Desplegar alas al viento

Desplegar alas al viento

Planeador de instrucción aterrizando en el Club de Planeadores y Aeromodelismo de Esperanza.

Desde hace 60 años, el Club de Planeadores y Aeromodelismo de Esperanza trabaja para promover el vuelo a vela y llevar este deporte al alcance de toda persona que tenga el sueño de volar. Esta nota presenta su historia, sus logros y su expectativa de seguir creciendo.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FOTOS. GENTILEZA CLUB DE PLANEADORES Y AEROMODELISMO DE ESPERANZA.

“El vuelo a vela nace como deporte después de la Segunda Guerra Mundial -comienza a explicar David Monsalvo, miembro de la Comisión Directiva del Club de Planeadores y Aeromodelismo de Esperanza-. Al perder Alemania la guerra, los aliados prohiben toda actividad militar de entrenamiento, entonces puso a sus ingenieros al servicio del vuelo a vela, que era el único que le permitían: volar aviones sin motor y aviones escuela muy chicos para formar pilotos. Por ese entonces, ya había algunos experimentos privados de planeadores, pero en ese momento todo empieza a evolucionar de una forma acelerada. Cuando lograron que empiece a funcionar, se dieron cuenta de que podía llegar a ser un deporte masivo”.

En Argentina, recién en la actualidad el vuelo a vela tiene una difusión grande, a partir del trabajo de muchos clubes y la organización de distintos campeonatos en todo el país. Pero hace muchos años -desde mediados de la década del ‘30 hasta avanzados los ‘50, con los primeros inmigrantes- que las instituciones volovelísticas se empezaron a formar. Durante la presidencia de Perón el deporte evolucionó, dado que ingenieros alemanes se instalaron en nuestro país y trabajaron sus proyectos de planeadores apoyados por el gobierno.

Finalmente, el nacimiento de los clubes se convirtió también en una necesidad, ya que la mayoría de los pilotos que vuelan en aerolíneas nacen de estas instituciones: empiezan a volar un planeador, después avión monomotor, y así van ascendiendo hasta completar la cantidad de horas necesarias para volar una aerolínea. Así, estos espacios se convierten en semilleros de pilotos.

UN POCO DE HISTORIA

El 4 de julio del año 1941, un grupo de jóvenes amantes del volovelismo fundó en Esperanza el Club de Planeadores y Aeromodelismo. Reunidos en el local de la biblioteca “Francisco Soutomayor” realizaron la primera asamblea informativa para crear un club de vuelo sin motor. Así surgió la primera comisión directiva

En sus comienzos el aeromodelismo fue la actividad exclusiva de la escuela, deporte que a través de los años le dio muchísimas satisfacciones a la institución. Los caminos rurales y potreros sirvieron en ese entonces de improvisadas pistas. Más tarde, gracias a Antonio Hessel, se construyó el primer hangar en un campo de su propiedad donde se realizó actividad de vuelo durante tres años.

En 1951 realizó su vuelo inaugural el primer alto velero íntegramente construido en los talleres del club, lo que llenó de orgullo a todos por su excelente construcción y características de vuelo.

La entidad siguió avanzando tanto en equipamiento como en estructura y tamaño de las pistas en el campo “Lehmann”, donde el aeródromo se asienta actualmente.

PARTICIPACIONES DESTACADAS

La creciente actividad motivó el alto nivel deportivo que distinguió al club, y así se fueron logrando numerosos récords y participaciones destacadas.

En 1952, se realizó en Esperanza el primer campeonato regional de vuelo a vela, con la participación de representantes de Córdoba, Paraná, Ceres, Rosario y Tucumán. Resultó ganador el representante local Arnaldo Grenón.

En 1954 se logró adquirir en Alemania el planeador biplaza Cóndor IV (LV-DBU), participante en dos campeonatos mundiales y una avanzada tecnológica para la época. Este fue el primero y el único de los Cóndor IV que fue importado desde tierras alemanas; todos los demás que adquirieron los clubes nacionales fueron ensamblados en el país.

No todo fue sencillo, ya que dos tornados que se presentaron en distintos momentos destruyeron material de vuelo e instalaciones del club. Reforzando el esfuerzo y la dedicación, los volovelistas sacaron la institución adelante.

La actividad siguió en aumento y se mejoró la infraestructura, construyéndose una sala más amplia para reuniones y el buffet. En 1968 se adquirió el primer planeador plástico, el Phoebus A (LV-DGT), utilizado por el equipo argentino en los campeonatos mundiales de esa época, permitiendo a los pilotos locales la realización de pruebas deportivas de mayor distancia y velocidad.

