Penas de 5 y 14 años

Condenaron a cinco represores en Paraná

La Justicia Federal declaró culpables a Guerrieri, Fariña, Amelong y Pagano, miembros del Batallón de Inteligencia 121; y al médico del hospital Militar, Juan Zaccaría. El ex militar Marino González resultó absuelto.

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Tras el fallo Sabrina Gullino se mostró “un poco sorprendida” pero “muy contenta de que se esté cerrando esta parte” de su historia. Foto: Gentileza El Diario de Paraná

DyN / Télam

El Tribunal Oral Federal que investigó el funcionamiento de una maternidad clandestina en el Hospital Militar de Paraná durante la última dictadura, declaró ayer culpables a cinco de los seis imputados de los delitos de sustracción de un menor y de adulteración de identidad, imponiendo penas de entre 5 y 14 años de prisión.

Los jueces Roberto López Arango, Lilia Carnero y Juan Carlos Vallejos, condenaron a los miembros del Batallón de Inteligencia 121 de Rosario, Pascual Oscar Guerrieri (14 años de prisión), Jorge Alberto Fariña (13 años), Juan Daniel Amelong (13 años) y Walter Pagano (11 años), mientras que el médico del hospital militar local, Juan Zaccaría recibió una pena de 5 años.

A la vez, el tribunal resolvió absolver de los delitos investigados en la causa al ex militar Marino González, también ex integrante del batallón rosarino.

Los condenados pidieron no estar presentes en la sala al momento de la lectura del fallo, que encontró a Guerrieri, Amelong, Pagano y Fariña “coautores responsables” de la sustracción del mellizo varón de la detenida-desaparecida Raquel Negro, y de alteración o supresión de su identidad.

En tanto, el médico Zaccaría, ex jefe de terapia intensiva del nosocomio castrense, fue considerado partícipe necesario del delito.

El tribunal dispuso también que Guerrieri y Zacarías cumplirán prisión domiciliaria, mientras que los restantes irán a cárcel común.

Por primera vez

Durante los alegatos la Fiscalía, encabezada por el santafesino José Ignacio Candioti, había solicitado que Guerrieri sea condenado a la pena de 14 años de prisión, Fariña, Amelong y González a 13, y Zaccaría y Pagano a 11, mientras que las querellas pidieron que todos los acusados sean sentenciados a prisión perpetua por los delitos investigados.

Se trata de la causa conocida como “Hospital Militar de Paraná”, respecto del caso de Sabrina Gullino -hija de Raquel Negro y Edgar Valenzuela, secuestrados el 2 de enero de 1978 en Mar del Plata- y su hermano, posteriormente trasladados al nosocomio castrense de la capital entrerriana.

El juicio comenzó el 24 de agosto y durante la etapa de producción de prueba declararon 40 testigos, entre los cuales se encontraron periodistas, ex detenidos políticos, médicos, militantes de derechos humanos, ex agentes de la represión y familiares de Raquel Negro.

Éste fue el primer juicio por crímenes de lesa humanidad sustanciado en Entre Ríos, en este caso por el robo de bebés nacidos en cautiverio en el Hospital Militar de Paraná en marzo de 1978.

Este fue el primer juicio por crímenes de lesa humanidad sustanciado en Entre Ríos, en este caso por el robo de bebés nacidos en cautiverio en el Hospital Militar de Paraná en marzo de 1978.

Repercusiones

Funcionarios, militantes sociales y familiares de víctimas de la causa en que se investigó el funcionamiento de una maternidad clandestina en el Hospital Militar de Paraná, destacaron el fallo que condenó a los implicados y resaltaron la importancia “histórica” del juicio para la provincia de Entre Ríos.

En ese marco, el ministro de Gobierno de la provincia, Adán Bahl, aseguró que a partir del fallo “finalmente, la provincia ingresa en la senda de la justicia, la verdad y la memoria”.

En tanto, la iniciadora de la causa, Sabrina Gullino, reconoció estar “sorprendida porque apostábamos a perpetua” para los secuestradores de su madre, Raquel Negro, y de su hermano mellizo, que continúa desaparecido tras el parto en el hospital militar de Paraná, en marzo de 1978.

“Igual estoy contenta de que se cierre esta parte”, dijo al recalcar el valor del juicio que, sostuvo, “aportó no sólo la condena de los imputados, sino además el hecho de saber que el Melli está vivo y que tenemos herramientas para encontrarlo”.

Recalcó que el juicio permitió desterrar la hipótesis de su hermano mellizo muerto a las pocas de nacer, como dijeron algunas versiones.

“Salió la verdad a la luz, así que para nosotros es una alegría enorme”, dijo el integrante de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, José Iparraguirre.