Historias cantadas

Historias cantadas
 

Canticuénticos Embrujados se presentarán los días 10, 16 y 17 de julio en el Centro Cultural Provincial. Aquí nos introducimos en el mundo de los cuentos y las canciones, e indagamos sobre el proceso creativo y el aporte hacia la música para niños.

TEXTOS. MILI LÓPEZ. fotos. gentileza producción.

Algunos creen que los encuentros en momentos y lugares precisos son producto de la casualidad; otros, por el contrario, afirman que existe una causalidad para que ello ocurra. Lo cierto es que por el año 2007, Ruth Hillar y Daniela Ranallo, ambas docentes de educación musical, se encontraron en los talleres de composición de canciones que dictaba el músico Jorge Fandermole. Sin saber demasiado cuál sería el resultado, ambas querían una misma cosa: componer canciones para niños.

“Las dos nos dimos cuenta de que en algún momento habíamos pensado en hacer música para chicos, hacer un aporte al cancionero infantil y siempre desde una cultura propia, una cultura argentina y latinoamericana”, relata Hillar.

Hoy, ese primer deseo es un disco y, a la vez, un espectáculo infantil. Esas ganas de dos, ahora es el proyecto del grupo Canticuénticos, donde se suman los músicos Daniel Bianchi, Laura Ibáñez y Nahuel Ramayo; los títeres de Matías Arce y la dirección y puesta en escena de Marcela Sabio.

Canciones, títeres y relatos son el eje del espectáculo “Canticuénticos embrujados” que se presenta para estas vacaciones de invierno, en la Sala del Centro Cultural Provincial, Junín 2457, mañana (domingo), y el 16 y 17 de julio a las 17 horas.

DE AQUÍ Y DE ALLÁ

En el campo de las producciones para niños, hay una constante que impera tanto en la música como en la literatura: debe ser simple. El hecho es que esta simpleza que proponen los estereotipos, subestiman la interacción de los niños y su capacidad creativa. Desde Canticuénticos la propuesta es otra: “nuestras canciones tienen algunas melodías y algunos giros que no son tan fáciles de cantar -apunta Ruth- pero creemos que está bueno proponerles a los chicos algún modelo que no sea tan sencillo”.

Lejos de limitarse al género canción, el desafío fue trabajar sobre ritmos argentinos y latinoamericanos, lo que propicia el encuentro de los niños con su cultura y las culturas de países vecinos. Así, aparecen los personajes protagonistas de cada cuento, con historias que se sitúan en distintos lugares geográficos a partir del género musical que las cobija.

Felisa aterriza en Venezuela y ya no puede dejar de bailar el joropo. Rasquito, el pichoncito, se rasca al ritmo de un chamamé. El brasilerito Ringdinho no se puede despertar del embrujo, pese a la enorme paciencia de su mamá.

También aparecen personajes reconocidos de la cultura popular como Violeta Parra y su canción al ritmo de cueca. “Lo de Violeta es como un acercamiento afectivo, lo que genera que después los chicos pregunten quién fue, de dónde, por qué y ahí es el adulto quién tiene que ampliar la información. El objetivo de las canciones no es meramente didáctico, sino que es un producto cultural que permite que los chicos investiguen y aprendan otras cosas”.

Se suman un huayno sobre ovejas que juegan con rimas, un gato que cuenta sobre la vida apurada, hasta encontrarse todos los personajes en un divertido y emotivo candombe de las despedidas. Son once canciones que componen una historia pero al mismo tiempo, cada una tiene una entidad propia para escucharlas individualmente.

Cuando se le pregunta a Ruth el por qué de esta elección al momento de componer, explica “hay un compromiso afectivo con nuestra cultura y las culturas vecinas. Creemos que es necesario mantener estos ritmos tan propios, no desde un punto de vista tradicionalista, pero sí está bueno identificarnos y ponerle toda la energía a esta música, porque creemos que está un poco desprotegida. Estamos como colonizados por otros tipos de músicas que no las queremos desvalorizar ni mucho menos, pero queremos dedicarnos a la nuestra”.

