vamos las bandas

En julio también hay carnaval

Rezonga la Ronca cumplió cuatro años y muchos sueños. Buscan un camino aquí con los ojos puestos del otro lado del Uruguay. Nacidos de la división de la Cristo Obrero hoy dan sólidos pasos para instalar en Santa Fe un estilo propio de ser murga.

vamos las bandas FOTO: PABLO AGUIRRE

FOTO: PABLO AGUIRRE

 

En 2007 comenzaron a gestar una idea que hoy es la base sobre la que sueñan construir desde los cimientos un carnaval en Santa Fe con la mayor diversidad de expresiones que el Rey Momo reúne cada febrero.

La mitad de los integrantes actuales son miembros fundadores. Al principio no llegaban a diez, hoy son 13 en las voces, un bombo, un redoblante y un platillero. Muchos de los que ponen la cara también se encargan del vestuario, maquillaje, luces, prensa, diseño y demás.

Dicen que son una murga de “estilo uruguayo” para explicar en pocas palabras lo que hacen. En estos cuatro años de vida gestaron tres espectáculos con letras propias y no tienen material editado.

“Lo importante es la constancia”

Desde un principio surgió la idea de reunir una formación que siguiera con el camino trazado por la murga de Cristo Obrero. Tras haber logrado suceso con Atemporal se metieron de lleno a generar el espectáculo que hoy orgullosos presentan “Los Miedos”. En él plantean el conflicto que tienen los históricos asustadores de niños y grandes ante la pérdida de su efectividad frente a las nuevas ofertas de superhéroes y la influencia de los medios de comunicación como eficaces infundidores de terror.

“Con este espectáculo nos propusimos iniciar un camino cada vez más profesional. Algo que siempre nos decimos es que tenemos que ser constantes con los ensayos. Porque un ensayo que se pierde se retrocede mucho”, comentó Juan Manuel Astesiano.

Joana Márquez explica también este mito que rodea a la vida de un murguista “dicen que son vagos, o no trabajan, acá la mayoría trabaja y los otros estudian. La murga lleva además mucho tiempo y mucho trabajo. Porque también está el caos en el que algunos trabajan que dicen ensayamos como podemos, cuando podemos y así la cosa no sale bien. Nosotros tenemos el coro, el letrista, quien se encarga de la gráfica, el director y todos ponemos lo máximo para que la cosa salga bien”.

Lo que todos destacan es que en una murga es posible dar espacio a la diversidad de intereses y propuestas de sus integrantes y que no hay privilegios. Los roles están definidos pero todos tienen voz.

“Estas delegaciones no son porque se nos ocurren sino por lo que cada uno es capaz de hacer, y quien puede hacer mejor cada cosa”, dice Adriano Retamoso.

“Todos tenemos habilidades distintas y muchos aprendimos de estudiar o investigar pero también está Adriano -el letrista- que hace cosas increíbles porque viene mamando la murga desde hace mucho tiempo y le nacen así”, dice Joa.

Tampoco tienen límites de edad o de sexo, hay integrantes de veintipico y de cuarenta y pico y hay hombres y mujeres.

En el Uruguay las murgas representan ciudades o barrios, por eso Juan Manuel aclara: “Acá venimos de distintos lados y fuera de la murga no nos conocemos o se conocen de otro lado por haber estado en otras murgas”.

Tradición uruguaya

La Rezonga no busca ser un tributo al estilo uruguayo de hacer murga sino recrear ese estilo de canto, baile y teatro para contar en Santa Fe las cosas que viven los santafesinos.

En el Uruguay se palpita de un modo distinto la vida de la murga, Joa explica breve y clara: “Allá levantás una baldosa y sacás un cantor, acá no es lo mismo”.

“Tenemos un objetivo mediato que es lograr sonar como una auténtica murga uruguaya y otro es lograr instalar el estilo para que chicos que piensan en hacer una banda y que puedan decir armemos una murga”, asegura Juan Manuel.

“Nos pasó de saber también que entre el público se discutió si éramos uruguayos o no”, cuenta Adriano cuando recuerda la presentación visagra para la historia de La Rezonga en la Bienal de Arte Joven 2010.

