Halcones y palomas en el Frente Progresista

Socialistas y radicales: una quincena para pulsear por cargos y poder

En algo coinciden todos los protagonistas: hasta el 15 de noviembre hay tiempo para el consenso, las negociaciones o los acuerdos políticos; o bien para las presiones, los ninguneos y los peores desplantes.

Luis Rodrigo

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Con estrategias de halcones y palomas dentro de sus propias filas, socialistas y radicales hablarán en los próximos días sobre cómo será el próximo gobierno del Frente Progresista, Cívico y Social.

El oficialismo ganó las elecciones del 24 de julio, como en 2007, pero esta vez no le sobraron votos. Antonio Bonfatti le ganó al Midachi de Unión PRO Miguel Torres del Sel por 61.437 sufragios. Una diferencia que puede ser comparada con los votos en blanco (41.974) o los anulados (77.460).

Un radical que ya se prueba el traje de halcón (y no quiere el de ministro) lo dice con todas las letras: “Binner no es Gardel, aunque los medios nacionales lo hagan cantar así; y ojo que además... Bonfatti no es Binner”. El radical es de los que suspiraron aliviados cuando supo que la presidenta había logrado más votos que el gobernador, el pasado 23 de octubre.

Otros radicales -que odiarían ser comparados con palomas- no temen a las reuniones, a las fotos y los gestos en favor del consenso. Ni a desmentir a los de sus propias filas que anuncian “o nos dan tres ministerios o nos vamos, si hace falta, con el PRO”, según se exagera.

Unos y otros -aves domésticas y rapaces- recuerdan que el radicalismo pulseaba con Binner en las vísperas de su triunfo de 2007 cuando el ex intendente de Rosario simplemente eligió a una vice radical, sin consultar a la UCR. No quieren que pase lo mismo con los ministros del próximo gabinete: unos eligen la presión y las amenazas con dar un portazo; otros el consenso y la paciencia.

Unos creen que los consensos son buenos, pero que son mejores cuando los acuerdos son producto de haber marcado la cancha. Otros en cambio piensan que la mejor manera de comprometer a la otra parte es -además de la persuación- demostrar que se está dispuesto a ceder.

Interna interminable

Entre los dirigentes de ambos partidos hay diferentes visiones sobre cómo usar estos quince días de noviembre para negociar o para pujar. Se trata de definir el mapa de ministerios, secretarías y oficinas de funcionarios políticos de los próximos cuatro años, y también de establecer la naturaleza de la relación entre las fuerzas políticas que componen el oficialismo.

En los dos partidos hubo pujas internas anteriores a la formación de la lista del Frente que encabezó el gobernador electo Antonio Bonfatti. La diferencia es que el socialismo tiene hoy liderazgos indudables. Pudo resolver sus diferencias internas en las primarias: allí ganaron Binner y todos los que lo siguieron.

En cambio en la UCR subsisten diferencias entre dos grupos: los que fueron en la lista binnerista que apoyó la fórmula Bonfatti-Henn; y, en otra nómina, los que optaron por conformar un espacio que sea solo radical (o mayoritariamente radical, con el GEN como socio principal).

Hoy hay radicales “en el Frente”, con el vicegobernador electo Jorge Henn como su figura más importante, y radicales “de la escarapela” que llevaron a Mario Barletta como precandidato a gobernador.

Un poroto

Tan tajante es la división entre unos y otros radicales, que los dos grupos se reúnen por separado con el próximo titular del Poder Ejecutivo. Lo radical del próximo gobierno se define en esos encuentros paralelos.

Los radicales frentistas, o radicales por el cambio que sumaron sus hombres a las listas de Binner, esta semana se anotaron un poroto. Se reunieron el sábado pasado en Rosario. Y, además de Henn, los diputados provinciales electos Santiago Mascheroni y Julián Galdeano; los senadores provinciales electos Germán Giacomino (Constitución), Hugo Rasetto (Iriondo) y Lisandro Enrico (Gral. lópez); los intendentes de San Lorenzo (Leonardo Raimundo), Reconquista (Jacinto Speranza), Santo Tomé (Fabián Palo Oliver), Funes (juvenal Rímini), San Justo (Marcelo Mauro); y el intendente electo de Las Rosas (Adrián Carletti).

Según un comunicado del sector “asistieron también cerca de 30 presidentes de Comunas en ejercicio y electos (...) así como concejales y representantes de toda la geografía provincial”.

“Al cierre del encuentro asistió el gobernador electo y actual Ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti”.

Sin foto

“Era una reunión formal, para la foto nomás”, minimiza un radical que quiere que todo se recomponga cuanto antes, para saber qué será de sus días luego del 11 de diciembre. Le resta importancia a la reunión que iban a tener el viernes pasado, en Rosario, los 15 dirigentes más imporantes del Frente Progresista. Se estima que puede celebrarse la cena el próximo viernes, pero los comensales esperan un gesto de unidad anterior.

Era el momento de volver a tener una foto que mostrara a los dos protagonistas principales del oficialismo: el intendente Mario Barletta (que demostró tener el doble de votos que la lista de diputados nacionales del racialismo santafesino unido) y el gobernador electo Bonfatti, heredero del escritorio de Binner, y -habrá que ver- si también de su capacidad para ejercer el poder puertas adentro del oficialismo.