PARA APRENDER CANTANDO

Ante una cultura de masificación, con modelos que se repiten, el espacio de la canción infantil, sobre todo en las escuelas, ha sido un terreno un poco despoblado. Podemos rescatar algunos interesantes trabajos de grupos como Caracachumba, Marina Rosenfeld, Promúsica de Rosario, Mariana Baggio y Luis Pescetti. En esta línea se suma Cantincuénticos, proponiendo ser un aporte al cancionero infantil regional, donde el énfasis se encuentre en “la transmisión de valores a partir del humor y la sorpresa, fomentando las capacidades creativas de los chicos”.

La intención es oficiar de disparadores que desafíen a los chicos a pensar. De esta manera, aprehenden los ritmos musicales y por añadidura, los lugares geográficos, las historias de las personas que viven esos paisajes, los sonidos propios de cada canción y sus instrumentos musicales.

“Creo que los niños internalizan estos ritmos de manera espontánea, sin preguntarse por lo que están escuchando. Algunos chicos tienen como un prejuicio con la música folklórica, lamentablemente y creo que eso no les pasa con nuestro disco”, cuenta Ruth y agrega “esto sucede porque no es folklore tradicional, no tiene la instrumentación exacta ni está cantado en ese estilo. Entonces se enganchan por la temática de la letra, no se preguntan si están escuchando un gato o una chacarera, sólo se sintieron bien con la música. Creo que eso está bueno, es una forma de que hagan propia una música sin preguntarse por qué. Luego viene el trabajo del docente que es el que sabe adónde ir para empezar a enseñar”.

Por eso la propuesta desde la página web de Canticuénticos (www.canticuenticos.com.ar) incluye un espacio para docentes con documentos para descargar las partituras de las canciones, pistas de audio para cantar en karaoke y los cifrados para acompañar a los chicos en su canto.

Además, este trabajo ya dio sus frutos y es parte del material de educación musical de las escuelas. Tres de las canciones del disco “Canticuénticos embrujados” se editaron en el libro “Música Maestro: Repertorio Coral del Bicentenario para Escuelas Primarias”, del Ministerio de Educación del Gobierno de Santa Fe. Este material se trabajó durante todo el año 2010 dentro del Plan Coral Provincial abarcando las Escuelas de los Nodos: Reconquista, Santa Fe, Rafaela, Venado Tuerto, Rosario Norte y Rosario Sur.

CRECE DESDE EL PIE

Anidado por docentes de música, este proyecto va creciendo y se va ampliando con el paso del tiempo. El disco “Canticuénticos embrujados” fue editado en 2009 por el sello independiente Gobi, especializado en música infantil.

“Creo que el nuestro es un producto pensado, no desde un costado comercial, sino más bien cultural. Tener un sello editor ya es todo un logro, pero al no ser masivo, hay que trabajar para que nuestra música llegue cada vez a más público”, afirma Ruth.

Luego del disco, vino la realización el video clip animado sobre la canción Felisa, a cargo de Claudia Ruiz, y de ahí la producción del espectáculo. “Son pequeños pasos, es un trabajo que se da de a poquito, pero creo que es posible”.

Los esfuerzos van dando frutos: el espectáculo ya se ha presentado en distintas ciudades de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos y el disco ha sido nominado a los premios Gardel 2010 en cinco categorías. Además, por estos días, el grupo fue seleccionado para participar del 10º Encuentro de la Canción Infantil Latinoamericana y Caribeña 2011, que se realizará en Riberao Preto (Brasil) en el mes de octubre y reunirá a reconocidos grupos, solistas, investigadores y docentes que tengan como eje de su trabajo a la canción infantil.

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PARA JUGAR EN CASA

Para no quedarse sólo con el disco y el espectáculo, este proyecto cuenta con su página web (www.canticuenticos.com.ar), donde podés encontrar videos, fotos, tracks de audio, y la información del grupo.

Además, han creado una página de juegos con los personajes de las canciones (www.cantijuéguicos.com.ar). Sopas de letras, ordenar las palabras, reconocer auditivamente los instrumentos, palabras para rimar son algunas de las actividades que propone esta web.

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