Las bajas temperaturas afectan las cañerías

Assa repara 47 pérdidas de agua en toda la ciudad

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Corralitos. Con un vallado se protege el sector donde trabajan los operarios.

Foto: Archivo El Litoral

La mayoría se producen en la zona sur y centro. Es porque los conductos -de hierro fundido- se quiebran y son los más antiguos.

 

De la redacción de El Litoral

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Los reclamos por pérdidas de agua se repiten por estos días en varios sectores de la ciudad. El reporte de hoy de Aguas Santafesinas registra 47 reparaciones en proceso, la mayoría en el centro, sur y en barrio Roma. Ese es uno de los sectores donde están las cañerías más antiguas de la ciudad y la mayoría son de hierro fundido, un material que pierde elasticidad a causa de las bajas temperaturas y se quiebra.

El gerente regional de la empresa, Dante De Nardo, explicó que este invierno están recibiendo un promedio de entre un 10 y un 12 por ciento más de reclamos por pérdidas que en la misma época del año pasado, lo que equivale a dos o tres llamados por día. “La curva de tendencia es la misma que años anteriores y no es alarmante”, afirmó.

Esta semana, El Litoral reflejó inconvenientes con el suministro de agua potable en 9 de Julio, entre General López y Corrientes (hace 20 días que los vecinos tienen poca presión de líquido); en Gaboto al 2800 y en Crespo y Paraguay, en barrio Roma. En todos los casos, se habían averiado cañerías distribuidoras del servicio.

La reparación total demanda una semana, aseguró De Nardo: “Desde que se abre el lugar afectado, se repara la pérdida y se rellena son tres días. Después el municipio tiene que aprobar la intervención y hay que esperar otras 72 horas para que fragüe el pavimento y se pueda habilitar el tránsito”.

Hierro vitrificado

Las roturas de la cañería responden al fenómeno que el personal de redes menciona como la “vitrificación del hierro”. Cuando ese metal que normalmente es elástico adopta las propiedades del vidrio, los viejos tubos de la zona sur no resisten la amplitud térmica.

Este invierno -según se repite en la empresa- los afectados fueron sobre todo los conductos principales o “caños maestros”. Así, por cada uno de los 47 puntos dañados en la distribución de agua potable resultan afectados varios usuarios.

Además, los problemas suelen repetirse en las mismas zonas, con lo que los afectados no terminan de sufrir los problemas de un caño roto cuando le sucede el colapso de un segundo conducto. Es lo que ocurrió con la cañería que abastece a la zona sur del centro: en 9 de Julio al 1600 apareció una pérdida que fue subsanada en los primeros días de frío, pero sólo unas jornadas después se repitió el manantial de agua, ahora al 1800 y finalmente hubo otro afloramiento al 2200. En definitiva, todos esos días (aunque en distintos puntos) la cañería demostró su estado de obsolescencia, y los vecinos padecieron las consecuencias.

Ante estos problemas, Assa inyecta cada vez más presión a las cañerías, lo que también termina por conspirar contra la resistencia de la tubería antigua.

Tanto en la empresa, como fuera de ella, llama la atención que los reclamos por falta de agua no provengan de las zonas en las que usualmente se sufre la falta de agua, es decir, las áreas más alejadas de la planta potabilizadora.

Presión

La presión que como mínimo debe proveer Assa está fijada por el reglamento del servicio: 12 metros de presión columna. Esto quiere decir que si se enchufa una canilla a la altura del piso el agua debe alcanzar esa altura. Si la presión baja por ejemplo a 8 metros columna, en viviendas de dos pisos, el hoy tan preciado líquido ya no logra subir.