EXTRAEN ARENA DE LA LAGUNA SETÚBAL

 

La UNL ya trabaja en el refulado de 6 hectáreas para ganar terrenos

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Concluido el proceso, el agua sobrante es rebombeada al río y lo que queda es una base de arena de buena calidad.

Fotos: Mauricio Garín / Obras Públicas UNL

La inversión ronda los $ 3.600.000. Las obras tienen un plazo de ejecución de 10 meses. Se concreta a partir de un convenio con el Puerto local. El área será destinada al futuro crecimiento estratégico de la casa de estudios.

 

Juan Ignacio Novak

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Cualquiera que circule por la Ruta 168, en el tramo que separa los confines de la Ciudad Universitaria y el Parque Tecnológico, podrá observar estos días un caño que vuelca agua y arena en un predio de 450 por 150 metros. Es que el 11 de octubre pasado la Universidad Nacional del Litoral inició los trabajos de dragado y refulado para recuperar 6 hectáreas que permitan encauzar las estrategias de crecimiento de los próximos años.

Las obras, que realiza el Ente Administrador del Puerto de Santa Fe a partir de un convenio suscripto en abril, avanzan “a buen ritmo”, según el director de Obras y Servicios de la UNL, Arq. Marcelo Saba. El contrato prevé 10 meses de ejecución pero “los primeros rendimientos hablan de que se podría acortar el plazo”, señaló. De hecho, esperan que en los primeros meses de 2012 el avance sea significativo.

El objetivo es que el predio -hoy ubicado en algunos puntos hasta 4,5 metros debajo del nivel del campus- alcance la misma cota. Para eso serán necesarios 180 mil metros cúbicos de arena que empezaron a ser extraídos de un espacio de 200 metros por 80 de la Laguna Setúbal. El lugar, aprobado por la Subsecretaría de Vías Navegables de la Nación, se estableció tras los estudios de impacto ambiental necesarios para garantizar las condiciones hídricas del espejo de agua.

El proceso arranca en la draga ubicada en ese yacimiento, a 1.000 metros de la Costanera Este. Allí se extrae el material -compuesto por un 95 % a 97 % de agua y un 3 % a 5 % de arena- que se envía a través de cañerías hasta una estación de rebombeo tipo búster que se construyó en la orilla. Este sistema le da al material extraído la capacidad para cubrir los 1.500 metros de caño restantes para alcanzar el destino.

Tras llegar al predio a refular, el material es volcado. Allí lo que queda es la arena, mientras que el agua sobrante es rebombeada nuevamente a la laguna, ya que solo sirve de vehículo. “El sistema de refulado genera una agregación de la arena por volcado, que es una de las formas más sólidas para fundar arriba, porque el agua acomoda las partículas de una forma que no genera pozos de aire”, explicó Saba.

Para la obra es clave el acuerdo con el Puerto, que aporta equipos y capacidad. Es que la administración de la terminal solo le cobra a la UNL los gastos operativos. Gracias a esto, la inversión ronda los $ 3.600.000, mientras que “en la plaza privada seguramente rondaría los $ 7.000.000”, explicó Saba, quien destacó la labor conjunta.

Estrategia

Una vez concluidas las tareas el primer avance para la UNL será lograr la comunicación real y física con el Parque Tecnológico, que hoy solo se da por afuera. Un punto relevante si se considera que hoy se desarrollan en ese predio tres edificios que responden a proyectos compartidos entre la casa de estudios y el parque.

Pero el principal sentido de la recuperación de estos terrenos es generar un área de reserva para el plan de desarrollo tanto en lo académico, como también en servicios e infraestructura. En síntesis el área “va a absorber el crecimiento estratégico de la universidad”, puntualizó Saba.

Incluso desde la Dirección de Obras y Servicios tienen previstas algunas líneas -que en su momento deberán ser evaluadas- para conducir ese potencial crecimiento. Una es sostener una zona de transición o de contacto con la naturaleza. Para lo cual la cercanía con la Reserva es clave.

También hay consenso en los planes de urbanización para que la circulación vehicular no acceda a todo el predio, para posibilitar puntos de expansión y recreación. “Al movimiento vehicular hay que darle un límite y priorizar el recorrido peatonal”, planteó Saba.

En definitiva las obras de refulado brindarían el soporte de suelo necesario para las estrategias de crecimiento de acá a diez años.

Experiencia

No es la primera vez que la UNL encara trabajos de dragado y refulado para recuperar y utilizar terrenos para distintas finalidades. De hecho, hace un lustro se realizaron tareas similares para el espacio donde hoy se erige el predio que comparte la casa de estudios con ATE. Pero la experiencia de realizar los trabajos a partir de la formalización de un convenio estratégico con el Ente Administrador del Puerto es inédita. “Somos muy agradecidos con la administración del puerto”, señaló el Arq. Marcelo Saba.

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Todo arranca en la Laguna Setúbal, a 1.000 metros de la Costanera Este, donde trabaja una draga.

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En la costa, el material extraído es rebombeado para que pueda atravesar 1.500 metros de cañería.

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En el sector a rellenar, el material extraído (compuesto por un 95% de agua y un 5% de arena) es volcado.

Preparativos y pasos previos

Si bien la obra comenzó el mes pasado, el convenio entre la UNL y el Ente Administrador del Puerto de Santa Fe se firmó el pasado 8 de abril. Entre una fecha y otra, se avanzó en la gestión de todas las aprobaciones necesarias ante la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, organismo nacional que debe aprobar el punto definitivo del yacimiento para efectuar el dragado. Por su parte, el puerto orientó sus esfuerzos al montaje de todo el equipamiento necesario para posibilitar un trabajo de estas características.