cada vez hay más viviendas permanentes

En la última década, Colastiné aceleró su ritmo de crecimiento

Hay un 25 % más de inmuebles, según los padrones municipales de TGI. Los comercios registrados se incrementaron un 70 %. Desde 2008, las nuevas construcciones crecieron un 66 %, acompañando una tendencia general que se da en el resto de la ciudad.

a_av.jpg

Calidad de vida. La gente que elige vivir en la costa prioriza los espacios verdes, pero también influye el precio competitivo de los terrenos. Foto: Alejandro Villar.

 

Agustina Mai / Lía Masjoan

[email protected]

La migración de vecinos hacia la zona costera de la ciudad de Santa Fe no se detiene. Ambas márgenes de la Ruta 1 cobijan cada vez más construcciones de viviendas con destino permanente. Una tendencia que además es acompañada por los comercios, que crecieron fuerte en los últimos 10 años.

Entre 2008 y lo que va de este año, la cantidad de expedientes por construcciones nuevas en la zona que ingresaron a la Dirección de Edificaciones Privadas de la Municipalidad aumentaron un 66 %. En 2008, se solicitó autorización para realizar 103 edificaciones; en 2009 bajó a 88; en 2010 subió a 199, y podría ser superado este año si continúa el ritmo actual: van 171. Las cifras no son ajenas a una tendencia general que se viene registrando en la ciudad, porque en términos generales, representan un 6,5 % del total de tramitaciones del año en todos los barrios.

Además, en la última década no dejó de crecer la emisión del tributo de Tasa General de Inmuebles, un indicador de la cantidad de viviendas radicadas en la zona. Todo lo contrario. Según los registros municipales, en la actualidad hay un 25 % más de contribuyentes que en 2001 (de 3.702 se elevó a 4.621).

La actividad comercial acompañó la radicación de nuevas familias y creció en forma exponencial. La emisión de Derecho de Registro e Inspección -un tributo que abonan los comercios al municipio sobre las ventas que realizan- arroja un incremento de contribuyentes del 70 %, respecto a 2001. (Ver gráficos)

Precio y naturaleza en la ecuación

¿Por qué cada vez más gente elige vivir en la costa? La principal razón es económica: “Un terreno acá cuesta un poco más barato que uno en Aristóbulo del Valle al 10.000 y tardás menos en llegar al centro”, indicó Gonzalo Mones Ruiz de inmobiliaria Gentina. En tanto, Bernardi detalló: “Los terrenos en esta zona valen lo mismo que en el norte de la ciudad, pero tienen el doble de superficie. Claro que tenés que resignar servicios como gas, agua corriente y cloacas”.

Pero también influyen motivos vinculados con la tranquilidad, los espacios verdes y la seguridad. “Es más tranquilo que en Santa Fe, tenés otras libertades, el clima es más agradable, hay más verde”, enumeró Mariano Brancatto, de la inmobiliaria MB.

Muchas parejas jóvenes se instalaron en la zona. Es que, como señaló Guillermo Bernardi, “es una buena opción para los que quieren dejar de ser inquilinos y se inician como propietarios”.

Para vivir

En los últimos años, aumentó la cantidad de personas que eligen vivir en la costa en forma permanente. “La gente ya no mira la zona como un lugar de quintas, sino que el 95 % de la gente que busca comprar acá es para vivienda permanente”, aseguró Brancatto.

Desde inmobiliaria Gentina aportaron otro dato: el 40 % de los que alquilan una casa para la temporada estival, después buscan un contrato de alquiler permanente porque “les gusta el lugar”. En este sentido, hay una merma en la oferta de quintas temporales. “En 2009 teníamos 23 propiedades para alquilar por semana, quincena o todo el verano. El año pasado esa cifra bajó a 14 porque las otras quedaron alquiladas en forma permanente. Cada vez hay menos oferta para alquileres temporarios”, especificó Mones Ruiz. Esta opinión es compartida por Brancatto: “No da la capacidad de las quintas para la demanda que hay”.

Al igual que a la hora de comprar, las razones económicas tienen un importante peso al momento de decidir alquilar en la costa. “Con lo que en Santa Fe alquilás un departamento de un dormitorio, acá se consigue una casa con dos habitaciones y espacio verde”, comparó Bernardi. El ahorro ronda el 30 %.

Lo que falta

Servicios y Ruta 1


Gas natural, cloacas y agua corriente son los servicios todavía pendientes en la zona. Además, los vecinos apuntan a la necesidad de la construcción de la Ruta 1 para agilizar el tránsito y mayor seguridad vial; y de un hospital que funcione todo el día.

Los beneficios

Tranquilidad y espacios verdes

Calles arboladas y de arena, donde los vehículos no corren “picadas”, “más verde”, poco ruido, ausencia de rejas por doquier, que los chicos puedan jugar en la calle o andar en bicicleta son algunas ventajas que vuelven atractiva a la zona costera.

70 %

más de comercios

Este desarrollo de negocios se registró entre 2001 y 2011 y está íntimamente relacionado con una mayor demanda de la población permanente en la costa. Antaño quedó la imagen de Colastiné como zona de quintas; ahora la mayoría vive todo el año.

Más espacio

Guillermo Bernadi (inmobiliaria)

“Los terrenos en esta zona valen lo mismo que en el norte de la ciudad de Santa Fe, pero tienen el doble de superficie. Claro que tenés que resignar servicios como gas, agua corriente y cloacas, que todavía no existen en Colastiné”.

Sin título-1.pdf
Sin título-2.pdf

a_av.jpg

Dos contras. En Colastiné faltan servicios importantes como el gas natural, tampoco hay red de agua potable. Foto: Alejandro Villar.

Crecimiento comercial

La pescadería de “El Lele” es uno de los primeros comercios instalados en la costa, en 1957. “En ese entonces éramos 100 personas y todo esto era descampado. Recién después de la construcción de la defensa, en los 90, empezó a venir a vivir más gente. Pero en los últimos diez años cambió muchísimo. Cuando yo empecé vendía mucho más porque no había otra cosa; ahora tenés negocios en todas partes”, comentó “El Lele” Uleriche.

El almacén de Tito lleva 18 años en el km 2,5. “Antes esto era todo huerta, donde trabajaban los bolivianos”, recordó Graciela Dip. “Esto ha crecido muchísimo y ha cambiado totalmente: desde el alumbrado hasta la cantidad de locales sobre la ruta. Antes no había ni una farmacia”, detalló la mujer.

“Hace seis años no había nada; ahora tenemos grandes supermercados y la zona creció muchísimo”, comentó Gonzalo Mones Ruiz.

En tanto, Blanca Dalul de Rossi de la Heladería Rincón, instalada en el km 3,5 hace siete años, reconoció el potencial que vieron en la zona y calculó que el crecimiento debe rondar el 70%.

Desde diciembre de 2010, los vecinos de la zona cuentan con un supermercado, que ofrece más variedad que los almacenes y autoservicios. “El primer estudio de mercado lo hicimos en el 2006 y desde ese entonces la zona había empezado a crecer mucho demográficamente. En esos cinco años ese crecimiento se disparó, no sólo por la cantidad de gente que vive, sino también a nivel comercial”, sostuvo Juan Francisco Kilgelmann.

Si bien reconoce que hay más movimiento los fines de semana, no hay un contraste tan marcado con el resto de los días, lo cual da la pauta de que “hay mucha gente que vive permanentemente en el lugar y la zona de quintas pasó a ser minoría”.