“BARAKA”

Entre el juego y el grito

La obra que erige un canto de amistad que dibuja y transfigura la risa volverá el domingo 9 al Teatro Municipal, en el marco de su gira despedida.

1_pa.jpg

Darío Grandinetti, Juan Leyrado, Jorge Marrale y Vando Villamil demuestran en escena “cómo se hace ‘en serio’ una comedia”, según sostuvo el crítico de El Litoral. Foto: Pablo Aguirre

 

De la redacción de El Litoral

[email protected]

Con el recuerdo aún fresco de la extensa ovación que el público santafesino otorgó a “Baraka” en mayo del año pasado, en las dos funciones que presentó en nuestra ciudad, la obra volverá el domingo 9 de octubre en el marco de su gira despedida.

Esta vez, la historia de la joven dramaturga holandesa María Goos llegará al Teatro Municipal (San Martín 2020). Allí, desde las 21.30 Darío Grandinetti, Juan Leyrado, Jorge Marrale y Vando Villamil le pondrán el cuerpo a esta reflexión sobre la amistad en tono de comedia dramática que se alzó con varios premios en sus cuatro temporadas en escena.

Los 400 mil espectadores que la aplaudieron, en 700 funciones realizadas, y las 23 ciudades que conforman su gira despedida resultan cifras que dibujan un éxito sólo plausible en los rostros que sorprende la luz al bajar el telón e iluminar la sala. Tal como expresó el crítico teatral Roberto Schneider hace poco más de un año en estas páginas, en “Baraka” estos cuatro actores demuestran “cómo se hace ‘en serio’ una comedia y cómo se manejan los resortes emotivos en la composición de sus personajes”.

Esta puesta dirigida por Javier Daulte es una versión de F. Masllorens y F. González del Pino, que cambió el título original que traduce “Baraka” como “cloaca” por un juego entre amigos cuyo devenir indaga, tensa y desgarra las fibras más vivas de la amistad.

En días de su estreno, Grandinetti explicó a Página 12 que “Baraka es un grito de guerra, un modo de encontrarse de estos personajes, pero nosotros supimos que en árabe esa palabra significa fortuna o aliento de vida”. Para Daulte, “Baraka’ no quiere decir nada y quiere decir muchas cosas. Pero lo importante es que nadie sepa cuál es su significado”. En el devenir escénico, a ojos de Schneider la obra plasma la “vital, seca, amarga y desoladora crónica de la soledad de los seres humanos. Los cuatro amigos dialogan pero también se acumulan los silencios, las recriminaciones, llantos y fastidios. El cuadro que pinta la autora es agradable y doloroso al mismo tiempo. Construye una historia en la que ninguno de sus protagonistas sale indemne”.

Oda a la amistad

En escena, la obra reúne a cuatro amigos (Julián, Tomás, Martín y Pedro) de la infancia, 30 años después, en un sinsentido que resuena como un eco vacío. El texto examina con humor y emoción el goce y los obstáculos de la amistad masculina y muestra cómo los hombres pueden poner en riesgo su salud emocional por la búsqueda constante de dinero, poder y reputación.

En palabras de Jorge Marrale, concedidas al diario Perfil en días de su estreno, la obra “no es complaciente ni muestra la amistad entre hombres de manera idealizada (...) Tampoco es crítica, entra en la entraña de nosotros. Quisiera que los espectadores varones se miren en este espejo. Estos cuatro hombres se divierten, hay mucho humor, pero también verdad”. Con este sustento, Marrale logró con “Baraka” un premio Estrella de Mar como mejor actor, un Premio ACE a mejor actor protagónico en comedia y/o comedia dramática y el ACE de Oro, todo por la misma actuación. La obra sumó un Estrella de Mar como mejor comedia dramática y otros dos para su director y actriz Carla Pandolfi, cuya breve e intensa intervención mereció un premio Revelación.

A criterio de Schneider, la clave reside en “esos seres de algún modo solitarios [que] tienen demasiados fantasmas acumulados como para ser explicados en una obra. Daulte es lo suficientemente sabio y respetuoso y entiende que su única opción es retratar un período difícil en la vida de sus personajes. Y tiene la amabilidad de dejar, al final del relato, un pequeño halo de luz que brilla como un diamante”.


Seis letras, una historia

“Baraka” se estrenó en septiembre de 2004 en el Teatro Old Vic de Londres bajo dirección de Kevin Spacey. Originalmente, fue escrita en 2002 para la compañía teatral holandesa Het Toneel Speelt, convirtiéndose en la obra más exitosa del teatro holandés.

El título de la obra no tiene una connotación literal sino que busca una sensación auditiva; sin embargo en idioma marroquí refiere a una expresión de saludo y deseo de buena suerte. En la obra, el título refiere a una manera especial en que cuatro personajes se saludan, y que mantienen desde la niñez. En Holanda también se tituló “Baraka”, pero en Alemania “Alte Freunde” y en Inglaterra “Cloaca”. La obra también fue presentada en España y Suiza.