En Vera y Reconquista
Superti inauguró dos centros de
asistencia judicial en el norte
El ministro Superti junto a autoridades municipales dejaron inaugurados dos Centros de Asistencia Judicial en el norte.
Foto: Agencia Reconquista
El ministro dijo que el objetivo es garantizar el acceso a la Justicia. En el marco del nuevo proceso de enjuiciamiento penal se busca favorecer a la víctima, el “eslabón más débil” del viejo sistema inquisidor.
Gustavo Capeletti
El ministro de Justicia y Derechos Humanos Dr. Héctor Superti dejó inaugurados dos Centros de Asistencia Judicial en Vera y Reconquista, ambos en el Nodo Reconquista, con el objetivo de garantizar el acceso a la Justicia por parte de los ciudadanos, ofreciendo contención, respuesta y acompañamiento a víctimas de delitos, así como el servicio de mediación penal.
Respectivamente, en las inauguraciones estuvieron los intendentes de Reynaldo Fabbroni y Jacinto Speranza, el coordinador del Nodo 1 Dionisio Scarpín, el titular del Colegio de Abogados de la 4ta. Circunscripción Dr. Elías Salum, la directora provincial de Acceso a la Justicia y Asistencia Judicial, Carla Cerliani; y las diputadas Alicia Perna y Alicia Gutiérrez.
Durante el acto en Reconquista, Superti indicó que “uno de los objetivos centrales de esta gestión ha sido trabajar seriamente en la transformación del sistema de Justicia” y ese esquema los ejes fundamentales pasaron por “acercar la Justicia a la gente y lograr que el sistema judicial tenga un rol significativo en la vida cotidiana: pacificar”.
El ministro reflexionó que “si no existieran conflictos en la sociedad el sistema judicial no tendría sentido, pero habiéndolos, la función es resolverlos pacíficamente”.
Recordó que el anterior sistema heredado era “tremendamente represivo” al punto que “hemos tenido que empezar a solucionar los problemas que le trajo a la República Argentina ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos porque era violatorio de los pactos internacionales”.
En ese plano, valoró el “paso muy importante” dado días atrás al lograr el primer acuerdo amigable en el marco de la CIDH. “En el caso Godoy, una de las defensas invocadas que permitió el acuerdo fue esta transformación que estamos llevando adelante que garantiza que lo ocurrido no vuelva a suceder”, subrayó.
Constitucionalización
Superti se permitió criticar a quienes se oponen al nuevo código procesal que rige en la provincia: “Paradójicamente, esta reforma que para algunos operadores es inconstitucional fue la base de la defensa de la constitucionalización que estamos llevando adelante y que muchos años de demora tiene”, sostuvo.
Por otra parte -retomó-, a la vez de ser represivo era tremendamente ineficaz y lo prueban las prescripciones de las causas más paradigmáticas de la provincia donde “no hubo causa importante que llegara a buen puerto generando un marco de impunidad vergonzoso”.
“Represión e ineficacia fueron los objetivos que teníamos que revertir por un sistema humanista, garantizador y eficaz”, por eso, el nuevo diseño de la Fiscalía que se propone, prevé la dinámica necesaria para que bajen los niveles de impunidad’’, remarcó en su discurso.
Por eso, el acercamiento a la víctima que era “la gran olvidada de esos papeles burocráticos que dibujaban una Justicia penal inexplicable”. Y la manera de acercarnos a la víctima no es sólo poner en un código sus derechos porque eso en definitiva es un cartel, sino que “haya oficinas que la contengan en lo psicológico, en lo social; y que en lo jurídico la acompañemos con ese instrumento que es la querella cuando no puede pagar un abogado”.
Porque la víctima no elige ni el juez ni el fiscal, y entonces “quien le garantiza que en ese proceso se están haciendo las cosas bien; tiene derecho a ver lo que está pasando, a controlar y ofrecer pruebas, eso se llama tutela judicial efectiva y es un derecho humano”, consignó.
Justicia para todos
Pero, claro -sopesó- si necesita un abogado y no puede pagarlo estamos haciendo una Justicia para los que tienen plata, y la forma de hacer una Justicia para todos es con estos Cajs.
Asimismo, pidió no olvidar la pacificación: “De qué vale perseguir un delito, condenarlo, si no se resuelve la cuestión de humana de fondo máxime cuando víctima y victimario siguen en contacto por vecindad, trabajo, etc., y la escalada de violencia se puede volver a desencadenar. De allí surge la mediación, que no es voluntarismo y que está estudiada en el mundo”.
En el final, puso de relieve la humanización de la Justicia penal, convirtiendo a un sistema represivo e ineficaz en otro mucho más eficaz, accesible a la gente superando ese concepto de que “la ley está pensada sólo para un sector de la sociedad”.