Un sello indeleble en el cine santafesino

Un sello indeleble  en el cine santafesino

“Con ‘Los inundados’ puede iniciarse en Santa Fe una nueva etapa de promisorio futuro en la cinematografía nacional”, titulaba El Litoral del 20 de febrero de 1961. Cinco décadas después, no hay dudas de que la afirmación se cumplió. En estas líneas reconstruimos una parte de aquella historia que todavía se sigue escribiendo.

TEXTOS. NANCY BALZA. FOTOS. EL LITORAL.

¿En qué momento y circunstancias habrá decidido Fernando Birri convertir “Los inundados”, el cuento de Mateo Booz, en película? ¿Cómo habrá sido la filmación? La respuesta a la primera pregunta es sencilla una vez que se repasa una entrevista que el propio cineasta concedió varias décadas atrás y que él mismo se encarga de hacer llegar a nuestras manos.

Para contestar la segunda, fue necesario reconstruir aquella época y las peripecias de la realización a través de varias voces, con relatos obtenidos a los fines de este informe y textos publicados hace 50 años.

Empecemos por la segunda cuestión: “Ya hemos determinado la primera población de cámaras en un lugar de bajo próximo al varadero Sarsotti. Y hemos colocado allí dos cuñas. O sea que hemos cumplido ya la primera tarea que debían hacer los ‘adelantados’ bajo Carlos V”. Así arrancaba el artículo publicado el 20 de febrero de 1961 por El Litoral, y las palabras estaban en boca de Saulo Benavente, destacado escenógrafo, presidente de la productora América Nuestra “y amigo de Santa Fe desde hace muchos años” -indicaba la crónica-. Eran los primeros pasos para la realización de “Los inundados” y Benavente lo relataba así junto al director de fotografía Adelqui Camusso, y el “colaborador escenotécnico” Richard Pautasso. Ambos fueron entrevistados por El Litoral para la realización de este informe.

Para responder a la pregunta inicial de este texto, es necesario ir un poco más atrás, porque la gestación de la película comenzó mucho antes. El propio Birri contaba en una entrevista realizada por aquel entonces, que fue en 1953 y en Roma “cuando, bajo un cielo de estrellas cordiales pero ajenas, pensaba en mi país. Me refugiaba, entonces, en algunas lecturas: ‘Santa Fe mi país’, de Mateo Booz, por ejemplo, en mi piecita de Piazza di Spagna lo leía y releía. Uno de sus cuentos, ‘Los inundados’ precisamente, me hizo pensar que podría ser un film argentino, es más, que tendría que ser mi primer film en este país”.

Y así fue que “el viejo sueño” -como el propio Birri lo definía- se puso en marcha y creció hasta volverse realidad cuando la película fue estrenada en los últimos meses de 1961.

FONDOS Y PERMISO

Jorge Reynoso Aldao, periodista santafesino y una de las plumas más destacadas de aquella época en El Litoral, recuerda bien el planteo que le hizo Birri. “Jorge, quiero filmar un cuento de Mateo Booz que se llama Los Inundados; ¿me podrás conseguir la autorización?” “Si -le dije-, hablo con los hijos”. “Y los hijos del autor, cuyo nombre real era Miguel Ángel Correa, dijeron: ‘no tiene ni que pedir; consideramos que forma parte de la ciudad; que lo haga y nosotros no vamos a reclamar nunca, así tenga el éxito más grande”.

Pero, además de la autorización, hacían falta fondos. “Ellos (los integrantes de la producción) estaban pidiendo plata a El Litoral para financiar la película”, relata Reynoso Aldao, testigo directo de aquella historia. “En la casa de Enzo Vittori y su esposa nos reuníamos y recreábamos algunos textos; hacíamos teatro leído y también leímos el material de ‘Los inundados’. Eso le dio a Birri un gran impulso”.

El propio Gustavo Vittori, integrante del Consejo de Dirección de este diario, lo cuenta a partir de un intercambio de correos electrónicos que reprodujo bajo el título de “Entretelones de dos cintas emblemáticas”, en el libro de los 90 años de El Litoral. “Recordé viejas conversaciones que enfatizaban la relación de El Litoral y, en particular de Enzo Vittori, mi padre, con aquellas iniciativas de Birri”, rememoraba entonces. En consecuencia, “para despejar toda duda acudí a la fuente, el mismísimo Fernando, a fin de que me diera precisiones sobre aquellos comentarios que escuchara hace muchos años”.