Para Juan Manuel el vivo es un buen termómetro. “Cuando la gente te escucha y devuelve lo que hacés en el escenario o comenta que está conforme y no son tus conocidos o familiares es una forma de tener la pauta de que se están haciendo las cosas bien”.

Pero también les pasó de ir a un lugar y generar la sorpresa de quienes esperaban otra cosa. “A veces buscan murga y esperan samba, bahia, carnaval y bueno eso pasa porque no se conoce tanto. Nos han esperado con el cotillón y nosotros aparecíamos y nada que ver”, recuerda Luis Simino.

El ansiado carnaval

Tienen entre sus planes el no poco ambicioso objetivo de lograr que Santa Fe tenga el carnaval más diverso que jamás se haya pensado. Con la mira puesta en el Uruguay sueñan que aquí es posible tener cuerdas de candombe, parodistas, humoristas, murgas y también comparsas, batucadas.

Esperan cada febrero poder ver por internet las retransmisiones de la liguilla uruguaya de murgas. Ahí la Rezonga se divide entre los que son fanáticos de una u otra murga y están los que se maravillan ante los tambores africanos que también participan de la competencia en “el paisito”.

Contrafasa es “un ideal de murga entre nosotros, es el Barcelona de las murgas” asegura Juan Manuel.

Igualmente en estos años han tenido momentos históricos como actuaciones en el Foro de la UNL, una presentación en Salto (Uruguay) y la participación en la presentación de la cancha de Colón como sede de la Copa América cantando el himno sabalero.

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Alimento murguero

Para respetar el estilo uruguayo la murga tiene una estructura que seguir en el desarrollo del espectáculo. Adriano tiene en su mente la difícil tarea de escribir los textos e imaginar la música junto a José, el director del grupo.

Las cuestiones que no se pueden evitar son, elegir canciones populares y temáticas de actualidad con una autocrítica irónica.

“Para poder hacer el espectáculo escuchamos todo tipo de música, sobre todo las que son mas populares” explica Adriano.

Y dice que las letras surgen de lo que ve que pasa en la gente, pero la cosa no se define sólo con su opinión. “Una vez les presenté un cuplé en el que se hablaba desde la religión católica y se echaba de la murga a los judíos a los gays y a todos y bueno la murga ahí tomaba una postura y después de discutirlo mucho decidimos no hacerlo”.

La historia de La Rezonga la escriben todos y todo el tiempo. Hoy están ávidos de seguir celebrando con Los Miedos sus cuatro años de vida pero ya están con la cabeza puesta en el próximo espectáculo.

Buscaron este año el visto bueno de un histórico del Uruguay, y Jaime Roos les dio el ok, junto a ellos caminan también otros íconos del paisito como El Zurdo Bessio y Yamandú. Allí están, listos para salir a escena, con las caras pintadas y la sonrisa a flor de piel, con el lagrimón dibujado en el rostro y un racimo de canciones, preparados para decirnos cosas que nos hagan reír hasta llorar de la risa. Reír de los otros y de nosotros, reír, para vivir el carnaval todo el año, toda la vida.

Ficha Técnica

Dirección Escénica y arreglos corales : José Olmos

Textos: Adriano Retamoso, Adrián Escandel.

Puesta en escena: Adrián Escandel, Joana Márquez

Diseño, comunicación visual: Adriano Retamoso

Vestuario: Joa Marquez, Luis simino, Adian Retamoso

Maquillaje: Joana Márquez, Omar Ricardo, Marcos Priolo, Américo Salomone.

Cuerda de primos: Adrián Escandel, Omar Ricardo, Virginia Canale, Ariel Bertolaccini, Diego Vallejos, Camilo Céspedes.

Cuerda de sobreprimos: José Olmos, Joana Márquez.

Cuerda de segundos: Juan M. Astesiano, Ricardo Lerman, Luis Camussi, Adriano Retamoso, Mario Bogari.

Bombo y Congas: Luis Simino

Platillos: Lucas Basílico

Redoblante y tubófono: Facundo Céspedes

Utilera: Lucia Astesiano

Productor: Luis Camussi

Lugar de ensayo: Asociación Cultural Isrelita Argentina I. L. Peretz.