Un lugar emblemático para la actividad productiva de la zona

Rescatar la historia que encierra el

Centro Operativo Ángel Gallardo

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Este centro fue creado el 1º de julio de 1937 como Instituto Experimental de Investigación y Fomento Agrícolo Ganadero. FotoS: Amancio Alem

La década del ‘40 fue muy destacada en el desarrollo productivo y de investigación que se había logrado en este centro de referencia para ingenieros agrónomos y productores de la región. Se pretende divulgar los hechos más trascendentes que hicieron historia en este instituto.

 

Ivana Zilli

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Conocido como el ámbito de investigación y fomento de la actividad agrícolo ganadera, el Centro Operativo Experimental (COE) de Ángel Gallardo se convirtió en el espacio elegido por profesionales y productores ávidos por acercarse a nuevas prácticas productivas. Luego de varios años, hoy se quiere rescatar la importancia productiva e histórica que tuvo este centro en la zona. Para concretar esta actividad, se firmó un acuerdo entre el Ministerio de la Producción de Santa Fe; la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral (UNL); y el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe (Ver convenio).

Este centro “fue creado -por la ley 2.447, modificada por la ley 2.539- el 1º de julio de 1937 como Instituto Experimental de Investigación y Fomento Agrícolo Ganadero’’, señaló el ingeniero Rogelio Guitart, asistente técnico, a cargo del COE.

Esta época “fue muy destacada’’. Hasta “había una estación meteorológica dependiente de las Fuerzas Aéreas de donde se sacaban los datos de lluvias, de humedad, de velocidad del viento, entre otros’’, recordó el profesional.

Por otro lado, el desarrollo de maíces híbridos, distintas líneas de alfalfas, de trigo, lino y variedades de arroz; además de un trabajo profundo en la protección y sanidad del cultivo atraía la atención de profesionales de distintas localidades de la provincia.

Entre los ‘60 y ‘70, la actividad se focalizó en la introducción de variedades de soja y se hizo hincapié en el manejo y control de plagas en la producción sojera y se realizaban distintas experiencias a campo en las que participaban productores de la región.

Corría el año 1976, cuando la actividad del COE comenzó a dividirse en tres grandes ramas: una, dedicada a la producción frutihortícola -se trabajó en forma coordinada con instituciones como el Inta y la Facultad de Ciencias Agrarias de Esperanza; la otra, a cultivos industriales -lino, girasol y soja, entre otros-; y la tercera, centralizada en la producción de cereales y forrajes.

Desde este lugar, se empezaron “a difundir los nuevos híbridos de tomate; y especies como repollito de brucellas y lechuga japonesa. Se hacían jornadas regionales, se mostraba todo lo que estaba a campo y lo que había en los invernaderos. Todos estos hechos fueron muy importantes y bien aprovechados por los productores de la zona’’. Además, en la década del ‘80, comenzó a desarrollarse el programa de Plantas Aromáticas y Medicinales, a cargo del ingeniero Heriberto Elder.

Cerca de 40 personas -entre investigadores, administrativos y técnicos- supieron trabajar en este centro; sin embargo, a raíz de mejores perspectivas económicas, varios de los profesionales se fueron a trabajar a otros organismos y empresas privadas. En la actualidad, sólo

tres personas trabajan en el COE de Ángel Gallardo. Por eso, se quiere “reactivar este centro, incorporar gente y crear nuevos puestos laborales’’.

Algunos cambios

Con el paso del tiempo, este COE se fue transformando; y a fines de la década del ‘80, de una orientación netamente productiva y de investigación pasó a adquirir una inclinación social de la mano del programa provincial autoalimentario Pala Olla. Se realizaban talleres de capacitación en huertas familiares, se preparaban los lotes con semillas y después se distribuían a las familias para que armen sus propias huertas.

De esta forma, “se empezó a dejar de lado la tarea de investigación a campo y junto con el Inta se llevó adelante un trabajo que está más focalizado en la actividad social’’.

En la actualidad, el centro está participando en proyectos de trabajo con el Inta y con la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL. Se sigue dando asistencia técnica -tanto del área frutihortícola como de aromáticas y medicinales- a los productores que lo requieren; y se recibe a los contingentes de chicos de escuelas de Santa Fe que participan de una visita guiada para conocer el manejo productivo de la zona; mientras que el Ministerio de la Producción aprovecha este lugar para realizar reuniones y talleres’’.

La idea de Bertero -el ministro de la Producción- es reactivar este centro operativo experimental. En este sentido, “se están realizando reuniones con referentes de este Ministerio, de la Facultad de Ciencias Agrarias de Esperanza y del Inta para poner en valor este centro en concordancia con el medio que lo rodea’’, puntualizó el ingeniero Rogelio Guitart.


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En la década del ‘80, en este ámbito, comenzó a desarrollarse el programa de Plantas Aromáticas y Medicinales.

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El ingeniero Rogelio Guitart detalló las distintas etapas por las que transitó el COE.

 

3 centros operativos

hay en la provincia. El Tacuarendí, el de Las Gamas y el de Ángel Gallardo. Para reactivar a este último, se quiere trabajar con otras instituciones -Facultad de Esperanza, Inta, comunas y/o municipios de la zona- en un proyecto integrador productivo social. De forma paulatina, se pretende que este centro vuelva a adquirir la importancia que tuvo para la zona.

Convenio

El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe (representado por su presidente, Gerardo Severín; y por su secretaria, Norma Marelli); el Ministerio de la Producción de Santa Fe, a cargo de Juan José Bertero; y la Universidad Nacional del Litoral (a través de la Facultad de Humanidades y Ciencias) firmaron un acuerdo para recuperar la historia y memorias del Centro Operativo Experimental Ángel Gallardo, dependiente del Ministerio de la Producción de la provincia. Para concretar esta acción, se están realizando tareas investigativas y de reconstrucción histórica que derivarán en la producción de materiales de divulgación.

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