El día en que todo tuvo un final

Esta foto fue tomada por Jim Marshall, el fotógrafo oficial de los Beatles. Los cuatro genios de Liverpool ingresando al estadio ese lunes 29 de agosto de 1966 para dar su último concierto.

El día en que todo tuvo un final

Fue el 29 de agosto de 1966 en Candlestick Park, en San Francisco. “Shhh, tranquilo, éste es el último”, se decía cada uno para sus adentros. Ya no querían subirse al escenario. Fue el último concierto en vivo... y el final de la Beatlemanía

TEXTOS. ENRIQUE CRUZ (H).

 

La histórica visita de Paul Mc Cartney a la Argentina y el recital que dio el año pasado en el estadio de River tuvo mucho de la magia que él mismo, junto a John Lennon, George Harrison y Ringo Starr, supieron transmitir desde antes de los comienzos de los ‘60, pero que empezó a materializarse en la consolidación de Los Beatles y el inicio de lo que dio en llamarse la “Beatlemanía”, que comenzó en 1963 y tuvo su punto final cuando dieron su último concierto en vivo, el 29 de agosto de 1966 en el Candlestick Park de San Francisco.

Ese recital marcó el final de un período de cuatro años dominado por giras que incluyeron cerca de 1.400 apariciones en conciertos a nivel internacional. En esta última gira el grupo había tenido una serie de inconvenientes y dificultades que venían de unas declaraciones de John Lennon a la periodista Maureen Cleave, del Evening Standard acerca de que Lennon habia dicho que “Los Beatles eran más populares que Jesús”. El comentario pasó desapercibido en Inglaterra pero al otro lado del Atlántico comenzaron a haber demasiadas dificultades y hostilidades por parte de los medios de comunicación norteamericanos, incluidos quema de discos y boicot a los conciertos del grupo por parte del Ku Klux Khan.

Aquel grito de “guerra” de John Lennon, cuando arengaba a sus compañeros preguntándoles: “¿Hacia dónde vamos?”, “¡a la cima!”, contestaban al unísono los otros tres. Ese “¿adónde?”, “¡a la cima!”, se empezó a hacer realidad desde que “She loves you” primero y “I want a hold your hand” permitieron el ingreso del grupo en el impenetrable mercado norteamericano. Esos temas alcanzaron rápidamente el número uno en Estados Unidos, algo impensado para un grupo británico.

Los Beatles, cuyas actuaciones en vivo causaban furor en Inglaterra y en otros países de Europa, se metieron de lleno en Estados Unidos en 1964, cuando “A hard days night”, “Ticket to ride”, “Help”, “Twist and shorts” y tantos otros éxitos enardecían a sus fans.

Los míticos conciertos en el Shea Stadium dieron una muestra cabal. Presentados por el inolvidable Ed Sullivan en cuyo show actuaron, batieron records de audiencia y se comprobó que fue el único momento en el que no se produjeron robos en Estados Unidos-, actuaron ante 50.000 personas, cifra jamás alcanzada por otro grupo en esos tiempos. Ellos llegaban a Estados Unidos con ciertas dudas. Cuando hicieron el primer recital en Washington se sorprendieron. Y desde allí en más no pararon de llenar estadios.

El sonido no era el mejor. Y los gritos impedían no sólo que la gente pudiera escuchar, sino ellos mismos. Cuentan que llegaron a hacer “mímica”, que desafinaban. Pero poco importaba. Los parlantes estaban conectados a las “bocinas” del estadio. El sonido era “latoso”. Hay imágenes en las que se los ve nerviosos y diciendo cosas hasta incoherentes a la hora de dirigirse al micrófono para anunciar la próxima canción. Era evidente que no la pasaban bien, musicalmente hablando. Pero aún así se dieron el gusto de componer en disco una actuación en vivo: fue en el Hollywood Bowl de Los Angeles.

