Mensaje en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud en España

El Papa exigió a los futuros sacerdotes obediencia al celibato

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El Papa Benedicto XVI durante el encuentro que mantuvo hoy con el líder de la oposición, Mariano Rajoy (i), tras la misa para seminaristas que el Santo Padre ofició en la catedral de La Almudena, en su tercer día de estancia en Madrid, con motivo de la celebración de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud. Foto: AGENCIA EFE

El Sumo Pontífice se reunió con el líder de la oposición conservadora española Mariano Rajoy.

 

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DPA

El Papa Benedicto XVI exigió hoy a los futuros sacerdotes obediencia a las disposiciones de la Iglesia Católica, especialmente al celibato, al recalcar que el ejercicio del sacerdocio requiere renunciar a “todo deseo mundano”.

Durante la misa que celebró ante más de 4.000 seminaristas de todo el mundo en la catedral madrileña de La Almudena, situada a un lado del Palacio Nacional, el pontífice alemán advirtió de que quienes optan por el sacerdocio deben estar “plenamente decididos a ejercerlo obedeciendo las disposiciones de la Iglesia”.

Los futuros sacerdotes deben aceptar “el desprendimiento de los bienes de la tierra, la austeridad de vida y la obediencia sincera y sin disimulo”, subrayó el Papa, quien había llegado a Madrid el jueves para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMC).

“No se dejen intimidar por un entorno en el que se pretende excluir a Dios y en el que el poder, el tener o el placer a menudo son los principales criterios por los que se rige la existencia”, dijo el pontífice, de 84 años, a los seminaristas, muchos de ellos procedentes de América Latina, la región más católica del mundo.

“Puede que los menosprecien, como se suele hacer con quienes evocan metas más altas o desenmascaran los ídolos ante los que hoy muchos se postran. Será entonces cuando una vida hondamente enraizada en Cristo se muestre realmente como una novedad y atraiga con fuerza a quienes de veras buscan a Dios, la verdad y la justicia”, recalcó el Papa.

Al mismo tiempo, Joseph Ratzinger animó a los seminaristas a vivir su formación “en amorosa relación con el tiempo y las personas en medio de las que viven”. Y agregó: “Cada época tiene sus problemas, pero Dios da en cada tiempo la gracia oportuna para asumirlos y superarlos con amor y realismo”.

Al final de la ceremonia eucarística, a la que asistieron también 90 obispos españoles y 30 extranjeros, Benedicto XVI anunció que el santo Juan de Ávila (1500-1569), patrón del clero español, será declarado “doctor de la Iglesia”.

Juan de Ávila dedicó su vida religiosa a la evangelización de Andalucía, después de que se desprendiera de todos sus bienes y repartiera su dinero entre los pobres. Fue beatificado por el Papa León XIII en 1894 y canonizado por Pablo VI en 1970.

Con Rajoy

El Papa se reunió después de la misa con el líder de la oposición conservadora española, Mariano Rajoy, en la sacristía de la catedral. Rajoy es un católico practicante, a diferencia del presidente del actual gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien el Papa se había entrevistado en privado el viernes.

Rajoy, candidato favorito, según las encuestas, para ganar las elecciones legislativas adelantadas del próximo 20 de noviembre, informó al término del encuentro que el pontífice le había expresado su preocupación por la situación económica en España.

El Papa había iniciado el programa diseñado para el tercer día de su estancia en España acudiendo en la mañana al Parque del Retiro, donde confesó a cuatro jóvenes peregrinos.

En el principal “pulmón verde” de la capital española se habían instalado 200 confesionarios para que igual número de sacerdotes de todo el mundo oyeran las confesiones de jóvenes católicos que participan en la Jornada Mundial de la Juventud.

Benedicto XVI almorzó al mediodía con cardenales y obispos españoles, una comida organizada en honor al cardenal arzobispo de Madrid y amigo personal del papa, Antonio María Rouco Varela, quien cumplió este sábado 75 años.

El jefe de la Iglesia Católica visitará en la tarde de este sábado la Fundación Instituto San José, una organización benéfica que atiende sobre todo a discapacitados, ancianos y enfermos terminales. Posteriormente, encabezará una una vigilia de oración en el aeropuerto de Cuatro Vientos, al suroeste de Madrid.

El aeródromo más antiguo de España será escenario, este domingo, de la misa de clausura de la JMJ, a la que los organizadores de la macrofiesta católica esperan la asistencia de alrededor de un millón de jóvenes. Benedicto XVI retornará en la tarde del domingo a Roma.


La “gracia del perdón”

Incluso en idiomas tan lejanos como el swahili, el tagalo o el bantú, la “gracia del perdón” se otorga en más de 50 lenguas en el parque del Retiro de Madrid, convertido estos días, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en un gran centro de confesiones a las que hoy se sumó el Papa.

Junto a los 200 improvisados confesionarios alineados entre arboledas cuelgan los carteles en los que se anuncia a los fieles que pueden descargar sus conciencias en español, italiano, francés, inglés y polaco, pero también en marathy y konkani (de la India), en vietnamita o en binisaya (Filipinas).

Ante el éxito logrado, entre peregrinos y ciudadanos, por la denominada “Fiesta del perdón”, que comenzó el pasado martes, Benedicto XVI dedicó hoy unos minutos de su apretada agenda para confesar durante media hora a cuatro jóvenes (dos chicos y dos chicas).

De esa manera, el Santo Padre se unió a la larga lista de más de 4.000 curas voluntarios que atienden desde el comienzo de la JMJ los problemas, dudas e inquietudes de cientos de personas.

“No sólo se confiesan los jóvenes, sino también familias enteras, enfermos y discapacitados”, explicó el sacerdote mexicano Luis Ignacio Núñez.

El padre Núñez, que imparte el perdón en castellano e italiano durante dos horas diarias, asegura que desde que comenzó “no ha parado”. “Fíjate que me traje un libro para leer entre confesión y confesión y no he podido”, dice.

El sacerdote afirma que “todo joven que se acerca lo hace con el deseo inmenso de ganar la indulgencia plenaria, que El Vaticano y la arquidiócesis de Madrid ha decidido otorgar para ayudarles a iniciar un nuevo camino”.

“Algunos hacen una confesión general, otros más cercana, y los hay también que simplemente quieren vivir la gracia del perdón, pero en general te piden consejo. La gente viene con un ansia enorme de crecer. Buscan el cambio para llevar una vida mejor”, señala.