¿Gentleman o dandy?

Las modas vienen y van, pero el estilo y refinamiento del vestir clásico siempre están presentes. El hombre actual quiere lucir una estética elegante, gustar y gustarse, pero no todo vale.

TEXTO. CARMEN MARTÍN. FOTOS. EFE REPORTAJES

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Propuesta de la colección primavera-verano de Gucci.

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Una creación de la firma italiana Armani.

A la hora del vestir, el hombre se ha liberado y se atreve con colores alegres y luminosos y patrones más informales, pero la elegancia en el vestir es sinónimo de sencillez y de saber, además de conocer qué prendas lucir en cada momento.

En la última feria Pitti Uomo 80, celebrada en Florencia, antesala de las pasarelas masculinas más prestigiosas del mundo, se ha visto al perfecto caballero con su traje de chaqueta de hilera cruzada, camisa de algodón peruano o egipcio con puño doble y zapato “oxford”.

El hombre que desea vestirse como un auténtico “gentleman” opta por acudir a los patrones que tradicionalmente se consideran clásicos y correctos a lo largo de las décadas, inspirándose en los trajes de chaqueta que luce Carlos de Inglaterra, príncipe de Gales, o el actor Sean Connery metido en la piel de agente 007.

Un “gentleman” está más preocupado por el corte del traje que por el color. “Por muy elegante que sea el que tiene en el armario, si éste no tiene el corte impecable y perfecto para su figura no lo vestirá”, afirma José María López-Galicho, autor del libro “Manual del perfecto caballero”.

Este discreto estilo, de apariencia aburrido y uniformado, en el que domina los colores oscuros, preferiblemente azules y grises, y recurre a complementos como la corbata, los pañuelos, el chaleco, los gemelos y el cinturón bañados en alegres colores para otorgar a su estilismo un aire renovado y fresco.

“Como el hombre se cuida mucho más que antes, los patrones del traje de chaqueta tienen líneas marcadas que estilizan la figura masculina”, expresa el responsable de la firma Caramelo, Juan Pazos.

EL DUEÑO DE LAS MIRADAS

Pero en Pitti Uomo 80 también se ha visto a un hombre elegante y refinado que bajo la doctrina “dandy”, estética inspirada en las buenas maneras, la educación cultivada y un “look” rebuscado y original, luce una sastrería mucho más trabajada por dentro con la finalidad de ofrecer confort.

“No hay una segunda oportunidad para una primera impresión”, decía Oscar Wilde, autor del libro “La importancia de llamarse Ernesto”, escritor que abanderó el movimiento “dandy”.

“El hombre que viste como un ‘dandy‘ busca que lo miren, su objetivo es que el traje le favorezca lo máximo posible y lo diferencie claramente”, cuenta López Galiacho, creador del blog de referencia de moda www.elaristocráta.com.

“Los ojales, los botones y las puntadas de hilo se encargan de aportar notas de color a las americanas”, dice Chema Roca, director comercial de la firma Fuentecapala.

Y bajo esta nueva estética, que ha revitalizado la forma de vestir masculina, el traje de chaqueta también se combina con pantalones angostos, bermudas por encima de la rodilla y divertidas camisas adornadas con pajaritas, un cóctel que ofrece libertad en el guardarropa masculino.

Adaptado a la nueva corriente “llega el pantalón con vuelta en el bajo, la camisa estampada y el saco de algodón muy lavado con el fin de plasmar una estética serena y relajada”, revela Gerard Ruíz, director de la firma Sand.

Así, la firma Azzaro apuesta por una línea joven, donde el pantalón de talle bajo ajustado, la chaqueta corta y los “shorts” combinados con camisetas y camisas rompen con la visión clásica del traje. “Es un estilo rebelde, al mismo tiempo que elegante”, afirma Joaquín Echeverría, responsable de la firma.

Los accesorios adquieren gran protagonismo. “‘En el vestir masculino los pañuelos, guantes, ‘foulares‘, sombreros, gorras, pajaritas y chalecos estaban olvidados y ahora están en todo su apogeo”, dice Jaime Puyol, director comercial de la firma española Scalpers, quien asegura que “la tendencia actual es la de un hombre refinado, con una estética muy cuidada, cómoda y juvenil, elaborada con las prendas divertidas y frescas”.

El color es protagonista en el armario masculino. Los tonos blancos y negros rejuvenecen y se avivan con una espontánea paleta cromática que va desde el amarillo hasta el violeta pasando por el verde lima, el turquesa, el fucsia, el púrpura o el rosa, colores que se aplican en todas las prendas del armario masculino.

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Diseño de la linea D&G.