Una entrañable recordación

Salve Ilustre Colegio

Se recordará mañana la Reapertura del Colegio de la Inmaculada Concepción de nuestra ciudad.

Salve Ilustre Colegio

El programa de mano de las celebraciones del Cincuentenario. Fotos: Archivo Colegio Inmaculada.


Ing. Jorge A. Terpin

Dispuestos a celebrar el 9 de noviembre de 1912 el Cincuentenario de la Reapertura del Colegio de la Inmaculada Concepción de Santa Fe, un grupo de ex alumnos reunidos en Asamblea General realizada el 4 de junio de ese año conformó el Comité Central, presidido por el Dr. Eugenio Puccio. En el inicio de las tareas organizativas de los solemnes festejos, se constituyeron subcomisiones de ex alumnos residentes en Paraná, Corrientes, Goya, Córdoba, Tucumán, Rosario, Buenos Aires y Montevideo, integrada esta última entre otros, por Juan Zorrilla de San Martín y Monseñor Ricardo Issa, Obispo de Montevideo.

Ante la imposibilidad de realizar los festejos el 9 de noviembre ya que el 15 de ese mes finalizaban las clases según el plan vigente, con lo que se perturbarían las actividades educativas propias del Colegio y a pedido de los ex alumnos residentes en Buenos Aires, se dispuso que las celebraciones se llevaran a cabo los días 24, 25 y 26 de noviembre.

Aplazada la fecha central de los actos, el rector P. Luis Canudas no quiso que ese día, tan importante para el Colegio y toda la comunidad, pasara desapercibido, por ello en testimonio de gratitud hacia los fundadores, dispuso dedicar algunos recuerdos a los tiempos heroicos de este plantel de la Inmaculada, tan fecundo en frutos. Sin embargo, estimó prudente que los actos tengan un carácter privado y familiar, para lo cual el día antes participó vivae vocis oráculo a las familias de los medio pupilos y externos además de una invitación genérica por los diarios.

El sábado 9 de noviembre, fecha del Cincuentenario de la Reapertura, a las 6 de la mañana, la banda dirigida por el maestro Federico Spréafico, recorriendo los corredores y patios con sus alegres y vibrantes sones, dio inicio a los festejos, que continuaron a las 9 hs. con la celebración de la Solemne Misa, donde un coro de 200 voces integrado por los alumnos pupilos cantaron la gran misa coral del padre Paláu. Por la tarde, con la presencia del obispo Juan Agustín Boneo, el intendente municipal Dn. Miguel Parpal, se llevó a cabo un Acto Literario denominado “Tradiciones de la vida íntima del Colegio”, donde el P. rector brindó una conferencia sobre las anécdotas que enriquecieron el medio siglo transcurrido. Posteriormente, algunos alumnos declamaron poesías de destacados ex alumnos académicos, donde se pudo escuchar en la voz del alumno Raúl P. César la poesía “A Santa Fe” del uruguayo Juan Zorrilla de San Martín.

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Anverso de la medalla acuñada especialmente con motivo de la celebración. Al lado, distintivo que se colocaba en el ojal de los sacos. En ambos, se observa la edificación del colegio al momento de la Reapertura, en 1862. Foto: Mauricio Garín


Para cerrar los festejos de ese día, se cantó por primera vez el Himno al Colegio de la Inmaculada Concepción, encomendado especialmente para esa fecha a dos ex alumnos, el canónigo D. José Zaninetti quien compuso la música y José Cibils autor de los versos.

Si bien el acto del 9 de noviembre fue de carácter privado, por lo que el Colegio no realizó mayor publicidad, éste alcanzó notable repercusión en la ciudad. A ello se sumó que la prensa local, nacional e incluso la del Uruguay, comenzó a brindar detalles de los próximos festejos que se iniciarían el 24 de noviembre, como asimismo la relevancia de las personalidades que habían comprometido su asistencia. El Pueblo, la Nación, la Prensa, La Capital, Los Principios, La Acción, Nueva Época, Santa Fe, La Razón, Caras y Caretas, Pebete, y otros diarios y revistas dieron cuenta de las fiestas con amplia y cumplida información.

