ANITA MARTÍNEZ

Canciones de “riqueza única”

Así calificó la actriz a la obra musical de María Elena Walsh que aborda en escena desde hace años y que este sábado presentará, con nueva puesta, en Expo Día del Niño.

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“Canciones en tranvía” se basa en temas musicales de María Elena, “hermosos por su simpleza y la forma de emocionar a grandes y chicos”, expresó Anita. Foto: Gentileza producción

 

De la redacción de El Litoral

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“Manuelita”, “El reino del revés”, “El jacarandá” y “El twist del Monoliso” son algunos de los temas que componen “Canciones en tranvía”, el espectáculo infantil que Anita Martínez traerá el sábado a Santa Fe. Luego de cosechar aplausos en diferentes teatros porteños, la obra subirá a escena el sábado, a las 18, en la Expo Día del Niño que se realiza en el Predio Ferial Municipal (Las Heras 2883) con acrobacias, coreografías y personajes representados por títeres corpóreos.

En palabras de Anita, quien le da vida en escena, “es un recital de canciones, articuladas por un tranvía que pasa por los pueblos con un show adentro, el que llevamos nosotros, compuesto por las canciones más lindas de María Elena”. En sus labios es así, “María Elena” a secas, con el peso emotivo y la familiaridad de quien encabeza su quinta obra dedicada a la autora. Sucede que esta puesta corona una nómina que comenzó en 2002 con “El país del nomeacuerdo”, siguió con “El Reino del Revés” junto a Fabián Gianola en 2004 y 2005, y con Diego Ramos en “Doña Disparate y Bambuco” en 2009.

“A todas las disfruté mucho porque la puesta que utilizó Juan Bautista Carreras para contarlas es genial -contó la actriz-. Esta idea de articular lo circense con acrobacias y lo poético actualiza versiones que ya son bellas en sí mismas, en su versión original. Por eso al terminar cada función recomiendo que compren discos originales de María Elena, porque son las canciones más lindas. Se puede hacer un homenaje, un tributo con admiración, pero las suyas, con su voz, tienen una riqueza única”.

Fuerte, poderosa

Si bien la sonrisa histriónica de Anita Martínez le abrió las puertas del humor en la pantalla chica, su andar en las tablas comenzó junto a Enrique Pinti, hace veintidós años. De allí a esta parte profundizó las artes escénicas en las obras “Pijamas” y “El show de las divorciadas”, y construyó su trayectoria teatral de la mano de María Elena Walsh.

En diálogo con este diario, reconoció que “me llamaron para hacer todo tipo de infantiles pero no puedo hacer algo con lo que no me identifico, por eso siempre hago obras de María Elena. Su respeto hacia los chicos es único. Quizás porque está muy presente en el recuerdo de mi infancia, me siento tan identificada con ella, creo que cuenta lo que siento. El otro día me compré el disco homenaje que le hicieron Aznar, León Gieco, Baglietto, Heredia y Serrat, en el que hay una versión de La Cigarra que me hace llorar, hasta siento que habla de mí. También me pasa que mi hijo, Lorenzo, cuando se va a dormir agarra el libro que está leyendo de la colección de María Elena y todas las noches lo da vuelta y le da un beso a su foto. Siempre leemos un cuento diferente, ahora estamos con Chaucha y Palito y nos matamos de risa”.

Como era de esperar, esa identificación que la obra de Walsh logra en su vida se recrea en la sala, cuando quienes alguna vez fueron niños cantan junto a sus hijos los clásicos de su infancia. Anita contó que allí donde se presenta, más allá de la puesta, “los padres se emocionan mucho. Personalmente, las canciones que más me gustan son ‘La reina Batata’ y ‘El jacarandá’, canciones hermosas por su simpleza y la forma de emocionar a grandes y chicos. Me gusta que pasen los años y que el espíritu de María Elena no decaiga... Su espíritu está siempre vivo y eso es importantísimo porque la memoria de nuestros autores vive en nosotros”.

A sus ojos, el legado de la pluma y voz de María Elena Walsh transgreden al tiempo “por el respeto en el uso del lenguaje, de la buena picardía, de las metáforas... ‘El país del nomeacuerdo’, por ejemplo, es una postal de la Argentina. Es maravilloso; todo apela al inconsciente colectivo; eso es lo que tiene María Elena de fuerte, poderosa”.


Entradas

Valen 20 pesos para el viernes, y 30 para sábado y domingo. Anticipadas valen 15 y 25, respectivamente, en sucursales de Crédito Argentino.

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