En 1975 la Federación Argentina de Vuelo a Vela (Favav) designó al Club de Planeadores y Aeromodelismo de Esperanza como sede del 23 º Campeonato Nacional de Vuelo a Vela. Se trató de todo un hito por distintos aspectos organizativos, de difusión y deportivos, quedó en el ambiente del vuelo como uno de los más completos en todo sentido. Toda la comunidad de la zona siguió las alternativas y acompañó el desarrollo de la competencia. En la categoría A resultó vencedor un piloto oriundo de Esperanza, Roberto Rizzi, hijo del primer instructor de la escuela, Don Guido. Rizzi iba al comando de un planeador experimental -el Super Albatros- representando al Club de Planeadores Albatros, de San Andrés de Giles (Provincia de Buenos Aires).

El empuje motivado por esta competencia acercó mucha gente a la actividad; se intensificó la actividad de escuela.

En noviembre del año 1991, se realizó en Esperanza el 3º Campeonato Regional de Vuelo a Vela, con la participación de 26 representantes de los clubes San Francisco, Pergamino, Ceres, Rafaela, La Plata, Catamarca, Córdoba y los exponentes locales. Fue todo un récord en este tipo de eventos dado que se pudieron volar los siete días posibles con condiciones meteorológicas diversas.

Por estos tiempos se comenzó a construir el segundo hangar, que cuenta con un taller habilitado para la reparación y mantenimiento de las aeronaves propias de la entidad.

En noviembre de 1995 se organizó el 4º Campeonato Regional, con 17 participantes de Rafaela, Cañuelas, Pergamino, La Plata y Catamarca, sumados a los de la institución local. Volándose 6 pruebas de los siete días posibles, se demostró nuevamente al ambiente del vuelo a vela nacional las posibilidades organizativas del club.

RETOS DE HOY

Luego de 60 años de historia, David Monsalvo y María Martina Acosta, integrantes de la Comisión Directiva actual del club esperancino; nos cuentan la realidad actual de este deporte y sus características. “El planeador -explica David- es muy lindo, es una actividad muy solitaria pero a la vez grupal y de mucha camaraderia. Uno necesita mucha gente para que lo ayude; si no, ni siquiera podés sacar el avión del hangar. Se necesita un piloto para remolcar el planeador hasta 500 metros, se necesita un equipo en tierra para armar y desarmar el avión en un campo. Si no hay compañerismo, no podés hacer nada”.

Ambos afirman que el vuelo a vela en los últimos cinco años ha dado un salto muy grande gracias a la difusión y a la existencia de importantes clubes. En nuestra provincia hay cuatro: Esperanza, Rafaela, Ceres y Rosario. Todos dependen de la Favav, que a su vez está integrada a la Federación Aeronáutica Internacional. Esta última organiza los campeonatos mundiales en los que siempre hay participación argentina.

En enero de 2013, esta competencia internacional se realizará en nuestro país, más precisamente en Adolfo González Cháves, la Capital Nacional del Vuelo a Vela, una localidad de la provincia de Buenos Aires.

DARSE A CONOCER

Actualmente el Club de Planeadores y Aeromodelismo de Esperanza cuenta con 30 integrantes, entre instructores y alumnos. Se enseña a volar planeador y avión a quien esté interesado, la edad mínima es de 15 años y medio. “Tenemos un alumno de 18 años y otro de 65 -explica María Martina- es decir que no es importante la edad. Este no es un deporte que exige ser un atleta para practicarlo. Es muy placentero el vuelo, uno lo disfruta, más allá de lo deportivo. Hay gente que va a volar por volar y otra que vuela para competir. Cada uno elige su forma de hacerlo”.

El club quiere darse a conocer, presentar sus propuestas para que todos puedan acercarse y saber de sus actividades “El objetivo de la institución -explica David- es promover el vuelo a vela en todas sus formas. Si bien esta es una de las instituciones más antiguas del país y es una de las más grandes de la provincia, no tiene tanta difusión. Esto es importante para que el club pueda seguir funcionando. Todo el mundo piensa que este es un deporte inaccesible, carísimo y totalmente elitista; pero no es así. A nuestras instalaciones llega gente de la zona, de Santa Fe, Esperanza, Frank, Recreo, Paraná. Es una actividad muy linda y sale lo mismo que practicar tenis o golf”.

LAS PUERTAS ABIERTAS

En el club no se cobra entrada, cualquiera puede acercarse y disfrutar de las instalaciones, tomar mates, disfrutar de la arboleda y aprovechar el camping (de 250 x 50 mts.) equipado con agua, luz y asadores. En verano se pone un funcionamiento una pileta. Los niños también pueden aprovecharlo, solo que hay ciertas precauciones, como la imposibilidad de entrar a las pistas.

Además se hacen vuelos de bautismo los fines de semana para quien esté interesado. “Un vuelo no es algo impresionantemente caro -aclara Monsalvo-. Un vuelo de bautismo sale $ 160, no es imposible para lograr el sueño de volar. Otra cosa interesante es que el material es del club. Para la promoción del vuelo es importante estar en un lugar donde no se tiene que estar pagando el planeador. Es una oportunidad enorme volar en un avión que no es mío. De lo contrario, casi nadie podría hacerlo. Eso nos diferencia de otros clubes u otros deportes”.

