No dio resultado pero dejó cosas para analizar

Calidad más que cantidad

Kudelka probó un nuevo dibujo táctico para enfrentar a All Boys para tener “mayor y mejor posesión de pelota”. La tuvo más, pero no mejoró.

Alberto Sánchez

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El pensamiento y las intenciones de Frank Darío Kudelka son saludables. Implementar una renovación táctica en el equipo que dirige, teniendo como meta primordial el tratar de poseer más y mejor el instrumento de juego (léase pelota) que el adversario de turno es, por lo menos, valorable en estos tiempos de fútbol magro, insulso y frío.

Ahora habrá que ver si sostendrá la idea después del empate conseguido frente a All Boys el último sábado en el 15 de Abril. Por lo observado ante el Albo, el paso del 4-2-3-1 al 3-4-2-1 “no alcanzó los objetivos propuestos”. Unión no fue más que el elenco de “Pepe” Romero, y no obstante haber tenido la posibilidad de quedarse con los tres puntos en los pies de Jerónimo Barrales, el empate fue justo y legítimo.

Tiene razón el entrenador rojiblanco cuando palabras más, palabras menos, dice que no es esclavo de los sistemas tácticos. Y aún sabiendo que no hay un solo equipo, ni amateur, que no parta de una táctica para enfrentar a su oponente, tanto sea para ganar como para no perder, los sistemas tácticos se hablan, se explican, se dibujan, hasta se pueden mecanizar en trabajos de campo.

Pero a la hora de la verdad, cuando “se juega por los porotos”, los hombre elegidos para implementar lo que se habló, lo que se explicó, lo que se dibujó y lo que se mecanizó, comienzan a moverse, el problema es que el rival también hace lo mismo. Entonces es el momento de las decisiones, sobre la marcha, de los protagonistas sobre el “verde césped”.

Del “tal equipo está bien parado” se pasa a lo que realmente es importante en el fútbol, que “el equipo esté bien movido”. Es ahí cuando los sistemas tácticos ya no son tan decisivos y pierden significancia, sobre todo cuando se pretende tener mayor y mejor posesión de la pelota; como bien dice Kudelka.

Pero también es cierto que en el fútbol actual se puede dominar el desarrollo de un partido sin tener la pelota más tiempo que el equipo contrario. La prueba más relevante se dio en el clásico que, clara, merecida y justificadamente, Unión le ganó a Colón en el Brigadier por 2 a 0. “Podríamos jugar hasta mañana que no nos iban a meter un gol”, fue el comentario de la mayoría de los jugadores tatengues al terminar el cotejo. Y es verdad, reconociendo que Colón tuvo el balón en un porcentaje más alto que el Tate, más que nada en el complemento.

Si hay algún partido que el mundo de la avenida quisiera repetir es el del triunfo mencionado. De esto se desprende que es más importante alcanzar la calidad en momentos determinantes, que cantidad de minutos de posesión sin lastimar. En definitiva, ser práctico y efectivo cuando se alcanza la mínima oportunidad de hacer daño, como no sucedió el último sábado.

También señaló FDK tras el 1-1 frente a All Boys que no es Bep Guardiola, y que Unión no es Barcelona. Otra prueba irrefutable de que el elenco español es el norte en cuestiones que tienen que ver con dominio táctico, estratégico, territorial, temporal, psicológico y físico. Pero para eso el director técnico azulgrana tiene los futbolistas adecuados, más el plus Lionel Messi, el mejor del mundo, sin dudas, cuando se calza la casaca del conjunto catalán.

¿Tendrá Kudelka los hombres necesarios para sostener la refrescante idea de arriesgar en pos de conseguir mejor tenencia o posesión? Por lo visto contra los de Floresta, el tándem Rosales-Pereyra no le otorgó al rojiblanco lo que el planteo buscaba. La intención fue buena, la labor del cordobés, enganche natural (y goleador), también, siendo la figura del equipo.

¿Faltó trabajo? Quizás, pero el 4-4-1-1 implementado por primera vez ante San Martín de Tucumán en la 15ta fecha de la B Nacional jugada hace casi 11 meses, ¿lo tuvo? Y sabemos lo que le significó al tatengue ese cambio táctico (después de dos duras derrotas, 3-1 en San Juan con San Martín y 3-0 con Belgrano en la avenida), el cual con el tiempo fue convirtiéndose en un equilibrado 4-2-3-1.

El lunes de la semana que viene, a las 17, Unión se medirá con Olimpo en Bahía Blanca, otro duro compromiso (en realidad, lo son todos) para los dirigidos por Frank Darío Kudelka. Para ese cotejo podría estar en condiciones de jugar el “Chango” Cárdenas, tal vez sea una “entendible excusa” para volver al dibujo de cuatro defensores, dos mediocampistas centrales, dos “pistones” por las bandas, un enganche y un punta, por lo menos hasta recuperar la confianza, reafirmando conceptos y esperando que aparezca el socio ideal del “Pichi” Rosales.

Los equipos que sufren el síndrome de la “manta corta” son precisamente los que no consiguen el equilibrio, y no existe el técnico que aguante la exposición en defensa cuando ofensivamente es demasiado tibio y no concreta.

Por eso lo mejor sería alcanzar la simpleza que se logró en el clásico. No hay un sistema táctico perfecto, no hay un esquema táctico mejor o peor que otro. Lo fundamental es encontrar aquel planteo con el cual los “intérpretes” estén cómodos, y sobre todo, sepan “interpretar” al director, y estén convencidos, cada uno de ellos, de que la partitura que les tocó, sea extensa o no, es la mejor, lo importante es la calidad con la que la “interpretan”.