A continuación, reproducimos algunos párrafos del diálogo virtual entre Vittori y Birri que a la vez corroboran las palabras de Reynoso Aldao.

“Querido Gustavo, (...) Cómo no recordar ese jardín nocturno de tu casa de calle San Martín con grillos y jazmines de lluvia en que tu querido padre y mi querido amigo, ambos en una sola persona, Enzo, con una rara elegancia de espíritu convocaba después de un día de trabajo a sus amigos, es decir a la literatura, a la poesía, al teatro y con mi aparición al cine para seguir soñando santafesinamente con los ojos abiertos. Y cómo no recordar también, casi otro sueño entre estrellas brumosas, aquellos ojillos de otros dos grillos apenas un poquito más grandes -vos y tu hermano-, que nos espiaban detrás de las hojas. Todo eso fue una vez y para siempre”.

Gustavo (aludiendo a la producción del libro de los 90 años del diario): “ocurre que en el segmento cultural haremos referencia a ‘Tire Dié’ y ‘Los inundados’ a través de las publicaciones de El Litoral con motivo de los respectivos estrenos. Y recuerdo haberle escuchado decir a mi padre que él había colaborado económicamente contigo para la realización de la película”.

Fernando: “y no solo económicamente. Quizá más importante aún haber comprendido una vez más antes que muchos otros lo que esta operación cultural podría significar en un futuro para Santa Fe ciudad que, efectivamente, con Tire Dié y Los inundados y la pionerística Escuela Documental de Santa Fe, dejó su nombre escrito en la historia del cine latinoamericano e internacional. Nuestro Enzo lo comprendió futurísticamente, digo, al igual que Ángela Romera y Josué Gollán y en consecuencia le dio todo su apoyo personalmente y con El Litoral. Fueron él a título personal y el diario a título institucional (...)”.

Ángela Romera Vera fue, una vez más en palabras de Reynoso Aldao, la impulsora del Instituto de Cine de Santa Fe. “Se lo había propuesto Birri, pero quien le dio el empujón y el presupuesto es Angelita”, recuerda el periodista, aludiendo a esta enorme figura de la intelectualidad santafesina.

PREPARANDO EL TERRENO

Obtenido el permiso y el financiamiento, se puso en marcha la producción. Benavente relataba en aquella entrevista de febrero de 1961 cómo se había preparado la filmación: “lo primero que se ha hecho es un trabajo de investigación de terrenos y ambientes. Eso lo han hecho los ayudantes de Birri. ¡Un trabajo hormiga de recopilación que es todo un censo, y ojalá muchas películas nacionales se prepararan así, porque todo iría mejor!”.

Al mismo tiempo trazaba una radiografía de los personajes de la película: “el ambiente de ‘Los inundados’ no es de unos desplazados. Se trata de un tipo de gente característico de esta zona. Viven de una pequeña industria pesquera, junto al río. De modo que sus viviendas no son tan improvisadas. Existe en ellos una voluntad de perdurabilidad; un arraigo a las cosas. Por eso vuelven a su lugar de origen y levantan de nuevo sus ranchos. Todo eso hay que traducirlo en imágenes (...). Debemos conseguir que esas poblaciones no sean confundidas con las favelas brasileñas, las callampas chilenas, o las villa miserias que Buenos Aires. No porque desdeñemos ese problema, sino porque no son iguales”.

El artista plástico Richard Pautasso, en diálogo con El Litoral, recordó que “en ‘Tire die’ hice el montaje fotográfico en el Instituto de Cinematografía. Después vino ‘Los inundados’ y se determinó el equipo de ambientación que estaba dado con una figura que era Saulo Benavente. El sucesor era yo y, después, técnicos maquinistas que resolvían temas estructurales de filmación para el corte neorrealista como los ranchos de inundados. Hubo mucho trabajo de maquinistas y de carpintería”.