EN CANDLESTICK PARK

Ni bien el grupo llegó a Estados Unidos, a la ciudad de Chicago, el 11 de agosto de 1966 Lennon tuvo que pedir disculpas por sus comentarios. Con todo este ambiente hostil, decidieron no continuar presentándose en vivo. Ya estaban hastiados, sobre todo Lennon y Harrison; McCartney tuvo que darles la razón. Las giras se habían vuelto peligrosas para su propia integridad física. De todos modos, Paul era, de los cuatro, el que más gozaba de las actuaciones en vivo. De hecho hoy, con casi 70 años, sigue llenando estadios y mostrando su inigualable calidad manteniendo viva la música del mítico grupo.

El día lunes 29 de agosto de 1966, los Beatles dieron su último concierto de la gira norteamericana. Sus teloneros fueron The Cyrkle, The Ronettes y The Remains. Ese día tocaron en el estadio Candlestick Park de San Francisco ante aproximadamente 25.000 personas (el estadio tenía capacidad para 42.500) y el set de canciones duró solamente 33 minutos.

Entre los visitantes detrás del escenario se encontraban la cantante folk Joan Baez y Mimi Farina y, para variar, una enorme cantidad de periodistas. A las 9.27 de la noche (casi una hora y media después de lo previsto en el programa original) comenzó el set de los Beatles, que incluyó las siguientes canciones, tocadas a lo largo de la gira : “Rock and Roll Music”, “She’s a Woman”, “If I Needed Someone”, “Day Tripper”, “Baby’s in Black”, “I Feel Fine”, “Yesterday”, “I Wanna Be Your Man”, “Nowhere Man”, “Paperback Writer” y “Long Tall Sally”. También se dice que, al final John empezó a tocar unos acordes de “In My Life”, pero para todo ésto ya la actuación en Candlestick Park pasaria para la posteridad. Los fans histéricos seguían chillando, aunque ignoraban que este seria el último concierto.

El concierto fue grabado en casi su totalidad a pedido de Paul, quedando cortada “Long tall Sally”, ya que se quedaron sin cinta. Tony Barrow, agente de prensa del grupo, fue el encargado de registrar el concierto en una grabadora de cassette Philips con un micrófono marca Beyer. Barrow pudo permanecer en el campo durante la actuación del grupo y grabarlos directamente desde los gigantes parlantes. El de San Francisco se cuenta como el último por haber sido organizado en un estadio y con venta de entradas al público. La decisión de terminar con las giras ya había sido tomada. Todo el grupo sabía que este show era el último, pero íntimamente, nadie lo expresaba con claridad. “Shhh, tranquilo, éste es el último”, se decían para sus adentros cada uno de los Beatles.

Candlestick Park significó el fin de las giras para The Beatles y la locura que habían generado durante todos esos años. La “Beatlemanía”, la de los gritos ensordecedores de los conciertos, llegaba a su final. Unos años después volvieron a actuar en las terrazas de Apple. A partir de 1966, el grupo comenzó a desmoronarse. El negocio hizo que siguieran componiendo y fue tal la química existente entre ellos, que continuaron haciendo grandes éxitos. Fue el tiempo en el que la relación se terminó de desgastar, en el que apareció Yoko Ono y en el que se fue armando el final, que llegó oficialmente en 1970, cuando Paul anunció el final del grupo.

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George Harrison, Ringo Starr, John Lennon y Paul Mc Cartney. Alcanzaron la cima muy jóvenes. La beatlemanía los desgastó. Fueron cuatro años, entre 1962 y 1966, con una vida incontrolable.

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Esta foto fue tomada cuando los Beatles fueron por primera vez a Estados Unidos, en 1964. Hubo conciertos inolvidables allí, como el que dieron en el Shea Stadium de Nueva York ante más de 50.000 espectadores.

“En nuestra última gira nos traian ciegos, lisiados y niños deformes en nuestras habitaciones y la mamá de un niño decía, ‘Vamos, bésalo, posiblemente hagas que recupere la vista’. Nosotros no somos crueles. Habíamos visto demasiada tragedia en Merseyside, pero cuando una madre grita ‘sólo tócalo y posiblemente vuelva a caminar’, queríamos correr, llorar, vaciar nuestros bolsillos” (John Lennon).

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backstage de aquel último recital. Los Beatles tomando algo antes de partir hacia Candlestick Park.

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los integrantes del grupo britanico durante un acto organizado por el instituto sherry de madrid.