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¿Más miedo a perder que ambición de ganar?

Enrique Cruz (h)

Sólo quien entra a una cancha con 30.000 personas puede hablar de lo que se siente cuando enfrente está el rival de siempre. Deben pasar millones de cosas por la cabeza del jugador y se deben sentir otro millón de sensaciones. ¿Se jugará con más miedo a perder que con ambición de ganar? Probablemente, nadie lo reconozca.

Puede pasar cualquier cosa, como suele ocurrir en estos partidos. Dicen que Unión tuvo la mejor semana desde que arrancó el torneo, en cuánto a estímulo para trabajar y ánimo. Pero Colón llega mejor, está puntero, invicto y en ganador. ¿Pesa esto?, no siempre.

Desde ya que el fútbol es un deporte en el que influyen muchos imponderables. Unión ideó algo contra Boca que no le salió y, para colmo, ya perdía a los 53 segundos de juego. Que Colón aparezca como favorito asoma exclusivamente como consecuencia de lo que pasó hasta ahora, pero nunca de lo que vendrá.

Se pueden hacer algunos análisis futboleros. Que Unión debe mejorar en el manejo de la pelota y que no tiene gol, es una realidad hasta ahora. Lo mismo pasa con este Colón capaz de darle vuelta un partido al complicado Arsenal o de mantener el resultado ante Olimpo, pero que no supo resolverlo ante All Boys.

Alguna vez, a alguien se le habrá ocurrido decir que un clásico es un partido aparte, un partido especial. Se parece a una final. Hay una diferencia: perder una final no da lugar a ninguna revancha. Y el torneo seguirá para los dos, con objetivos muy definidos que no se terminan en un partido.

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