Desde el día 22 comenzaron a arribar a Santa Fe destacados ex alumnos y amigos: doctor José Marcó, presidente de la Suprema Corte de Entre Ríos; Benjamín Otero Capdevila, prestigioso abogado y catedrático de la Universidad de Córdoba; Lorenzo Anadón, ministro argentino en Chile; Ernesto Frías, ministro plenipotenciario del Uruguay en la Argentina, Juan Zorrilla de San Martín, monseñor Abel Bazán, obispo de Paraná; Luis A. Niella, obispo de Corrientes y otros muchos... de cuya presencia las crónicas de los diarios se explayaron debidamente.

Fiestas jubilares

Como estaba programado, las fiestas jubilares dieron comienzo el día 24 a las 9, con un solemne Tedeum en la iglesia, que en aquellos años poseía una única nave, la que se encontraba colmada y profusamente engalanada. El oficio fue celebrado por el ex alumno obispo diocesano de Corrientes, monseñor Luis M. Niella; con asistencia del obispo de Santa Fe, Dr. Juan Agustín Boneo y el ex alumno obispo de Jasso y vicario general de la Armada, monseñor Gregorio Ignacio Romero.

En horas del mediodía se sirvió un banquete en honor de los antiguos maestros directores, profesores y ex alumnos e hicieron uso de la palabra el obispo de Jasso Gregorio Romero y Zorrilla de San Martín al que según la crónica del diario Nueva Época, ovacionaron con delirio.

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Inscripción latina en la lápida de mármol de la piedra fundamental del monumento a Patricio Cullen, P. Joaquín Suárez y P. Pedro Vigna.

 

A las 4 de la tarde, con la presencia del gobernador Menchaca y sus ministros, se bendijo la piedra fundamental del monumento a los fundadores del Colegio, don Patricio Cullen, RR.PP. Joaquín Suárez y Pedro Vigna como asimismo las placas que distintas asociaciones ofrecieron como homenaje al Colegio. Finalmente, se leyó el acta en que consta la erección y yacimiento de la primera piedra del monumento Cullen Suárez Vigna y acto seguido fue firmada en doble ejemplar por el gobernador, los ministros y muchos otros caballeros.

Por la noche, en la plaza de gimnasio del Colegio, se realizaron los fuegos de artificio, verdadero lujo de coronas, ruedas y de castillos; de lluvias de estrellas, de azucenas y flores, mereciendo largos y estrepitosos aplausos.

El lunes 25, día de la excursión programada al Piquete, la granja en la ribera del Salado, se presentó sonriente y espléndido y el bullicioso grupo se formó delante del Colegio: al frente los externos, luego los internos, seguían los seminaristas, detrás los padres, los sacerdotes externos y los caballeros. Precedidos por la Banda del Colegio, en filas de cuatro la columna marchó por el centro de la calle entre los acordes de la banda y el redoblar de los tambores y cruzando la ciudad de sur a norte marcharon hacia la Estación de los Franceses... mientras que... por el camino se iban agregando a diestra y siniestra jóvenes y caballeros, que fueron engrosando las filas. Silbó la locomotora y el tren de paseantes de 24 vagones, 22 grandísimos de pasajeros y dos furgones de cabeza y cola en pocos momentos recorrió los nueve kilómetros que separan la quinta de la ciudad. Por otra parte, el gobernador Menchaca y los ministros Mántaras, Mosca y el presidente del Consejo de Educación Amavet, llegaron en automóvil del gobierno a la misma hora.

Inmediatamente, se dirigieron a la capilla San José del Piquete, a celebrar exequias fúnebres en sufragio de los directores, profesores y alumnos del colegio fallecidos, donde el ilustrísimo monseñor Bazán ofició un solemnísimo responso, que fue cantado por un gran coro de sacerdotes, seculares y de diferentes órdenes religiosas.