En su opinión, “el guión estaba muy bien armado, como también la psicología de los distintos habitantes de los ranchos; cada uno tenía su característica propia. Cuando los vecinos abandonan la inundación y se vienen al puerto a vivir en los ferrocarriles, se tuvo en cuenta la forma de vida, la indumentaria, lo que tuviese que ver con la característica de cada personaje”.

UN VERDADERO CASTING

Pautasso explica que con la película “se empezó a provocar la estructuración de un cine neorrealista, donde comienzan a realizarse casting con gente de Santa Fe que hacía colas, y todo se sacaba de lo que determinaba Birri y el equipo que trabajaba en la elección de los personajes”.

Reynoso Aldao recuerda que le gustaba “ese personaje que hacía de si mismo; el actor que no era actor, que era un hombre de la costa”, en alusión a Pirucho Gómez. “También actuaba gente del Instituto de Cine, del teatro independiente y gente común”.

Precisamente, la ficha técnica alude a “actores de teatro filodramáticos, independientes, de variedades, circo, radioteatro, cantores, guitarreros, payadores, inundados, ciudadanos y puebleros de la ciudad de Santa Fe y la región litoral, con la colaboración del Instituto de Cinematografía de la UNL”.

EL ESTRENO

Reynoso Aldao recuerda que “muchísima gente” presenció la primera proyección de la película en el cine Mayo, y que “había una exaltación de la película. Muchos no sabían que Mateo Booz había escrito esa historia. Allí estaban los chicos del Instituto de Cine entrevistando al público”. Él mismo confiesa que le gustó la película, y que impactó en Santa Fe como ya lo había hecho “Tire Dié”, estrenada en 1958. Y dice de Birri: “tenía una enorme capacidad para las relaciones públicas y en todos los festivales de cine era jurado”.

En el libro de los 90 años de El Litoral, Roberto Schneider recupera la crítica escrita en aquel momento por Jorge Vázquez Rossi, quien destacaba que “dentro del cada vez más complejo e importante panorama de la cinematografía argentina, es de fecundas consecuencias el hecho de esta realización llevada a cabo en el interior intentando captar una sensibilidad nueva, aproximarse a la difícil realidad que constituye el necesario basamento de todo arte auténtico”. Además de destacar la lograda fotografía a cargo de Adelqui Camusso, Vázquez Rossi escribía: “en suma, un intento más. un intento que juzgamos serio, una posibilidad que se abre; un director joven que asume un contorno, una circunstancia y que a través de su primera experiencia, demuestra promisorias condiciones que lo ubican en una línea definida dentro de la producción de los jóvenes realizadores argentinos”.

Cinco décadas después, ya consolidado como cineasta y reconocido en distintas latitudes, Birri sigue filmando. Acaba de finalizar “El fausto criollo”, mientras desde “Los inundados”, Don Gaitán nos sigue invitando a conocer su historia.

“Uno de sus cuentos de Mateo Booz, ‘Los inundados’, me hizo pensar que podría ser un film argentino, es más, que tendría que ser mi primer film en este país”.

Fernando Birri

LA MIRADA PRECISA

Adelqui Camusso, dueño de una extensa y reconocida trayectoria, tuvo a su cargo la fotografía de “Los inundados” y su trabajo, como pieza fundamental de la película fue especialmente destacado por la crítica de entonces y por quienes lo recuerdan ahora, entre ellos, el propio periodista Jorge Reynoso Aldao.

Camusso asegura que la película “todavía tiene vigencia” y lo explica: “hasta no hace mucho, en Cuba, la daban por televisión y en los cines, y en otras partes del mundo también”. Y explica que “tiene una forma picaresca, nacional, que no envejece”.

“La película fue hecha por un equipo que dirigía Fernando Birri. Todos participábamos en todo. Comenzó siendo un guión de absoluta imposibilidad: era un guión de protesta. Fernando Birri era quien dirigía, pero todos aportábamos, y de esa primera versión de denuncia pasamos a hacer este filme de otra naturaleza”, contó, en diálogo telefónico con El Litoral.

Recuerda también que “Fernando tuvo y tiene una gran capacidad para la construcción de actores; actores que eran medio actores. Lola Palumbo era la única que tenía experiencia, los otros la tenían en pequeños cuadros. El protagonista (Pirucho Gómez) era medio actor. Había trabajado en Santa Fe y había llegado hasta el interior de la provincia”.

