Seminario taller de nivel regional

Federico Aguer

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Durante dos días, Santa Fe fue el lugar donde se debatieron los nuevos desafíos que implica el mantenimiento de la ruralidad, no sólo en nuestra provincia, sino en todos los rincones de Latinoamérica. Diversos referentes de la Argentina y de otros países abordaron temas como: “Políticas públicas de desarrollo rural y agricultura familiar, visiones para el debate”; “Contextos y consecuencias del modelo agroexportador: ¿Crecimiento sin desarrollo?”; “Experiencia del desarrollo rural en la provincia de Santa Fe”; “Visiones y estrategias para la inserción de pequeños productores en los sistemas productivos territoriales”, “Cadenas de valor y mercados formales”; “Reflexiones sobre soberanía y seguridad alimentaria”; “La experiencia de grupos en Japón”; Tecnologías agrosilvopastoriles para la producción animal”; y “Redes y sinergias entre Estado y sociedad civil”.

Para Mauro Casella, director provincial de Desarrollo Territorial del Ministerio de la Producción, el evento se enmarca en el primer aniversario del programa provincial de agroindustria familiar. El mismo, con el lema “una nueva visión para la producción y el desarrollo”, apunta a promover la inserción de pequeños productores y emprendedores en los distintos mercados. “Pensamos en hacer un evento de evaluación y de cierre de gestión. Para evaluar algunas experiencias sumamos la capacitación y el encuentro entre todos los actores que participan: asociaciones de productores, el Estado y las instituciones que dan apoyo técnico”, comenzó diciendo.

Esta instancia permitió traer 200 representantes de municipios y comunas que debatieron sobre estos temas. El mismo gobernador, en el acto de apertura, apeló a “no quedarnos con lo que tenemos sino ir por más, pasar de una visión focalizada a aplicar políticas diferenciales para el desarrollo rural. Y pasar de una visión de la pobreza rural a la garantía de derechos por los que estamos trabajando”.

Las líneas de trabajo pasan por profundizar la participación económico productiva, junto con el afianzamiento de las asociaciones de productores, las que todavía están incipientes en nuestra provincia. Salvo la Federación Agraria, el resto no tienen este tipo de estructuras.

Los desafíos: el trabajo en red, el apoyo, la investigación “similares a los que tienen AAPRESID y las grandes clusters sojeros del sur de la provincia. Promover esas redes colaborativas y favorecer la inserción en los mercados formales de los productores. Nos llevamos como tarea darle cuerpo y financiamiento para llenar de contenidos las herramientas que fuimos generando durante el año. Y con la garantía de derechos, articular con otros ministerios el acceso a vivienda, salud y educación que son los pilares sobre los que gira el trabajo rural”, destacó.

Números que hablan

Vale destacar que el estado provincial invirtió más de $ 8 millones en un año y medio en distintas propuestas, a través de asistencia técnica, capacitación, etc. “Abrimos muchos procesos que necesitamos continuar”, dice Casella. Es que directamente se benefician 1.600 productores en toda la provincia, con muchos proyectos para crecer. De hecho, tienen en carpeta la llegada de un financiamiento internacional cercano a los 3 millones. “La producción familiar ha venido decreciendo mucho en toda la provincia, de 6.000 a 8.000 productores se perdieron. Por eso el desafío es agregar valor y diversificar la producción. Este modelo les permite a las unidades familiares insertarse en las cadenas productivas, integrar la soja con el cerdo, la faena, la comercialización, etc.”, dice. Y agrega que la visión territorial es muy importante. “Contamos con recursos escasos y las inversiones por eso deben ser estratégicas”, ejemplifica.

Finalmente, el funcionario provincial aclara que en un marco nacional adverso (como en el tema importación de cerdos), el margen de acción es muy limitado. “Hay que rediscutir mucho el papel de la política y del comercio exterior a nivel nacional, porque eso limita nuestras herramientas a nivel provincial; esos ensamblajes no se están dando y no están dadas las condiciones, el ministro Bertero lo planteó en el Consejo Federal Agropecuario y en el lanzamiento del PEA”, advirtió.

Diversificación

 

Luis Vicente Facco, asesor de la Confederación de Trabajadores de la Agricultura de Brasil y ex asesor del Ministerio de Agricultura de ese país, disertó sobre el contexto y el modelo agroexportador, y remarcó que el modelo agroexportador a nivel Mercosur a pesar de todas las contradicciones y crisis siguió creciendo a través de la producción de commodities, desplazando miles de productores familiares, “cambiando la cultura, poniendo en riesgo la soberanía alimentaria local, provincial y nacional. Este modelo debemos analizarlo bien, porque trae muchos problemas, las consecuencias son varias: desplazamiento para los pequeños productores, alto impacto ambiental, sobre todo en la vida de la gente más pobre que sigue trabajando en el campo”, aclaró. Para Facco, es necesario que los gobiernos intervengan y pongan en marcha una visión para proteger a esta gente que más necesita de la ayuda del Estado. “El campo del Mercosur no tiene una sola agricultura. Además de los agronegocios están los pequeños agricultores que necesitan de políticas específicas para seguir viviendo con dignidad en el campo. Me siento orgulloso de ver lo que hace el Gobierno de Santa Fe”, expresó.

“Nosotros lo vivimos en Brasil con el trigo y la soja, (después el trigo se perdió con la importación de Argentina), y eso desplazó mucha gente, por eso al fenómeno lo medimos y es así. Pero en la medida que el agricultor diversifica su producción, tiene más sustentabilidad, mantiene un equilibrio para pasar las crisis, y su familia y su ingreso en el campo mejora. Hay varias estrategias para implementa la agricultura familiar. La discusión debe ser profunda, debemos aclarar las diferencias entre los inversores de la soja y los productores que viven en el campo”, finalizó.

Medidas concretas en Brasil

 

En el país vecino están trabajando hace 15 años en la construcción de políticas diferenciadas. “Allí hay dos agriculturas muy claras. La agricultura hasta cuatro módulos fiscales de 50 has. y la de los grandes terratenientes, muy bien demarcadas. la producción de caña para etanol, café y soja para exportación. Todos estos productos tienen una gran participación de los pequeños productores, hemos logrado que los agricultores están diversificados, porque los que que se quedaron ya sufrieron mucho.

Implementamos políticas en un programa de fortalecimiento de agricultura familiar que llega a a 2.4 millones de familias con medidas concretas: crédito con tasa de interés baja, crédito para la juventud y la mujer”, explicó.