Carnicero baleado en un asalto

“Pensé que mi papá se moría”

El comerciante recibió un disparo en el abdomen. Dos delincuentes fugaron en motocicleta. Ocurrió ayer a la tarde en barrio San Martín.

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Cuando ocurren estas cosas hay que hablar, no ocultar. El no te metas no va más”, opinó Romina Nonino, hija del carnicero. Foto: Danilo Chiapello

Danilo Chiapello

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Romina Nonino (24) habla y sus ojos comienzan a brillar por las lágrimas.

La joven permanece en uno de los fríos pasillos del hospital Cullen, junto a sus hermanos Yanina y Germán.

Los tres jóvenes están al cuidado de su padre, Roberto Argentino Nonino (64), el carnicero que ayer a la tarde fue baleado por dos delincuentes que lo asaltaron en su comercio de barrio San Martín.

Los golpes de la vida hicieron de ellos un grupo fuerte y unido.

Hace ya unos 6 años que Roberto se bajó para siempre de su camión y decidió cambiar de rubro. Fue entonces cuando se embarcó en la carnicería.

Preparaba hamburguesas

Ayer a la tarde, Roberto Argentino Nonino preparaba hamburguesas en su local de calle Espora al 4500. Eran cerca de las 18 y jamás imaginó que estaba a minutos de enfrentarse con el terror.

No muy lejos de allí, (en la esquina de su comercio) dos sujetos se “pavoneaban” ante la vista de vecinos y ocasionales transeúntes.

Los protagonistas eran dos muchachos, de unos 20 años aproximadamente. Pero lo que en apariencia se presentaba como una conducta estúpida, en realidad era parte de un plan delictivo. Los jóvenes estaban “midiendo” su objetivo.

Cerca de 20 minutos estuvieron estos sujetos en la esquina. Fue entonces cuando dieron por terminada “la escena” e irrumpieron violentamente en el negocio.

Nonino fue sorprendido en pleno trabajo. Uno de los delincuentes, sin darle tiempo a nada, le descerrajó un disparo a quemarropa. Concretada la acción, sus autores escaparon del lugar a bordo de una motocicleta.

Acto seguido, el comerciante fue llevado hasta el hospital Cullen donde ingresó en condición más que delicada. Tras los estudios de rigor, Nonino fue sometido a una intervención quirúrgica de alto riesgo.

Al cierre de la presente edición el nombrado permanecía internado en dicho nosocomio, bajo pronóstico reservado.

“No respetan la vida”

Lo que sigue es el relato de Romina sobre el momento del atraco.

“Yo estaba en la casa (que está pegada al negocio) cuando escuché un ruido muy fuerte. Me asomé al patio y veo a mi papá que viene hacia mí. “Me dispararon”, me dijo. No tenía sangre ni nada. Comenzó a descompensarse a los 10 minutos.

Más adelante, recordó que “hace un tiempo ya intentaron asaltarlo pero no se llevaron nada. La verdad es que yo nunca pensé que podría vivir algo así. Se sabe que estos hechos de inseguridad ocurren, pero uno no lo termina de creer hasta que te pasa”.

“Ahora ocurrió y es muy triste darse cuenta de que no hay respeto por la vida. Le apuntaron a un metro de distancia y no les importó nada. Si había una familia, ni nada. Le tiraron a matar. No le tiraron a los pies, o las piernas. Fue algo criminal”, se lamentó.

“Pensé que se podía morir, que podía pasar cualquier cosa...”, agregó.

No ocultar

Por último, Romina lanzó una reflexión. “Lo que quiero transmitir es que cuando ocurren estos hechos uno los tiene que hablar, comunicarlos, informarlos. Si uno es testigo de lo que pasó, presentarse, colaborar. No solamente a la policía, sino también a los medios. El “no te metás”, no sirve.

“Este país no es el país de las sensaciones, sino que es el de todos los días, y todos los días pasan cosas. Hay que comunicarlas para mejorarlas, porque al final los que nos vemos afectados somos los hombres y mujeres comunes que andamos ‘de a pie’. Los políticos nunca caen, nunca les pasa nada y siempre los afectados somos los ciudadanos”, sentenció.