Los sí y los no de la nueva temporada

Colores fuertes, rayas, estampados, denim, animal print... Todo vale para esta primavera-verano, siempre que se use y combine de manera armónica, y vaya de acuerdo con cada estilo.

TEXTO. LIC. LAURA MALPELI DE JORDAAN (*). FOTOS. EL LITORAL.

La primavera trae consigo una vuelta a la vida y en lo que respecta a indumentaria y accesorios, vuelven los colores más vibrantes, hay más variedad de estampados y tenemos tendencias para elegir.

El objetivo es no sólo informar de las principales tendencias y prendas sino saber cuáles sirven para optimizar la imagen.

Colores shocking, incluso en bloques de color, es decir con dos o más colores a la vez dentro del outfit. Si te animás a esta opción, es una buena alternativa para destacarse y siempre podés ir a la más “clásica” de usar un solo color. Pero, si el tono que llevás cerca del rostro no pertenece a tu paleta personal, por más que las prendas favorezcan a tu tipo de cuerpo, el color equivocado te hará ver cansada e incluso puede hacer que la piel se vea amarillenta, marcar todas las imperfecciones y destacar las ojeras.

- Líneas rectas: para esta temporada predominan las líneas rectas horizontales, de distinto grosor y distancia entre sí. Las líneas horizontales son ideales como herramienta para aumentar visualmente la parte del cuerpo que cubren. De este modo, si tus hombros son angostos en comparación con tus caderas, podés lucir una remera con líneas horizontales que dará la sensación visual de más proporción en el cuerpo, haciendo que tu silueta parezca un reloj de arena. Pero, si tenés igual ancho de hombros y caderas (o muy similar), usar esta tendencia en una sola prenda, superior o inferior, puede alterar el equilibrio que naturalmente tenés. Podés optar como alternativa por líneas rectas horizontales con poca distancia entre sí o directamente por líneas rectas de otro estilo (verticales y diagonales).

- Animal print: sigue la tendencia que vimos durante el invierno, incorporando nuevos estampados además del clásico leopardo, sobre todo reptil. Las mujeres de estilo más llamativo suelen adoptar esta tendencia con facilidad, incluso en accesorios; no hace falta tener una prenda animal print. Pero, si sos más bien clásica o natural, esta tendencia no te resultará tan cómoda. Siempre sugiero hacer un cuestionario de estilo personal durante el asesoramiento de imagen para descubrir tu propio estilo y, en base a él, darte las herramientas para optimizar tu imagen en todo momento.

Estampados florales: mariposas, flores, hojas, ¡todo vale! Tiene que estar de acuerdo a tu contextura para dar una imagen equilibrada y proporcionada. Si medís menos de 1,60 m., lo mejor será un estampado pequeño; entre 1,60 y 1,70 m. los estampados medianos son más sentadores y de 1,70 m. en adelante te quedarán mejor los estampados grandes. Todo estampado, si se usa junto a otra prenda lisa, puede agrandar visualmente la parte del cuerpo que cubre. Procurá colocarlo en alguna parte que desees destacar e incluso que te gustaría que se vea más armónica y proporcionada.

Prendas destacadas: los monos y las blusas. Si te gustan estas prendas, elegí las más adecuadas para tu tipo corporal. Por ejemplo, los monos strapless se aconsejan para mujeres de hombros medianos a pequeños y de busto mediano. Tené en cuenta también el tipo de pantalón del mono ya que no será lo mismo un pantalón recto que uno tipo oxford o un palazzo. No elijas escotes en las blusas que no te beneficien. Si tenés poco busto, optá por escotes más cerrados y cercanos al cuello, como un cuello bote o uno redondo cerrado. Para las mujeres con demasiado busto, los escotes en V y en U serán más sentadores porque visualmente no aumentan el tamaño en esta zona.

Denim: siempre dice presente y nos permite una gran variedad de combinaciones con otras prendas. Incluso podemos animarnos a un look 100% denim. Es ideal para ámbitos más informales, podemos valernos del azul oscuro y complementarlo con colorado y blanco para un estilo marinero. Pero, si sos más tímida, es preferible que uses denim en alguna prenda o accesorio del outfit y no de pies a cabeza. Tené en cuenta también si la prenda tiene “efectos” como un aspecto gastado y en qué parte del cuerpo es, ya que la mirada irá justo a esa zona.

Superposición de estampados: todo vale, lunares con flores, animal print con rayas y la lista sigue, lo vemos en revistas y vidrieras. Si te animás a la superposición, podés hacerlo siguiendo una de las siguientes reglas: combinando prendas con un mismo motivo, como ser flores, en distintos tamaños y colores dentro del outfit, o combinando distintos estampados y dando la cohesión al outfit a través de algún color que compartan las prendas. Si sos más clásica o casual, y los estampados no predominan en tu guardarropas y menos aún la idea de combinar de este modo, podés estar cómoda usando el estampado que te agrade en una prenda y dejando que la otra sea lisa. Eso sí, acordate de los consejos para que el estampado quede armónico, es decir, que guarde relación con tu contextura y que se coloque en una parte del cuerpo en la que quieras llamar la atención.

Estilo simple y sencillo: con un enfoque minimalista, se busca confort en prendas como pantalones, polleras y remeras. Si tu estilo se caracteriza por ser más natural y priorizar la comodidad de las prendas, esta tendencia es para vos, ya que el objetivo de la imagen personal es que narre la identidad propia e informe a los demás quién sos vos. Pero, si sos de usar accesorios, optás por maquillajes llamativos o disfrutás de lucir tu cabello con las últimas tendencias, esta propuesta no será la ideal. Incluso si no lo decís con palabras, tu cuerpo, a través de la comunicación no verbal, dará cuenta de la incomodidad que sentís por seguir una tendencia con la que no te identificás.

(*) Asesora de imagen certificada por CMB, Creadora de Styletto Image Studio.

Siempre sugiero hacer un cuestionario de estilo personal para descubrir el propio look y, en base a él, dar las herramientas para optimizar la imagen en todo momento.