Almuerzo campestre

Si a los pasajeros del tren se suman los que fueron a caballo, en coche y en automóvil, se calculó en más de 1.400 personas los asistentes al Paseo Campestre en el distrito Piquete.

Si bien el gobernador debió regresar a Santa Fe, se quedaron el Dr. Mosca y el Sr. Amavet al almuerzo, que se sirvió puntualmente a las doce, bajo los paraísos y eucaliptus de los bosques frente a la casa, para lo cual además de las consabidas empanadas, una cuadrilla de gauchos, peritos en el arte de asar, preparó sobre el fuego un asado de 13 vacas, 20 corderos, un lechón, 30 conejos, 12 gallinas... Completó el almuerzo un arroz riquísimo y muy abundante, además de inmensas fuentes de ensalada y fruta en grande. Alrededor de las 15, la campana y la voz del rector: “¡Al tren!”, convocó al regreso y al llegar a la Estación Francesa, emprendieron la marcha en una larga columna por la calle Humberto 1º, doblando por San Martín en manifestación imponente que fue vitoreada por no pocas familias y por la Escuela Normal Nacional, que formó en pleno, al paso de las filas.

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Inscripción latina de la urna del monumento a Patricio Cullen, Padre Joaquín Suárez y Padre Pedro Vigna.

A las 21 de ese mismo día, en el Teatro Municipal se realizó el Acto Académico, con la presencia del gobernador, ministros, autoridades municipales y los obispos de Santa Fe, Paraná y Corrientes, además de una multitud que colmaba el Teatro que estaba de bote en bote, desde los entrecielos hasta la última platea. Luego de la entonación del Himno Nacional y del Colegio, los discursos y recitados de poesías fueron completados con números musicales a cargo de la Orquesta. Uno de los momentos más emotivos, fue cuando el joven Raúl César, vestido con el uniforme de los primeros tiempos del Colegio, recitó “A Santa Fe”, de José Zorrilla de San Martín, que se encontraba entre el público asistente. Precisamente, fue este célebre ex alumno uruguayo quien cerró el acto con emocionadas palabras y una atronadora salva de aplausos saludó su presencia.

Entrega de premios

Como el Club del Orden se había adherido oficialmente a las fiestas del cincuentenario, al finalizar el evento, a la una de la madrugada del martes 26, pasaron los asistentes del Teatro sin excluir al gobernador y sus ministros al Club, que abrió sus puertas a la distinguida concurrencia.

El martes 26, día de cierre de las celebraciones, se realizó en el Patio de los Naranjos, a partir de las 8.30 y con una aglomeración del público enorme, la solemne distribución de premios, en la que participó la Banda de la Policía dirigida por Federico Speáfrico.

Habían finalizado las celebraciones, los viajeros partían con nuevos recuerdos y los afectos renovados. Bajo los árboles del Patio de los Naranjos, resonaron los últimos vítores y se escuchó el postrer aplauso, mientas que por los antiguos corredores, parecían escucharse una vez más, los versos que José Cibils escribiera ese año para el Himno del Colegio:

Salve, ilustre Colegio - Venimos / a cantarte en tus bodas de oro/ y lo mismo que canten en coro/ tus alumnos que vengan en pos/ mientras tú, como Alcázar de lumbre, / seguirás por los siglos brillando/ y los Padres amados luchando/ con ardor por la gloria de Dios.

Fuentes Documentales:

Furlong, Guillermo, Historia del Colegio de la Inmaculada de la Ciudad de Santa Fe.

Álbum Conmemorativo del Cincuentenario del Colegio de la Inmaculada Concepción en Santa Fe (República Argentina).


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Invitación manuscrita al acto “privado y familiar” celebrado el 9 de noviembre de 1912.

Foto: Archivo Colegio Inmaculada.