Estadísticas de los operativos municipales
Estadísticas de los operativos municipales
Los efectos de conducir alcoholizado
De la Redacción de El Litoral
La respuesta al alcohol varía según el género y el peso de la persona, por lo que el efecto del alcohol suele ser mayor en las mujeres que en los hombres. También son superiores los tiempos que ellas necesitan para reponerse y llegar a un nivel de alcoholemia cero y lo que se haya comido antes de beber, ya que si no hay alimentos en el estómago, el alcohol es absorbido rápidamente por el torrente sanguíneo y el nivel de alcohol en sangre aumenta.
Diferentes estudios han comprobado que quienes toman alcohol tardan más en reaccionar ante un imprevisto y son más imprecisos a la hora de maniobrar. Esta conducta se debe a que los sentidos sufren una alteración en la percepción de las distancias y los tiempos. Como el alcohol es un depresor del sistema nervioso central, en principio, produce una sensación de bienestar, ligado a un mayor control de la situación y mayor verborragia. Esta conducta se genera ya que hay una desinhibición de factores biológicos por depresión del sistema nervioso.
Los profesionales de la medicina aseguran que el conductor debe ser consciente de que el hecho de consumir alcohol afecta los reflejos, aunque él no lo note. Es por eso que las distintas legislaciones que regulan el tránsito a nivel global, ponen un límite de 0,5 gramos por litro como valor máximo permitido para automovilistas, un 0,3 como límite para motociclistas.
Reacciones
Los efectos que la bebida ingerida produce en cada uno depende de la metabolización, ya que no tiene el mismo resultado en una persona que habitualmente ingiere alcohol que el que produce en un conductor que rara vez toma una copa. De la misma manera, no resulta lo mismo tomar un vaso de vino que uno de whisky, ya que mucho de los efectos producidos tienen una directa relación con la graduación alcohólica.
En promedio, el límite permitido para automovilistas se aproxima a los dos vasos de cerveza de 300 ml. El champagne tiene una graduación alcohólica que se aproxima al doble del que tiene la cerveza -una copa de champán tiene, aproximadamente, 100 ml, por lo tanto, se podría decir que una ingesta de dos copas, no tendría que tener mayor incidencia en los niveles de alcohol en sangre-.
Si se trata de vino, lo máximo permitido se aproximará a un vaso mediano. Si alguien se aventura a beber más de eso, probablemente el alcoholímetro arroje resultados positivos.

/// análisis
Más controles, menos accidentes
Cornelio Collins, secretario de Control de la Municipalidad
La presencia de operativos específicos de alcoholemia desde el comienzo de la gestión y las experiencias de sus resultados, tales como secuestros de vehículos, imposición de multas importantes y retiro de la licencia, sirvieron para madurar el convencimiento de que se trataba de intervenciones necesarias para prevenir accidentes y evitar daños irreparables. Los ciudadanos valoraron y aceptaron estas intervenciones porque comprendieron la necesidad de evitar males mayores, aportando un notable cambio de actitud, pues se comenzó a generalizar la idea sobre el valor de abstenerse de ingerir alcohol en ocasión de conducir y que era bueno pensar en liberarse de la responsabilidad del vehículo haciéndose trasladar por otros medios para disfrutar de una copa tranquilo.
Debe saberse que continuaremos con estos métodos de control, variando los puntos de operaciones y los horarios dando prioridad a momentos y lugares estratégicos, y debe también considerarse que una de las causas que han concurrido eficazmente a la disminución de accidentes con víctimas fatales en la ciudad de Santa Fe, en los últimos cuatro años, ha sido la constancia en este tipo de procedimientos y la comprensión de la comunidad de que se trata de una forma de asegurar el bien común.