Camusso formó parte de la denominada Generación del ‘60 que por entonces involucró un importante recambio generacional en el cine argentino. “Salvador Samaritano, que era un genio, decía que yo era una ‘gloria’ de esa generación”, admite.

Si se rastrean algunos datos de su historia, se encuentra que “fue el director técnico de Chile Film de Santiago y del área de fotografía de la Universidad de Córdoba, y que participó de una extensa lista de películas -25, como él mismo cuenta-, entre ellas, “Los inundados” en la que empleó “una serie de recursos especiales”. Por ejemplo, “el vagón pocas veces se movió: daba la impresión que se movía por la sombra que corría por los fondos”, revela.

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“El guión estaba muy bien armado, como también la psicología de los distintos habitantes de los ranchos; cada uno tenía su característica propia”.

richard pautasso

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imágenes de distintas producciones del cineasta santafesino fernando birri: un cortometraje, la pampa gringa y los inundados.

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TESTIMONIO EN PRIMERA PERSONA

Por José Miguel Crespo

Sobre “Los inundados” tengo dos capítulos para contar: el primero ocurrió hace 50 años. Ese día fuimos con un grupo de alumnos de la Escuela Lavalle, a colaborar en una escena de la película, que se filmó, si la memoria no me engaña, en la explanada que había al final de calle Mendoza, frente al puerto. La escena era una entrega de chapas, frazadas y víveres a los inundados. Había camiones del ejército, desde los que se entregaban estos elementos. Los inundados corrían a recibirlos. Nosotros estábamos en un costado, con los guardapolvos blancos, y agitando banderitas argentinas. Me parece recordar que también había algún actor que representaba a un caudillo político, pero no estoy seguro de si lo recuerdo o, como decía Jorge Luis, uno va contando una historia y la va reescribiendo.

El segundo capítulo es más cercano, hace cinco o seis años. Estábamos pasando el verano en Rincón, y también estaba (Fernando) Birri. Una mañana temprano coincidimos en el arroyo, y venciendo el pudor de hablar con una figura pública, me acerqué y le comenté que yo había actuado en su película “Los inundados”. Me preguntó en qué escena, y cuando se la describí, la recordaba claramente, y me comentó que esa escena en particular había sido un gran esfuerzo de producción. Seguimos conversando un rato, y le expliqué que había visto otras películas suyas, como “Tire dié”, pero que nunca había podido ver “Los inundados”. Ante esta noticia se preocupó, y quería anotar mis datos para hacerme llegar una copia. Por supuesto le agradecí, pero no era mi intención ponerlo en trámites complicados.

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Fuentes

Booz, Mateo: “Los inundados”, en “Santa Fe, mi país”, 7º edición. Ediciones Dictio, 1981

Diario El Litoral, 20 de febrero de 1961.

“La ciudad, la región, el diario, nuestra historia”, agosto de 2008 (publicado con motivo de los 90 años del diario El Litoral).

Portal del cine y el audiovisual latinoamericano y caribeño.

Entrevista de Franco Mogni a Fernando Birri, “Che”, números 0 y 2, Buenos Aires, 12 de mayo de 1960 y 11 de octubre de 1960, Madid, 1961.

Ficha técnica

“Los inundados”, basada en el cuento homónimo de Mateo Booz, se filmó en 1961, en blanco y negro, en formato de 35 mm. y con una duración de 87 minutos.

Dirección: Fernando Birri.

Productora: P.A.N. (Productora América Nuestra)

Distribuidora: Laboratorio de Poéticas Cinematográficas de Fernando Birri S.R.L.

Guión: Fernando Birri y Jorge A. Fernando

Producción: Carlos Alberto Parrilla, Dolly Pussi y Edgardo Pallero

Fotografía: Adelqui Camusso

Edición: Antonio Ripoll.

Música: Ariel Ramírez.

Sonido: Jorge Castronovo.

Dirección Artística: Saulo Benavente.

Intérpretes: Pirucho Gómez, Lola Palombo, María Vera, Héctor Palavecino, Julio Omar González y Pedrito Gálmez.

Productor Ejecutivo: Edgardo Pallero.