Aunque cae la tasa de natalidad

Ya somos siete mil millones

Es la cifra de la población mundial según un informe de la ONU, que anticipa además que antes de fin de siglo los habitantes del planeta rondarán los diez mil millones. A juicio de los especialistas, el problema que plantea el crecimiento no es de espacio, sino el aumento de la desigualdad y la exclusión social.

Ya somos siete mil millones

El informe de la ONU anticipa que a mediados del siglo que corre dos de cada tres habitantes del planeta vivirán en las ciudades. Dice además que, aunque Asia encabezará el crecimiento, Africa está ganando terreno.

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Patricia Rodríguez

Agencias EFE

El mundo tiene desde hoy 7.000 millones de habitantes y podría superar los 10.000 millones este mismo siglo, cada vez con mayores diferencias entre ricos y pobres, alertó la ONU en su informe “Población Mundial 2011”.

El documento, presentado en Londres, destaca que el aumento de población se produce pese a que las mujeres tienen menos hijos que en la década de 1960 y señala que la tendencia es que, hacia mediados de siglo, dos de tres habitantes vivirán en ciudades.

El aumento de población es “un reto, una oportunidad y también una llamada a la acción”, dijo el director ejecutivo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Babatunde Osotimehin, quien señaló que, de los 7.000 millones de habitantes, 1.800 millones son jóvenes de entre 10 y 24 años.

El informe ofrece una instantánea de cómo afrontan los problemas demográficos nueve países -China, Egipto, Etiopía, Finlandia, India, Macedonia (ex república yugoslava), México, Mozambique y Nigeria- y subraya que, pese a los avances para reducir la extrema pobreza, crecen las diferencias entre ricos y pobres.

Según la ONU, algunas tendencias son notables: hoy hay en el mundo 893 millones de personas mayores de 60 años pero llegarán a sumar 2.400 millones durante este siglo.

Actualmente, una de cada diez personas vive en una ciudad, pero dentro de 35 años lo harán dos de cada tres. Además, los menores de 25 años constituyen ya el 43 % de la población mundial, mientras en algunos países llegan hasta un 60 %.

La desigualdad, el punto crítico

“El asunto de la población es crítico para nuestra humanidad y para la Tierra. Pero no se trata de una cuestión de espacio, sino de igualdad, oportunidad y justicia social”, recalcó Osotimehin.

Las grandes disparidades entre los distintos países, y también dentro de una misma nación, son uno de los grandes problemas que plantea un mundo superpoblado.

Para 2050, la ONU prevé una población mundial de 9.300 millones de personas y hacia finales de este siglo de más de 10.000 millones, y gran parte de ese aumento se dará en países con altas tasas de fecundidad, de los que hay 39 en África, 9 en Asia, 6 en Oceanía y 4 en América Latina.

Entre otros datos, indica que en el siglo XXI Asia seguirá siendo el continente más habitado, pero África ganará terreno puesto que se prevé que su población se triplicará, pasando de los 1.000 millones de 2011 a los 3.600 millones en 2100. En la actualidad un 60 por ciento de la población mundial vive en Asia y un 15 por ciento en África.

No obstante, la población de África está creciendo a razón de un 2,3 % anual, una tasa más del doble de la de Asia (1 %).

La población asiática, actualmente de 4.200 millones de personas, llegará a ser de 5.200 millones en 2052, y posteriormente comenzará a disminuir lentamente, según Naciones Unidas.

En las demás regiones principales (las Américas, Europa y Oceanía), se prevén aproximadamente 1.700 millones de habitantes en 2011, que aumentarán hasta casi 2.000 millones hacia 2060 para después disminuir muy lentamente y permanecer cerca de 2.000 millones cuando finalice el presente siglo.

El informe pronostica además que la población de Europa llegará a su máximo alrededor de 2025, con 740 millones de personas, y después decaerá.

En los países más pobres, las altas tasas de fecundidad perturban el desarrollo y perpetúan la pobreza, mientras que en algunos de los más ricos la baja natalidad y la escasez de mano de obra provocan inquietud sobre las perspectivas de crecimiento económico y la viabilidad de los sistemas de seguridad social.


Crecimiento exponencial

Los jóvenes menores de 25 años suponen el 43 por ciento de la población y hasta el 60 por ciento en algunos países, mientras los mayores de 60 años llegan casi a 900 millones de personas y se espera que crezcan a 2.400 millones hacia mediados de siglo.

El mundo no alcanzó el billón de personas hasta el año 1800, pero el crecimiento se aceleró entonces exponencialmente hasta los 5.000 millones en 1987. El 12 de octubre de 1999, la ONU seleccionó a un bebé nacido en Sarajevo, la antigua Yugoslavia, en un gesto simbólico para marcar el nacimiento del número 6.000 millones.

El entonces el secretario general de la ONU Kofi Annan lo visitó en el hospital donde nació. Era Adnan Mevic, que hoy tiene 12 años. Hoy, vive en la pobreza, con sus padres desempleados. Su padre sufre cáncer, pero apenas puede pagarse el tratamiento médico.

Pese a la caída de la tasa de fertilidad, el mundo ha estado creciendo a un ritmo de 80 millones al año, un número equivalente a la población de Alemania o Etiopía.

Asia seguirá siendo la región más poblada del mundo en el siglo XXI, con el 60 por ciento de la población sobre la Tierra. Pero África le está alcanzando, creciendo del actual mil millones, con el 70 por ciento menores de 35 años, a 3.600 millones antes del año 2100.

La población en Latinoamérica, Europa y Oceanía se situó en 1.700 millones en 2011 y crecerá hasta los 2.000 hasta 2060.

Los jóvenes que buscan trabajo en los países en desarrollo migran desde las áreas rurales a ciudades en busca de mejores empleos, dejando atrás a sus familiares sin el apoyo que necesitan. En los países ricos, la población más envejecida enfrenta también la incertidumbre de un menor cuidado sanitario y menos beneficios sociales porque hay menos jóvenes para apoyarlos.

Además, el informe destaca la necesidad de que la gente comparta y sostenga los recursos de la Tierra y se centra en las demandas de recursos por parte de dos de las mayores economías del mundo: Estados Unidos y China. Estados Unidos utiliza el 21 por ciento y China el 24 por ciento de la capacidad biológica de la Tierra, añade el informe. Un estadounidense utiliza de media 9,5 hectáreas de espacio, mientras un indio o africano sólo una hectárea, cuando la media que correspondería a los habitantes del planeta sería de 2,7 hectáreas.

La llegada

al mundo de la persona número 7.000 millones está marcada por “logros, retrocesos y paradojas”, porque pese a la caída drástica de las tasas de natalidad debido a los esfuerzos de planificación familiar, la población mundial sigue creciendo. La tasa de natalidad ha caído de una media mundial de seis hijos por mujer en 1950 a sólo 2,5 en 2011.