Un masaje, por favor

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Piernas cansadas, espalda y hombros cargados y pies doloridos son el resultado de una frenética actividad diaria que hoy se puede solucionar gracias a un masaje basado en filosofías milenarias. Un buen masaje semanal debería ser obligatorio.

TEXTOS. CARMEN MARTÍN. FOTOS. EFE REPORTAJES

Abandonar todo y a todos durante un par de horas para recibir un masaje se ha convertido en una necesidad, no en un capricho. El objetivo del masaje es aliviar tensiones, relajar los músculos y otorgar calma al organismo, sometido a un ritmo frenético de trabajo que lo castiga e incluso lo maltrata.

En función de las necesidades, los spa, los templos sibaritas y los centros de belleza ofrecen una amplia carta de masajes que se combinan con frutas, agua, aceites y esencias naturales que otorgan mimo e hidratación a la piel.

En estas líneas recorremos algunas opciones, ofrecidas por centros de alta calidad.

TRANQUILIDAD Y EQUILIBRIO

El equipo técnico del Asia Gardens Thai Spa ofrece el masaje tailandés Nuda Thai, un exponente máximo de esa filosofía de paz, tranquilidad y equilibrio que se desarrolla en toda Tailandia.

En este masaje, el terapeuta emplea no sólo las manos sino sus codos, brazos, pies y piernas como instrumentos para efectuar manipulaciones, presiones y maniobras destinadas a ayudar a estirar, doblar y desbloquear todos y cada uno de los músculos y articulaciones.

Su objetivo es favorecer la apertura de los flujos de energía logrando, además, alargar los músculos y liberar las tensiones, incluso las más profundamente arraigadas. El resultado: un perceptible estado de bienestar, flexibilidad y relajación inmediato.

Ataviado con un pijama thai (pues este tipo de masaje evita el contacto directo piel con piel) el protocolo Nuda Thai da comienzo con el ritual de bienvenida tradicional oriental: un lavado de pies, que servirá como presentación y primera toma de contacto entre la terapeuta y el cliente.

A continuación, se pasa a una de las cabinas específicas, en las que en lugar de camillas hay camas balinesas, que resultan imprescindibles para realizar correctamente el masaje. Tras colocar sobre los ojos un antifaz de tela con especias da comienzo la sesión: la terapeuta trabajará todo el cuerpo, desde los pies, mediante digitopuntura podal, hasta la cabeza con manipulaciones de terapia sacrocraneal, pasando por piernas, brazos, cuello, espalda y abdomen.

Cada zona es convenientemente desbloqueada, estirada e incluso “retorcida” sin que, pese a la aparente complicación de ciertos estiramientos, en ningún momento a lo largo del proceso, el cliente perciba más que sensaciones relajantes y placenteras de liberación muscular y mental.

El broche de oro llega con una infusión desintoxicante y refrescante servida con el clásico ritual del té, al borde de la espectacular piscina climatizada del spa.

AYURVEDA Y AGUA TERMAL

En La Granja (Segovia, centro de España), el Hotel & SPA Isabel de Farnesio, bautizado en honor a la segunda esposa del que fuera Rey de España Felipe V, ofrece el Ritual Ayurveda con vapor y Shirodhara centrado en conectar la mente y el cuerpo a través del método ancestral Shirodhara, que se consigue mediante un masaje en el que el vapor juega un papel fundamental, abriendo los poros para aumentar la recepción del método Shirodhara.

Este tratamiento se concentra en trabajar los chakras, energizándolos a través de un flujo que cae en la frente de quien recibe el tratamiento. Para completar la armonización de la persona se practica un masaje corporal a la luz y el calor de velas.

El Balneario Sicilia, en Jaraba (Zaragoza, centro de España), ofrece el masaje Watsu, protocolo que se realiza dentro de una piscina de agua termal para conseguir un estado de relax absoluto. Sumergido en agua termal, a 35º de temperatura, el terapeuta realiza un masaje flotante con movimientos de shiatsu.

Para mayor relax, en el interior de la piscina, incluso debajo del agua, se puede escuchar una música relajante, mientras en el techo de la sala se van produciendo una serie de combinaciones de diferentes luces de colores basadas en los efectos de la cromoterapia.

EN PLAN GOURMET

Nutrir -al mismo tiempo- los sentidos y el alma es la filosofía de los terapeutas del Thai Spa Asia Gardens, en Alicante (sureste de España) que utilizan una serie de productos extremadamente suaves y delicados de La India y de Tailandia, con certificado BIO y formulados con ingredientes de origen natural como el arroz, el jazmín, la papaya y el lemongrass (o citronella).

Con estos cuatro ingredientes, que actúan por separado pero con la misión de alcanzar cotas máximas de bienestar en cuerpo y mente, se practican diferentes protocolos, aunque todos ellos comienzan con una exfoliación corporal que elimina y disuelve las células muertas que se van acumulando en la piel.

A continuación, tras una breve ducha para activar la circulación, se aplica una mascarilla que penetra en profundidad en la dermis gracias a una envoltura de papel plástico, no osmótico, que evita el exceso de sudoración.

Transcurridos unos 20 minutos, y después de otra ducha para eliminar los restos de mascarilla, el protocolo finaliza con la aplicación de una loción corporal, cuya función principal es hidratar a fondo la piel, así como favorecer la regeneración y aportar una sensación de bienestar sublime, confiriéndole además un aspecto liso, cuidado, sedoso y muy relajado.

El tratamiento de arroz es específico para nutrir y calmar la dermis, mientras que el de papaya, rico en vitamina A y C, va dirigido a las pieles sensibles. El lemongrass combate las celulitis y retención de líquidos y el protocolo de jazmín se reserva para calmar el estrés. Ahora, el masaje está considerado como una terapia relajante más que una costumbre hedonista que, además de relajar, ayuda a recargar las pilas.

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