están comprando en el exterior pulpas de paleta y jamón. “Eso hace que no demanden en el mercado nuestros cortes, que quedan en exceso, son los más valiosos y pueden representar hasta el 60% del animal”, precisó, y propuso “encontrarle al vuelta, básicamente a la salida de esos dos cortes”.

No es por ahorrar en la compra que la industrias adoptan esta actitud, ya que “la importación, traducida a precio nacional es equivalente a $6 o $6.30 el kilo en pié”. Para el veterinario, “se trata de una estrategia propia del industrial, que promedia un precio de todo lo que usa para la elaboración y presiona el mercado local, bajando el precio”.

La compra de carne extranjera era una práctica habitual, y uno de los principales perjuicios para el productor, en la década del 90. Aunque la producción argentina no es suficiente para abastecer a las empresas manufactureras. Esta vez lo que encendió la alarma fue el salto abrupto en los volúmenes importados desde principio de año. Enero arrancó con una importación de 3.909 toneladas, 103% superior a igual mes del año anterior. Y en el primer semestre ingresaron al país 19.781 toneladas, 24.6% más que las 15.875 de 2010, y 48% superior a 2009, cuando se importaron 13.364 toneladas. En el mismo período, el precio promedio del capón sin tipificar al productor —según registros de la ONCCA— cayó de $5.73 a $4.86.

CAMPO_P9CAMPA.JPG

Privilegiados. “En Argentina todavía gozamos de una sanidad muy buena. Existen un par de enfermedades a nivel mundial que nosotros no las tenemos, gracias a un buen trabajo de SENASA”, destacó Mauricio Campá.

Foto:Campolitoral

los especialistas destacaron que en ESPAÑA han desarrollado el control de enfermedades víricas, un temario que a nosotros nos ha empezado a inquietar.

CAMPO_P9SEGALES.JPG

Consejo. “Dos años atrás tuvimos la influenza pandémica que afectó la salud pública y también a la producción de cerdos. No se puede hacer futurología, pero sabemos que hay patologías emergentes sobre las cuales hay que tener información y conocer su comportamiento epidemiológico”, dijo Segales. Foto:Campolitoral: