CARTAS A LA DIRECCIÓN

Unir fuerzas

Esteban A. Rugna.

DNI. 30.292.443.

Señores directores: Hace unos meses y por medio de los organismos competentes a nivel nacional, el gobierno de la ciudad de Santa Fe no puede implementar el sistema de tren urbano, o por lo menos los primeros pasos del mismo. Para poder llevarlo a cabo necesita imperiosamente el visto bueno del organismo nacional encargado de gestionar las vías del ferrocarril. La administración de Infraestructura Ferroviaria (Adif) firmó acuerdos en años anteriores colaborando con el proyecto del gobierno municipal. Sin embargo, la coyuntura actual dista de ser de un espíritu colaboracionista. Reuniones, tratativas, promesas, idas y vueltas con un solo resultado: no se logra destrabar la situación. Este es el panorama hoy: inversiones realizadas por el municipio impotentes frente a la arbitrariedad con excusas poco convincentes; consecuencias negativas para los ciudadanos santafesinos, empresas y turistas.

Por otro lado, en la ciudad de Rosario se presenta un caso similar, pero que atañe al transporte aéreo. Desde varios meses la línea aérea LAN Perú vuela desde el aeropuerto de Fisherton hacia el exterior, conectando de esa forma varias ciudades de América del Sur, Centroamérica y América del Norte. La empresa estuvo realizando estas operaciones gracias a medidas cautelares. La Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) otorgó, ante el pedido de LAN Perú para operar la ruta con carácter de regular, un permiso con el rótulo de exploratorio cuyo plazo es de 180 días. Luego de ello, la Anac fue postergando y dilatando la resolución para establecer como permanente la ruta solicitada.

Se aduce desde el gobierno central que la empresa LAN Perú perjudica a la empresa “estatal” Aerolíneas Argentinas. Pero lo que se esconde es una puja política lisa y llanamente, con intereses económicos atrás. Los dos aeropuertos de la provincia de Santa Fe (Sauce Viejo y Fisherton) son administrados por el gobierno provincial sin intervención de actores privados. Evidentemente hay una clara intención de privar a Fisherton de los ingresos de tasas aeroportuarias y otros ingresos derivados de la actividad aérea. Y también de despojar a la región del gran Rosario y alrededores de un sistema de transporte con conexión internacional, reduciendo el movimiento turístico y empresarial.

Ambas ciudades han llevado reclamos e iniciado contactos con autoridades nacionales para dar fin a los conflictos generados. Pero lo han hecho de una manera separada; no integrada. Y es justamente por ello que deben cambiar la estrategia. Es menester unir fuerzas, algo bastante simple. Ejecuten y coordinen una estrategia común, con el apoyo de las cámaras empresarias, bolsas de comercio y otras instituciones de cada ciudad. Sumen a los diferentes concejos deliberantes. Propicien una declaración de parte de la Legislatura Provincial. Empujen al gobierno provincial a que sea el abanderado del reclamo. Y sobre todas las cosas, difundan la problemática más allá del ámbito provincial a fin de que sea conocido en todo el país.