Angustioso secuestro virtual

La esposa de un profesional fue blanco de una extorsión

Una joven mujer, esposa de un médico de nuestro medio, debió obedecer a un manipulador que la obligó a hacer trasferencias de dinero a cambio de la vida de un familiar.

El remisero que condujo a la víctima por distintos puntos de la ciudad de acuerdo a las instrucciones que ella recibía por vía telefónica está bajo sospecha. Foto: Prensa URI

José Luis Pagés

Una joven madre y esposa de un profesional médico de nuestro medio fue víctima de una maniobra extorsiva en el marco de un secuestro virtual.

Cecilia P. se encontraba en su domicilio ubicado en pleno centro de nuestra ciudad cuando ayer, cercano el mediodía, recibió un llamado telefónico anónimo por el cual se le hacía saber que un miembro de su familia había sido secuestrado.

El desconocido al teléfono exigió a la víctima que juntara todo el dinero que tuviera en la casa, que lo colocara en un bolso y que saliera a la calle y tomara un remis o el primer coche alquiler que tuviera a la vista.

Una vez en la vereda, un remis apareció casualmente y Cecilia P. no dudó un instante, hizo señas y subió. La voz en el teléfono no dejaba de dar instrucciones, como por ejemplo, que en ningún momento cortara la comunicación.

Luego comenzaría un recorrido donde C.G.P. iría cumpliendo paso a paso con las indicaciones que recibía a través de su teléfono celular, hasta que debió cambiarlo por otro, un aparato usado que compraría en cualquier casa de telefonía, además de un chip.

El remisero, que parecía interesado en la extraña conversación, una vez más ofreció sus servicios, en este caso recordó que tenía el aparato de su esposa y se lo ofreció en venta. Con ese aparato y un nuevo chip C.G.P. siguió atada a su conversación con el extorsionador desconocido.

A todo esto Fernando C. -esposo de la víctima-, se dirigió a la Seccional 1ra., porque Cecilia P. no atendía sus llamados y porque, además, ella había dejado a su hijo al cuidado de una vecina.

En las primeras horas de la tarde los agentes de la 1ra. -más tarde con el apoyo de las Tropas de Operaciones Especiales-, sospecharon una maniobra y se cercioraron de que ningún familiar de la mujer estuviera secuestrado en nuestro medio ni en ninguna otra ciudad de la provincia, entonces salieron buscarla.

Pero atrapada por un hábil manipulador la mujer seguiría cumpliendo las tareas según le ordenaban. Sin sospechar que era víctima de un engaño, fue dirigida a un centro comercial para desde allí hacer varias transferencias de dinero a nombre de distintos beneficiarios a través de Western Unión y Correo Argentino.

Una vez hecho esto y mientras la policía comenzaba a cerrar las salidas de la ciudad, el anónimo personaje que tenía bajo control a la aterrada Cecilia P. -quien temía por la vida de los suyos-, exigió que se fuera deshaciendo de las boletas de las transferencias realizadas, que las rompiera y las fuera arrojando por la ventanilla.

Recién a media tarde, alrededor de las 18, el remis que conducía a Cecilia P. fue interceptado por las patrullas de la URI ante las puertas de la Clínica de Nefrología -avenida Freyre- y, mientras ella se reencontraba con su esposo Fernando C., la policía colocaba las esposas al solícito remisero.

El caso es investigado por la Seccional 1a. -dado que todo comenzó en los aledaños de Francia y Mendoza-, con apoyo de las Tropas de Operaciones Especiales y con intervención de la Fiscalía NN de los tribunales santafesinos. También la Jefatura Coronda tomó parte del operativo al descartar el posible secuestro del padre de Cecilia P.

Fuentes consultadas dijeron que una maniobra similar a ésta se dio recientemente en la ciudad de Rosario y que tanto en aquella como en esta ciudad se pudo comprobar que el manipulador que maneja los hilos lo hace de lejos, fuera de los límites del territorio provincial.