En cuanto a la instrucción, la seguridad y el disfrute del vuelo; María Martina explica: “Mucha gente tiene miedo a volar porque piensa que es peligroso. Nosotros siempre decimos que más peligroso es llegar a Esperanza por la ruta. Realmente, como estas son actividades en las que hay riesgo, se toman todos los recaudos y todo el mundo se cuida mucho. Se está pendiente de todos los detalles. Al practicar el vuelo a vela como deporte, si querés hacerlo bien, necesitás mucho compromiso, porque tenés un riesgo. Si lo querés practicar en forma extrema podés hacerlo; pero si querés hacerlo en forma tranquila, también”.

PARA PARTICIPAR

Las actividades del Club en el aeródromo se realizan los días sábados, domingos y feriados de todo el año, desde las primeras horas de la mañana y hasta la caída del sol. Por la tarde se da la mayor actividad aeronáutica. La temporada más favorable para desarrollar el vuelo a vela en la zona se da durante los meses de octubre hasta marzo. De todos modos, durante todo el año se dictan los cursos de instrucción a los alumnos aspirantes, y si las condiciones climáticas son las óptimas, se verá despegar los monoplazas en cualquier época del año.

Se puede participar y conocer la sensación del vuelo a vela en alguno de los planeadores biplaza. El “envuelo” se realiza mediante remolques por avión (o torno) hasta los 500 metros de altura, operando en condiciones de “vuelo local”. Una vez obtenida esta altura se produce el corte de soga, y el vuelo seguirá gracias a las condiciones climáticas del momento (ascendentes térmicas), pudiendo tomarse alturas inimaginables. Según la visibilidad, podrá divisar las ciudades de Esperanza, Recreo, Franck, Santa Fe, y hasta Paraná, entre otras. El costo del vuelo de bautismo en planeador es de $ 160.

Los bautismos en avión, al igual que los bautismos en planeador, pueden hacerse en cualquier época del año, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan. Generalmente estos vuelos se realizan en el flamante Piper PA-38 “Tomahawk”.


EN EL MUNDO

Aunque hay precedentes de vuelo planeado, se considera a Otto Lilienthal como el padre del avión sin motor. Éste empezó a desarrollarse como deporte cuando estudiantes de Darmstadt iniciaron la práctica en los terrenos de Wasserskuppe (Alemania) durante los veranos de 1912 a 1914. Las marcas conseguidas llegaron a ser de 1,52 minutos de duración y 830 metros de longitud. Los primeros planeadores se lanzaban en las décadas del ‘20 y ‘30 desde lo alto de una ladera, ayudados por un sistema de gomas elásticas. En los primeros años del siglo XX (hasta junio de 1905), se realizaron vuelos con el planeador de Montgomery, tripulado por el joven piloto llamado Moloney. Allí, elevándose con un globo de aire caliente hasta cierta altura, se soltaba y realizaba un vuelo planeado. De esta manera realizó una gran cantidad de planeos, incluso con asistencia de público. Hoy, los límites del vuelo a vela han excedido fronteras inimaginables hace algunos pocos años. En el año 2003, el alemán Klaus Ohlmann, con su planeador Schempp-Hirth Nimbus 4DM, realizó un vuelo de distancia libre usando tres puntos de viraje. Partiendo desde Chapelco (Argentina), y volando fundamentalmente en onda, superó el límite de los 3.000 km. Se considera este récord el límite práctico de la tecnología actual.

1952_epz_regional_a.jpg

Regional en Esperanza, en 1952.

09_b.jpg

Planeador Jantar Standard.


APRENDER A VOLAR

El curso de Piloto de Planeador tiene la duración de entre 6 meses y 2 años. Lo recomendable es realizar dos remolques por cada fin de semana que el clima lo permita (esto es regulado por cada alumno). Los requisitos para participar son: tener como mínimo 15 años y 9 meses (no existe límite máximo de edad) y tener la aptitud psico-física otorgada por el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial (Inmae). En tanto que el curso de Piloto Privado de Avión dura aproximadamente 40 horas de vuelo y para hacerlo se debe contar con los mismos requisitos ya citados.

Si bien los cursos tienen una parte teórica, donde se aprenden los fundamentos básicos de la actividad (comandos, maniobras, instrumentación, meteorología, etc.) la mayor parte de loa mismos se desarrolla de manera práctica. El 70% de los vuelos se realiza con instructor y el 30% restante en vuelo solitario.

1954_cord_b.jpg

Grupo de pilotos en Córdoba (1954).

IMG_5970.JPG

Piloto del Club de Planeadores y Aeromodelismo de Esperanza en en el Campeonato Nacional de Azul (2011).

PICT0119_b.JPG

Grupo de alumnos e instructores durante el examen de pilotos (2008).

sin_fecha_c.jpg

Los pilotos Guido Rizzi y Rodolfo Andreoli.